domingo, 15 de mayo de 2011

Que el Estado no sea obstáculo.

El Estado, en democracia representado por una autoridad elegida por la ciudadanía tiene funciones determinadas, de ellas las más importantes corresponden a brindar seguridad, crear leyes, administrar los recursos públicos, proveer de un entorno de libertad y prosperidad a los ciudadanos, etc. Todas éstas tienen como objetivo, en teoría, conminar el desarrollo individual de la ciudadanía en pro de la colectividad. Sin embargo, no todos los Estados o administraciones públicas basan sus esfuerzos en estos canales, sobre todo cuando hablamos en materia de planeación, organización y eficiencia gubernamental.
Si tomamos en cuenta que a nivel de los países de nuestra región existen prioridades sobre las cuales enfocar las energías gubernamentales como el combate a la pobreza, la cobertura de salud, el desempleo, la educación, la violencia social, etc. entonces nos toparemos con los grandes pendientes que han postergado las administraciones a través del tiempo, y que hoy en día, en un momento donde la modernidad tecnología está casi al alcance de todos, no podemos pasar en alto.
Un tema por demás importante en este tenor es en cuestión de administración de los recursos, de esta manera existen materias que deben cambiarse y otras que se deben transformar para brindar un servicio público de calidad, pues al final de cuentas el gobierno es un administrador; un servidor; una empresa pública que debe ser competitiva y productiva para agilizar la economía de un Estado.
En este sentido mucho se ha escrito acerca de las ventajas del gobierno virtual, y de las enmiendas que se deben hacer a los sistemas anticuados de trámites burocráticos y papeleo que aún reinan en la mayoría de los países de Latinoamérica.
De esta forma, nos damos cuenta que la reforma pendiente no es solo la reforma estructural del Estado en sí, sino es la mera modernización de la administración pública sin tintes políticos, como un objetivo independiente; es buscar tener un gobierno eficiente, que sincronice sus horarios y actividades de acuerdo a una planeación estratégica, que ofrezca servicios de calidad las 24 hrs, los 365 días del año, es tratar de que el gobierno no sea un elemento que obstruya a la población en sus actividades diarias.
Por otro lado, el Estado puede ser un impedimento hasta para salir al exterior, ya que la imagen y el peso de nuestros países determinan qué tantos trámites debemos hacer para, por ejemplo, aprovechar una beca, o simplemente para expandir nuestros horizontes culturales y visitar otra nación, por eso se dice que si el gobierno no te apoya, que tampoco que te reste, porque cada trámite, cada papeleo, cada demora va en contra de nuestro tiempo y nos impide realizar actividades económicas que si bien nos benefician en lo personal y profesional, también enriquecen en cierto grado a nuestro país.
Incluso al gobernar es más útil el sentido común que las credenciales y títulos nobiliarios, existen hoy en día vastos esfuerzos por cumplir con una reforma que haga del Estado o mejor dicho del gobierno una empresa rentable que se deba al consumidor; a los ciudadanos, para que en vez de restar en cuanto tiempo y recursos, éste apoye por ejemplo a la creación de nuevas empresas (micro y medianas principalmente), atraiga inversión nacional y foránea, cree empleos y reparta las ganancias que del crecimiento económico derivan. Lo malo es que es un proceso segmentado, que requiere de inversión pública y política para poder fluir y hacerse presente en nuestra vida diaria.
¿A qué político en calidad de oposición le conviene invertir recursos para que la administración sea eficiente, para que los trámites sean rápidos y sencillos?
A ninguno, por ello es necesaria la diferenciación entre objetivos políticos y metas inamovibles para cualquier autoridad. Los ejemplos del éxito internacional de ciertos países como Japón, Corea del Sur, e incluso Chile y Brasil, sostienen el argumento anterior: cuando existe un plan estructurado a largo plazo, que es adoptado y aceptado por todas las fracciones políticas como el camino más viable hacia el progreso, entonces las cuestiones de fondo se respetan, y los administradores deben rendir cuentas con base en parámetros mínimos, deben de ir más allá en sus labores de administración, emprendiendo con propuestas novedosas y vanguardistas que serán al final de cuentas las que les darán o restaran votos en las urnas, pero eso sí deben a toda costa evitar que el Estado sea un obstáculo para las actividades, anhelos y aspiraciones de la ciudadanía.




© Ignacio Pareja Amador, publicado en los periódicos y medios informativos:


El Imparcial. 3B. Opinión. Oaxaca, Oaxaca. 10 de mayo de 2011.
Medio Informativo Imagen Poblana, Puebla, Pue. Sección Opinión. 10 de mayo de 2011.
Gráfico de Martínez de la Torre. Martínez de la Torre, Veracruz. 10 de mayo de 2011.
Periódico Pueblo Guerrero, Chilpancingo Gro, 10 de mayo 2011
Medio Informativo Sucesos Digital. Monterrey, Nuevo León. 10 de mayo de 2011.
Periódico Punto Medio, Sección Opinión. Mérida Yucatán, Campeche. 11 de mayo de 2011.
La Revista Peninsular. Mérida Yucatán, 14 de mayo de 2011.
Medio de Opinión y Análisis, Gurú Político. México11 de mayo de 2011.
Diario El Informador. Santa Marta, Colombia. 11 de mayo de 2011.
Periódico El Quetzalteco. Quetzaltenango, Guatemala. 11 de mayo de 2011.
Diario El buscador. Florida, Uruguay. 13 de mayo de 2011.
Diario El informativo de Sabanalarga. Atlántico. Colombia. Columna de Opinión. 15 de mayo de 2011
Diario La Jornada. Managua Nicaragua. Opinión. 11 de mayo de 2011.

La Madre Tierra

Hace algunos días nos hicieron llegar muy amablemente del INEGI (Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía) un boletín de prensa referente al Día Internacional de la Madre Tierra (22 de abril), un día que ha instituido Naciones Unidas como -otro momento propicio- para reflexionar sobre las actividades del hombre y la preservación del planeta.
En esta ocasión más que la festividad, que por supuesto resguarda una importancia imprescindible para los seres humanos, queremos resaltar algunos datos que es sustancial difundir por cualquier medio dada su importancia para conocer nuestro planeta de manera general, así como para tener una noción del deterioro que le provocamos y nos provocamos al desafiar a la naturaleza con nuestra forma de producción y nuestra idea de desarrollo.
Los daños que el hombre le ha causado al planeta son variados, algunos son consecuencia del crecimiento de la población afectando los ecosistemas, sobre todo en aquellos lugares de alta concentración urbana, los cuales contaminan de forma importante con sus residuos sólidos, pues es más barato producir que reciclar. La contaminación del agua es otro problema pues desde 1900 se han perdido la mitad de los mantos acuíferos a nivel mundial, así como otras agravantes en los océanos, el subsuelo, el aire, e incluso el entorno (contaminación luminosa y auditiva).
Otro problema que generan las actividades del hombre es la contaminación atmosférica, por la cual se han acumulado desde hace más de dos siglos residuos gaseosos (CO2, clorofluorocarbonos, monóxido de carbono, etc.) en la atmosfera que impiden la salida de los rayos solares, energía que causa el problema del calentamiento global, el derretimiento de los polos y el cambio climático. Naciones Unidas calcula que ha habido un incremento en las emisiones de gases de efecto invernadero del 70% entre 1970 y 2004, Además de que “Las temperaturas del hemisferio norte durante la segunda mitad del siglo XX fueron las más altas de los últimos 1,300 años”.
Por supuesto que las invenciones del hombre y sus avances en biotecnología también afectan al planeta y a la biodiversidad, sale a colación el problema de los productos transgénicos, los cuales, si bien siguen un proceso estandarizado que les permite ser producidos en masa y satisfacer las grandes demandas de alimentos del hombre y su ganado, afectan a las plantas nativas, las cuales se adaptaron a un entorno particular como consecuencia de una evolución de cientos de años. Los cambios repentinos en el clima y la introducción de plantas modificadas reducen sus posibilidades de reproducción, acaban con la diversidad, nos condena a la estandarización, a lo sintético, nos conminan a cubrir de forma egoísta nuestras necesidades ignorando las necesidades de la madre tierra.
La respuesta del planeta a nuestras acciones se ha hecho notar. Pese a que no todos los desastres naturales son consecuencia de la actividad humana, las desgracias que vive el hombre sí son resultado de su mala planeación o la omisión de los mensajes que de la naturaleza derivan.
Por ejemplo, en el mundo se registran en promedio un temblor cada 5 minutos, la mayoría no generan desastres, pero gracias a los registros sabemos que han causado grandes tragedias a la humanidad como el terremoto de Kwanto, Japón en 1923 que dejó un saldo de 142,800 personas muertas, las inundaciones en China de 1923 donde perecieron 3.7 millones de personas (ahogadas, por hambre y enfermedades), el Ciclón de Pakistán de 1970 que arrasó con 300 mil vidas humanas, el terremoto y Tsunami del Océano índico de 2004 que provocó la muerte y desaparición de 227 mil personas. En últimas fechas no podemos dejar de recordar los terremotos en Haití y Chile de hace un año, o el terremoto y tsunami en Japón de hace casi dos meses, eventos que deben despertarnos un interés particular por replantear nuestra estrategia de desarrollo basada en la explotación, por una sostenida en el reconocimiento de necesidades mutuas entre la humanidad y el planeta.
Penosamente nos damos cuenta de que, como consecuencia de la globalización de la información, hemos perdido la capacidad de asombro, la gran cantidad de información que recibimos de los medios masivos de comunicación nos impide dimensionar de manera correcta el daño que le estamos haciendo al planeta y a nuestra especie, ya que no sólo estamos dejando una tarea casi imposible a las generaciones futuras, sino que ponemos en riesgo el bienestar de las presentes. Dejamos abierta la reflexión.

Datos obtenidos del Boletín: “Estadísticas a propósito del Día Internacional de la Madre Tierra”. 20 de Abril de 2011, INEGI. Aguascalientes, Ags. México.


© Ignacio Pareja Amador, publicado en los periódicos y medios informativos:

El Imparcial. 3B. Opinión. Oaxaca, Oaxaca. 2 de mayo de 2011.
Medio Informativo Imagen Poblana, Puebla, Pue. Sección Opinión. 2 de mayo de 2011.
Gráfico de Martínez de la Torre. Martínez de la Torre, Veracruz. 2 de mayo de 2011.
Periódico Pueblo Guerrero, Chilpancingo Gro, 2 de mayo 2011
La Revista Peninsular. Mérida Yucatán, 6 de mayo de 2011.
Medio de Opinión y Análisis, Gurú Político. México. 3 de mayo de 2011.
Diario El Informador. Santa Marta, Colombia. 4 de mayo de 2011.
Periódico El Quetzalteco. Quetzaltenango, Guatemala. 7 de mayo de 2011.
Diario Los Andes. Puno, Perú. 5 de mayo de 2011
Diario El buscador. Florida, Uruguay. 6 de mayo de 2011.
Diario La Jornada. Managua Nicaragua. Opinión. 8 de mayo de 2011.
Diario Proa Regional. San Antonio, Región V. Chile 3 de mayo de 2011.

Cooperación en Latinoamérica

En el estudio de las relaciones interamericanas nos damos cuenta de lo mucho que tenemos en común tanto los Estados como las poblaciones de los mismos, en materia de objetivos, sueños, metas, esperanza, pero además en cuestión de problemáticas del continente.
También observamos que muchos de los aspectos claves para el desarrollo de cualquier nación ya se han insertado en la globalización, desde tópicos del tipo comercial o financiero hasta en cuestiones que pueden poner en jaque la estabilidad y la paz de cualquier país como el crimen trasnacional o incluso igualmente en fenómenos sociales como la migración que denotan la importancia de políticas comunes que busquen dar respuesta adecuada a estas problemáticas, donde los gobiernos nacionales tienen poca incidencia si carecen del apoyo de sus países vecinos.
Si reconocemos que vivimos en un mundo interdependiente nos daremos cuenta de que para potencializar nuestros anhelos y para combatir los males comunes es necesario ampliar los márgenes de las relaciones entre los países de nuestra región ejerciendo una cooperación efectiva entre quienes conformamos esta tierra de oportunidades.
Latinoamérica es una de las regiones con mayor similitud entre los países que la integran. Formamos parte de un hemisferio que comparte un pasado indígena (en la mayoría de países), una historia de conquista europea, costumbres, tradiciones, religión y semejanzas en las raíces lingüísticas. Incluso podríamos decir que nuestro subcontinente podría ser una nación unida por vínculos históricos y separada por una geografía política que fue delimitada por intereses individuales de gobernantes, que pensaron que la división era la clave para su permanencia en el poder. Recordemos que los países son entes imaginarios, trazados en el mapa por el hombre, y es el hombre el que marca sus delimitaciones, el que se arraiga a su territorio y el que decide cómo gobernarse.
Sin embargo para afrontar los llamados retos del siglo XXI nuestra región requerirá de alianzas estratégicas, de cooperación en ciertas áreas e incluso de incursionar en más y mejores iniciativas de integración.
A nivel económico parecería que son insuficientes las actuales organizaciones que buscan aumentar las relaciones económicas entre los países de nuestra región. Tanto el MERCOSUR, como la Comunidad Andina de Naciones, el Mercado Común Centroamericano o la Asociación Latinoamericana de Integración carecen de un aparato y una logística lo suficientemente incluyente para unir a nuestra región, como una ofensiva al gigante asiático (China) que mira con ambición el mercado Sudamericano y que puede incluso aprovecharse de los “individualismos” que aún existen de facto en Latinoamérica.
Aún así, los intentos por tener una región más integrada siguen en pie. Por ejemplo en esta semana Chile, Colombia, México y Perú (a propuesta de este último) firmarán un pacto llamado “Acuerdo del Pacífico” con el cual se buscan ampliar los lazos de cooperación con miras a procurar la existencia de cierto nivel de integración entre estos países. El acuerdo tiene una fuerte perspectiva económica pues busca agilizar la circulación de bienes, capitales, personas y servicios entre los futuros signatarios.
Al respecto vale la pena detenernos y hacer un paréntesis para discernir de forma correcta cuáles son las diferencias entre cooperación e integración. En términos sencillos la cooperación se refiere a los lazos y acuerdos que suscriben los Estados para beneficiarse en algún sector particular, pero sin implicar una responsabilidad o compromiso más allá del acuerdo. Estas buenas intensiones se diferencian del concepto de integración en donde hay un compromiso que conmina a los países a ceder soberanía y a que sus decisiones tengan una incidencia directa con respecto a la otra parte, el ejemplo más claro en este sentido sería la Unión Europea.
Lo que pasa en nuestra región en general es hasta el momento mera cooperación, aún hoy en día los intentos de crear una Comunidad de Naciones Latinoamericana es lejana, pero las tentativas y pactos pueden, con base en la voluntad de nuestros gobernantes, convertirse en realidades que nos ayuden a encarar de mejor manera las exigencias de la economía mundial.
Creemos firmemente que la idea de la Cooperación Interamericana debe partir de un respeto a las diferencias entre los países y a las múltiples naciones que habitan nuestro Continente. Latinoamérica es más que una abstracción para localizarnos en el mapa del mundo, es el recuerdo de un pasado complicado, un presente en construcción y esperemos un futuro común.


© Ignacio Pareja Amador, publicado en los periódicos y medios informativos:

El Imparcial. 3B. Opinión. Oaxaca, Oaxaca. 28 de abril de 2011.
Medio Informativo Imagen Poblana, Puebla, Pue. Sección Opinión. 28 de abril de 2011.
Gráfico de Martínez de la Torre. Martínez de la Torre, Veracruz. 28 de abril de 2011.
Periódico Pueblo Guerrero, Chilpancingo Gro, 28 de abril de 2011
Periódico Punto Medio, Sección Opinión. Mérida Yucatán, Campeche. 28 de abril de 2011.
La Revista Peninsular. Mérida Yucatán, 3 de mayo de 2011.
Medio de Opinión y Análisis, Gurú Político. México. 25 de abril de 2011.
Diario El Informador. Santa Marta, Colombia. 27 de abril de 2011.
Periódico El Quetzalteco. Quetzaltenango, Guatemala. 28 de abril de 2011.
Diario El informativo de Sabanalarga. Atlántico. Colombia. Columna de Opinión. 3 de mayo de 2011
Diario La Jornada. Managua Nicaragua. Opinión. 26 de abril de 2011.
Diario La Tarde. Columnas de Opinión. Cuenca, Ecuador. 68 de abril de 2011

En respuesta a los lectores

Mantenemos la línea del tema de la columna anterior (Apostar a la Educación) por la importancia y trascendencia que significa para el desarrollo de nuestros Estados, además como una respuesta a distintos cuestionamientos que nos hicieron llegar algunos lectores gracias a las redes sociales y al correo electrónico.
En efecto, el fomento a la educación de calidad para todos no es una responsabilidad meramente gubernamental, sino que debe partir del núcleo de toda sociedad, la familia. Sin embargo, en este sentido surgen diversas preguntas sobre las cuales vale la pena reflexionar: ¿cómo fomentar cambios sustanciales en la familia en pro de los intereses del Estado, en este aspecto en pro de mejoras en la educación?, ¿cómo incidir en algo tan privado como la educación en casa, la cual responde más que todo a un brebaje cultural particular que se alimenta del paradigma global actual de los medios de comunicación? En términos más sencillos, aunque igual de complejos: ¿cómo generar una nueva mentalidad en los hogares que conmine los cambios necesarios para el desarrollo de nuestras naciones?
La respuesta quizá la podemos encontrar en algunos ejemplos que nos brinda la historia mundial, en aquel elemento que impulsó las grandes revoluciones del hombre, que trajeron una herencia de bienestar social a los habitantes de los países hoy desarrollados. Volvamos nuestra memoria hacia aquellos movimientos que pudieron mezclar apropiadamente lo positivo de la cultura tradicional con los avances científicos del momento, es así que saltan a la luz eventos como la Revolución Industrial de Inglaterra, la Revolución Francesa, la Revolución Meiji en Japón, los adelantos en distintos rubros de la ciencia en EE.UU. como consecuencia de su posicionamiento como la primera potencia mundial, entre otros.
Avances que no sólo se nutrieron de las ideas de uno o varios líderes carismáticos, sino que pudieron institucionalizar un cambio en la mentalidad de sus sociedades que los llevó a mejorar las condiciones de vida de sus respectivos países.
Desafortunadamente, los seres humanos en su mayoría tendemos a olvidar la historia, es un olvido consecuencia de la reducida memoria genética con la que contamos, pero también es una omisión alimentada por lo complejo de nuestra historia, y por lo fácil que es insertarnos a las modas del momento o pretender vivir los sueños que de la globalización de las masas derivan.
En este sentido, la historia, tan amplia en proporciones puede convertirse en una persecución continua e infinita para la vida mortal. Sin embargo, la especialización de ciertos temas nos brinda un acercamiento: no conocemos las cosas a plenitud, pero de acuerdo a nuestro nivel de coincidencia podemos incidir en ellas, tampoco podemos apostar a que la masa social tenga un amplio conocimiento de todas las ciencias, pero podemos decir que existen parámetros mínimos, eso que se llama cultura general, una pieza clave para la toma de decisiones; la base para la generación de los cambios estructurales que se necesitan.
La esencia de las instituciones es el hombre, pero su vigencia yace en una permanencia que de acuerdo a la civilidad (valores civiles) de la población rebasa las fronteras temporales. Es así que tiende a englobarse el actuar de una institución como si esta fuera una persona; como si todas las voluntades presentes y pasadas pudieran predecir la actuación de la misma ante problemas particulares. Lo cual no es enteramente correcto; las organizaciones del hombre se forman por personas con principios, voluntades y valores distintos a través del tiempo, su actuar responde a una coyuntura contemporánea y pueden variar de acuerdo a quienes la encabecen; encasillar a una institución por los agravios de un pasado remoto es como condenarnos a nosotros mismos por los errores de nuestros padres y abuelos, es decir que las sociedades no evolucionan, que hay un impasse permanente en nuestra percepción y capacidad de adaptación a los cambios globales.
Las instituciones por supuesto pueden generar las transformaciones necesarias que nuestras naciones necesitan, son incluso el canal más adecuado para plantear las propuestas y ejecutar las soluciones. La fórmula para el progreso es más que conocida, sabemos incluso por la experiencia internacional cuáles pueden ser las políticas, reformas y enmiendas efectivas para avanzar por ejemplo en el rubro de la educación, ¿qué nos falta entonces?, ¿será que todo se resume a un tema de voluntades sociales y políticas? Los invitamos a mandarnos su reflexión.

Contacto:
reflectormundial@yahoo.com.mx
Twitter: @ignacioamador
Les agradecemos por sus interesantes comentarios.

© Ignacio Pareja Amador, publicado en los periódicos y medios informativos:

El Imparcial. 3B. Opinión. Oaxaca, Oaxaca. 19 de abril de 2011.
Medio Informativo Imagen Poblana, Puebla, Pue. Sección Opinión. 19 de abril de 2011.
Gráfico de Martínez de la Torre. Martínez de la Torre, Veracruz. 19 de abril de 2011.
Periódico Pueblo Guerrero, Chilpancingo Gro, 19 de abril de 2011
Periódico Punto Medio, Sección Opinión. Mérida Yucatán, Campeche. 19 de abril de 2011.
La Revista Peninsular. Mérida Yucatán, 21 de abril de 2011.
Medio de Opinión y Análisis, Gurú Político. México. 18 de abril de 2011.
Periódico El Quetzalteco. Quetzaltenango, Guatemala. 19 de abril de 2011.
Diario Los Andes. Puno, Perú. 20 de abril de 2011
Diario El informativo de Sabanalarga. Atlántico. Colombia. Columna de Opinión. 8 de mayo de 2011
Ministerio de Educación Nacional. República de Colombia. 2 de mayo de 2011.
Diario La Tarde. Columnas de Opinión. Cuenca, Ecuador. 20 de abril de 2011
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¿Por qué apostarle a la educación?

La pregunta es básica y ha sido parte de la fórmula para el pronto desarrollo de varias naciones del mundo como Corea del Sur, Japón, Irlanda, etc. La globalización nos permite abrirnos a un mundo de posibilidades, donde la medición y los parámetros nos apoyan para saber qué lugar jugamos en la arena internacional y qué tan avanzados o estancados estamos, en este caso en materia de educación.
Por ejemplo, de acuerdo con el boletín Desafíos elaborado por la CEPAL y la UNICEF (2006), en América Latina existen rezagos en distintas áreas del conocimiento como las matemáticas o la correcta comprensión de la lectura. Es así que un estudio realizado por el Programa Internacional para la Evaluación del Estudiante (PISA) reveló que el “80% de los niños en Perú, el 56% en Brasil, el 48% en Chile y el 44% en Argentina y México no realizan tareas elementales como hacer inferencias de baja dificultad”, siendo que el promedio de los países de la OCDE es del 18%.
Esto sin duda alguna tiene una relación directa con los montos destinados para la educación y la calidad de la misma que se imparte a los alumnos, ya que mientras los países de Europa Occidental y Norteamérica invierten en promedio 5.89% de su PIB a gastos en educación, el promedio para Latinoamérica es de 3.88%, no sólo porcentualmente menor, sino que si calculamos el monto neto dadas las diferencias del tamaño de las economías veremos que la brecha aumenta.
Es mucho mejor tener una educación de calidad que una de cantidad, el problema en este sentido para nuestra región se centra en el número de alumnos en comparación con las plantillas de los maestros, lo cual responde a las grandes dimensiones de nuestra población juvenil. De esta forma nos damos cuenta que en promedio en América Latina por cada profesor de primaria hay 25 alumnos, aunque algunos países como Nicaragua (35), Honduras (34) o Chile (34) sobrepasan la estadística, mientras que los países de Europa Occidental y Norteamérica promedian tan sólo 14 alumnos por profesor.
Muchos afirman que el problema de la educación está en quienes la imparten y en quienes destinan recursos para la misma. En este sentido sobresale el trabajo de las instituciones gubernamentales, de los sindicatos y de las escuelas y colegios; si alguno de estos actores desvirtúa sus funciones puede poner en una situación de estancamiento y subdesarrollo permanente a cualquier país.
Penosamente en algunos lugares de México el sindicalismo en la educación se percibe como un mecanismo de control; como un grupo de presión política, en vez de ser un ente defensor de los derechos de los maestros y de ser el vínculo entre gobiernos y los pedagogos para conminar mejores condiciones educativas.
Mientras tanto quienes sufren los estragos de situaciones como la anterior son los que deberían favorecerse, los nuevos mexicanos que reciben una educación precaria, que estudian contenidos anticuados. Si reconocemos que la pobreza no sólo es una condición económica, sino es una forma de vivir de fácil reproducción intergeneracional, deberíamos apostarle a la educación como un elemento integrador tanto para el estudiante como para sus padres, que seguramente beneficiará a nuestras sociedades en este camino poco equilibrado hacia un desarrollo económico estandarizado.
La educación y los apoyos económicos a la misma no son suficientes para generar el cambio que nuestras naciones necesitan, el hecho de aportar grandes recursos económicos no es sinónimo de una mejora cualitativa en los niveles educativos. La clave está en brindar educación de calidad, actualizada y de vanguardia. Hoy en día los niños reciben mayores cantidades de información como consecuencia de la amplitud de contenidos que se ofrecen desde los distintos medios como el internet, la tv, la radio, etc. Por ello es necesario mantener una guía permanente para que puedan enfocarse en los temas que les serán de utilidad, más allá de aquellos que derivan en ocio y entretenimiento.
Además está el elemento de la competencia internacional, donde la especialización y la creación de métodos, mecanismos y guías educativas amplía cada vez más la brecha entre quienes heredarán una riqueza ya creada y quienes tendrán que trabajar para hacerse de una, donde las posibilidades seguramente serán mínimas y las condiciones serán cada vez más adversas en contra de quienes menos tienen. Esa sí puede ser una apuesta perdida, pero si hoy sumamos esfuerzos en pro de una educación de calidad para todos, quizá podremos aumentar las probabilidades de ganarla.

© Ignacio Pareja Amador, publicado en los periódicos y medios informativos:

El Imparcial. 3B. Opinión. Oaxaca, Oaxaca. 13 de abril de 2011.
Medio Informativo Imagen Poblana, Puebla, Pue. Sección Opinión. 13 de abril de 2011.
Gráfico de Martínez de la Torre. Martínez de la Torre, Veracruz. 13 de abril de 2011.
Periódico Pueblo Guerrero, Chilpancingo Gro, 13 de abril de 2011
Periódico Punto Medio, Sección Opinión. Mérida Yucatán, Campeche. 14 de abril de 2011.
La Revista Peninsular. Mérida Yucatán, 15 de abril de 2011.
Medio de Opinión y Análisis, Gurú Político. México. 13 de abril de 2011.
Diario El Informador. Santa Marta, Colombia. 13 de abril de 2011.
Periódico El Quetzalteco. Quetzaltenango, Guatemala. 13 de abril de 2011.
Diario El buscador. Florida, Uruguay. 15 de abril de 2011.
Diario El informativo de Sabanalarga. Atlántico. Colombia. Columna de Opinión. 15 de abril de 2011
Ministerio de Educación Nacional. República de Colombia. 13 de abril de 2011.
Diario El Heraldo. Tegucigalpa, Honduras. 16 de abril de 2011.
Diario La Tarde. Columnas de Opinión. Cuenca, Ecuador. 13 de abril de 2011