jueves, 8 de mayo de 2014

Noche blanca en Melbourne

Las políticas Públicas de hoy deben ser diferentes. Vivimos en la época de los ciudadanos, de las redes, de la identidad local ante el tornado de la globalización. Es un momento en el que los individuos exigen de mayor interacción con su entorno, con sus monumentos, parques y avenidas, quienes igualmente demandan de mayor involucramiento en las políticas que implementan sus gobiernos.
El pasado fin de semana, entre las 7 pm del sábado 22 de febrero y las 7 am del domingo 23, la ciudad de Melbourne, Australia se vistió de luces para recibir a más de 300 mil visitantes, que interactuaron con diversos escenarios culturales, con la posibilidad de deleitar muestras de arte, música, cinematografía, teatro, arquitectura, iluminación, etc.
El evento se denominó “White Night Melbourne”, siendo una iniciativa inspirada en la “Nuit Blanche” de Paris, que forma parte de una red de programas similares, donde participan más de 20 ciudades alrededor del mundo. El organizador de dicho proyecto es el gobierno del Estado de Victoria, el cual ha logrado sincronizar beneficios económicos, sociales, culturales y políticos en una actividad que responde a la veloz dinámica social de los ciudadanos de esta determinación geográfica australiana.
El objetivo de esta iniciativa es convertir por 12 horas al corazón de la ciudad de Melbourne en una macro instalación artística en donde los distintos espacios urbanos (las calles, edificios, centros comerciales, estaciones de tren, etc.) son parte de una experiencia vivencial no convencional.
Los beneficios de esta iniciativa son fácilmente cuantificables: la gran mayoría de negocios en la ciudad están abiertos (sobre todo los de comida y los bares) y con una demanda constante y fluyente.
Las avenidas y calles de la ciudad se convierten en un espacio de interacción y recreación social, lo cual fortalece el tejido social y la sensación de comunidad.
Los museos, bibliotecas, universidades y galerías abren de forma gratuita sus puertas para que los ciudadanos conozcan los servicios que otorgan y de paso den un vistazo por las muestras que tienen expuestas.
También se fortalece el sentido de identidad australiana, en un país cuya historia tiene como origen otro continente en una isla llamada Gran Bretaña, de manera que cada actividad presta atención suficiente hacia algún escritor, músico, pintor, arquitecto o personaje de Australia.
Políticamente el evento es rentable porque da testimonio de la capacidad logística del gobierno local, de la apertura que tiene con los artistas australianos e internacionales y de la buena colaboración que lleva con instituciones académicas, con los empresarios y con los centros culturales de la ciudad.
Es difícil hablar de costos cuando se ven los resultados de una política pública exitosa, pero los hay en términos de las instalaciones luminosas, en el operativo de limpieza e higiene previo y posterior al evento y sobre todo en cuanto a la seguridad; ya que proteger a grandes aglomeraciones es todo un reto, sin embargo en este caso, los riesgos disminuyen debido al alto sentido de civilidad de los ciudadanos melbournianos.
La “White Night Melboune” nos deja interesantes lecciones a quienes buscamos tener alguna incidencia a favor de nuestros lugares de origen. Nuestros lideres políticos, que son un extracto selecto de la sociedad, deben considerar que la interacción con los ciudadanos de hoy es distinta, que una política pública exitosa tiene que tomar en cuenta de forma integral los beneficios en términos económicos, sociales, culturales y políticos, sobre los costos en los mismos términos.
Como reflexión final podemos decir que para tener una política publica exitosa en el siglo XXI, los tomadores de decisión deben tomar en cuenta que la percepción de la ciudadanía es importante, pero la interacción es vital. La mayoría de las veces la sociedad avanza de manera más veloz que el gobierno, de forma que las políticas públicas están desfasadas de lo que necesita y requiere la población.  
Nuestros gobernantes deben reconocer que vivimos y somos parte de una sociedad postmoderna, donde el arte y la cultura están en constante trasformación, lo cual abre la posibilidad de crear más con menos. 
Esta colaboración es una invitación para pensar diferente, para ver al mundo con una lente más amplia, porque normalmente se evalúan las acciones públicas solo con una lente política, corriendo el riesgo de usar la misma fórmula, el mismo método, que tiene resultados negativos comprobados. Parafraseando a Albert Einstein: “si buscas obtener resultados distintos, tienes que hacer las cosas de manera diferente”.


© Ignacio Pareja Amador, publicado en diversos periódicos y medios informativos en Latinoamérica.  Febrero 2014

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