lunes, 24 de agosto de 2009

¿El fin del Neoliberalismo?

Hace algunos días el que ahora escribe tuvo un debate inesperado, de esos súbitos que son consecuencia de un encuentro con un viejo conocido, en donde no se puede hablar a fondo y reinan las opiniones de café a falta de tiempo. Se habló acerca de un tema por demás importante de la arena internacional: el Modelo económico neoliberal.
Durante la discusión, gracias a la contraparte debatiente salió a la luz una afirmación, que en estos momentos, en esta época específica vale la pena falsar: “el Modelo neoliberal ha caducado, ya no existe más en las políticas económicas de los países, ese es un tema del pasado”. Sin tiempo a la replica, hice un gesto –como en señal de aprobación dudosa- dejando en claro que no compartía la misma opinión, pero que el tiempo se había agotado para desmentir aquella afirmación, era hora de partir.
Siempre he sostenido que el conocimiento debe ser libre, que todo aquel que busque tener algún aprendizaje real debe investigar, documentarse y exponer su idea ante los que han abundado en el tema. De ahí que surgiera el siguiente cuestionamiento: ¿El Modelo Neoliberal ha dejado de tener vigencia en las políticas económicas internacionales? Para resolver esta pregunta es necesario examinar la teoría y la forma en que ésta se ha llevado a la práctica.
Primero que nada vale pena resaltar qué entendemos por neoliberalismo y quiénes son sus principales teóricos. Con el fin no hacer totalmente académica esta colaboración se puede decir que el neoliberalismo es una corriente de la economía que se gestó en el siglo pasado y cuyos principales exponentes son los austriacos Von Mises, F.A. Hayek y el estadunidense Milton Friedman. Para los que no están familiarizados con la ciencia económica podemos decir que estos autores, dos de los cuales fueron ganadores del premio nobel, fueron los diseñadores del Modelo Económico que imperó en el mundo desde mediados de los ochenta hasta nuestros días. Podemos decir que le debemos a sus postulados diversas políticas económicas como: la desestatización del sector público (de empresas paraestatales), la liberalización del comercio y la reducción de aranceles, la disminución de políticas sociales, la implementación de impuestos al consumo (a la ciudadanía) en vez de a la producción, la disminución del aparato estatal, la implementación de una autoridad monetaria autónoma (el Banco central) que estabiliza a la economía y controla las reservas de un país, entre otras más.
Pocos saben que el primer Modelo Neoliberal que se implementó en América Latina fue en Chile en 1975, como consecuencia del golpe de Estado en aquel país y de la imposición de una Junta militar que gobernaría diecisiete años.
El neoliberalismo se exportó al mundo en la década de los ochenta gracias al mandatario estadunidense Ronald Reagan y a la británica Margaret Thatcher. En América Latina llegó bajo el nombre de “el consenso de Washington”, a México lo trajeron los tecnócratas y lo aplicaron los presidentes Miguel de la Madrid y Carlos Salinas.
Tanto en México como en el mundo este modelo ha sido severamente criticado, los distintos grupos de izquierda lo culpan de la pésima distribución de los ingresos, del masivo asenso de los grupos empresariales, de la generación de carteles internacionales que manipulan el mercado a su beneficio, de la masa de pobres que se reúnen en las periferias de las grandes ciudades, de la sobreexplotación del medio ambiente, etc., etc.
Lo que no se toma en cuenta es que como modelo teórico, el neoliberalismo no contempló los males anteriores, sin embargo se le atribuyen todos ellos, pese a que algunos son consecuencias de otros factores como los demográficos, los culturales y el más importante: el factor político.
Este último tiene un alto porcentaje de culpa, ya que los políticos son los ejecutores de la teoría, en pocas palabras son quienes hacen práctica la idea, bajo la condicionante del contexto, porque eso son los modelos, son estructuras que se adaptan a las dinámicas, en este caso de los Estados, de manera que no se aplican totalmente a un caso en específico, si no que son tomados como referencia.
Volvamos al caso de México. Hoy en día no podemos decir que hemos dejado de lado el Modelo Neoliberal en nuestro país, ya que tenemos un Estado a favor del libre comercio (lo constatan los múltiples tratados y acuerdos de libre comercio y asociación que hemos firmado), no tenemos una política para re-estatizar las empresas nacionales como TELMEX o el Banco Nacional de México, pero aun así tenemos grandes paraestatales como CFE y PEMEX. Nuestra política monetaria es controlada por una institución autónoma: el Banco Central, que como decía Friedman cada cierto periodo de tiempo ajusta algunas variables como el tipo de cambio, la tasa de interés, las reservas federales, con el fin de evitar los desequilibrios económicos. Además somos un país en contra del proteccionismo como lo arguyó el presidente Calderón hace un par de días en Uruguay y a favor del libre comercio hemisférico
Empero hay cuestiones que se ajustan a los postulados, otras que definitivamente no, ¿entonces? Ocurre que el modelo tiene vigencia en algunas cuestiones y en otras no. Ese es un tema por demás complejo, lo que nos ha quedado claro es que el neoliberalismo sigue vigente, incluso en Estados Unidos, donde el gobierno se ofreció rescatar a las empresas con más de 750 mil millones de dólares, debido a que el apoyo se dirigió a la clase empresarial y no a la población. Podrán decir que el sistema económico es abierto y complejo, difícil de equilibrar desde el lado del consumo, lo que es cierto aquí es que no se ha seguido la advertencia del pionero de toda la ciencia económica liberal: Adam Smith, quien señalaba que el egoísmo (el motor y el aceite del aparato económico), la acumulación, la formación de carteles empresariales (antónimo de la competencia) y la ambición desmesurada serían los peores enemigos del sistema, derogarían el orden natural, beneficiando a unos cuantos y generando grandes distorsiones en el mercado (crisis), el garante del crecimiento nacional.
El papel del Estado era y sigue siendo brindar seguridad y certeza para que esta advertencia no se cumpla. Desafortunadamente muchas veces el ESTADO y la EMPRESA son entes dirigidos por un MISMO grupo de individuos o por individuos afines, así recordando aquella “mano invisible” de Smith donde la naturaleza egoísta del hombre conlleva a un orden natural podemos cuestionarnos: ¿cómo regular las fusiones, los carteles, los monopolios, cuando esa generación de riqueza nos favorece y ante el panorama de que la ambición del hombre es infinita? Ahora tenemos una idea de donde puede haber otra falla en la aplicación del modelo, ese es el cuestionamiento que debe seguirse si en verdad queremos vislumbrar el fin del neoliberalismo.

© Ignacio Pareja Amador, publicado en el periódico "El Imparcial". Oaxaca, México. 18 de Agosto, 2009.

ODM: La asignatura global pendiente

Entrando el milenio, como consecuencia de una basta transformación del Sistema Internacional, que por cierto es bien descrita por el diplomático mexicano José Juan de Olloqui, los líderes del mundo se comprometieron a trabajar de manera individual y conjunta para mitigar los males cada vez más profundos y difíciles de este planeta. En palabras del Secretario General de la ONU Ban ki-moon aquellos líderes “[…] aprobaron un plan para un mundo mejor y prometieron no escatimar esfuerzos en la materialización de esa visión”. De esa manera se propusieron cumplir con una serie de fines comunes a los que llamaron: Los objetivos de Desarrollo del Milenio.
Estos objetivos se plantearon en septiembre de 2000, con la venia de 189 países que firmaron “La Declaración del Milenio”. Se dispuso entonces que para el 2015 se cumplirían las siguientes metas: Erradicar la pobreza extrema y el hambre, Lograr la enseñanza primaria universal, Promover la igualdad de géneros y el empoderamiento de la mujer, Reducir la mortalidad infantil, Mejorar la salud materna, Combatir el VIH y SIDA, el paludismo y otras enfermedades, Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
El informe de los ODM presentado por la Naciones Unidas en este año muestra que los resultados son poco alentadores, pero mantienen un elemento esperanzador sobretodo en la cuestión de los logros. De esta forma, a nueve años de la “Declaración del milenio” podemos clasificar los resultados en dos rubros: los de poco desarrollo y los de gran avance.
En los primeros tenemos que la crisis económica y alimentaria ha afectado a la mayoría de personas que estaban en extrema pobreza, de forma que para este año entre 55 y 90 millones cruzaran el umbral de la misma. Además el alto precio de los alimentos ha detenido la lucha contra el hambre, por lo que cerca de 1200 millones de personas sufren esta condición. Aunado a esto se tienen datos de que un cuarto de los niños que viven en los países menos desarrollados sufren de desnutrición, la cual los limita en sus perspectivas de aprendizaje y supervivencia (este es uno de los objetivos que quizá no se alcance para 2015). En este tenor, la crisis financiera afectó también la cartera de donaciones de los países desarrollados a los distintos programas y planes como los destinados a mejorar la salud materna, que es donde se registran menores avances. Aunado al recorte de donaciones, los países menos desarrollados han visto la contracción de sus economías como consecuencia de la caída de sus exportaciones, y la baja en el precio de las materias primas (su principal exportación), de forma que la brecha del subdesarrollo se hace cada vez más grande. En este aspecto la economía se vuelve condicionante del Medio Ambiente, el cual se ve afectado por la deforestación, la disminución de la biodiversidad, pero sobretodo por la previsión de una crisis futura: la de los recursos hídricos.
No todo son malas noticias, los resultados también exponen que la lucha contra la pobreza poco a poco se va ganando, de forma que el número de pobres en el mundo se ha reducido: para 1990 casi la mitad de la población mundial vivía en la pobreza extrema, quince años más tarde era poco más de un cuarto.
En cuestión de educación la matricula de enseñanza primaria alcanzó el 88% en 2007 en los países en vías de desarrollo. En cuanto a la mortalidad infantil se logró disminuir el número de infantes menores de cinco años muertos por desnutrición o enfermedades como el paludismo de 12.6 millones en 1990 a 9 millones en 2007.
En referencia al medio ambiente el logro más importante fue la reducción de un 97% del consumo de sustancias que deterioran la capa de ozono, por lo que se prevé una mayor recuperación de la misma en años posteriores.
Aún quedan varios tópicos pendientes, como la igualdad de géneros, el saneamiento universal, la implementación en las políticas nacionales del desarrollo sustentable, pero para ello se requieren de cambios estructurales y compromisos políticos sólidos. Estamos a seis años para que se cumpla el plazo y las percepciones son poco alentadoras, por ejemplo en México estaremos celebrando “La Cumbre de Líderes de América del Norte”. Como era de esperarse los temas a abordar serán los referentes a la seguridad, la frontera, el comercio, el transporte, la energía, la influenza A(H1N1), no encontramos alguno de los ODM. Todos ellos pueden analizarse de manera mundial, pero su solución se aplicará sólo a nuestra región, ¡vaya voluntad global!.
Los cancilleres del Exterior de los tres Estados de América del Norte suenan sumamente positivos al expresar de manera conjunta la voluntad de “hacer de América del Norte la región más prospera, segura y competitiva del mundo”, Es un objetivo ambicioso mas no imposible, pero requiere de tomar en cuenta los nuevos y viejos problemas como las trabas al transporte, a la movilidad ciudadana, la discriminación laboral, el trafico de estupefacientes, de armas, el aislamiento fronterizo, etc., que dejan en claro lo frágil de una América del Norte “Unida”, y sólo vislumbran a tres países con buenas intensiones. No tendría incluso cavidad hablar a este respecto si se abordaran las temáticas de los ODM, no es tema para el reflector mundial ahora, “quizás para el 2014”.
Son ejemplos como el anterior los que alimentarán comentarios pesimistas, y que dejan en segundo plano los objetivos mundiales. Debemos tener en claro que el primer paso se ha dado, los Objetivos de Desarrollo del Milenio plantearon una alianza mundial, algo nunca antes visto. Países como el nuestro sufren los estragos del subdesarrollo, de una pobreza inminente mas no absoluta. Y aunque suene idealista depende de cada uno de nosotros, CIUDADANOS DEL MUNDO expresar el mensaje de esta iniciativa a nuestros gobiernos, para que haciendo de México un país mejor, más activo en su cooperación multilateral, éste contribuya a hacer del mundo un lugar más justo, digno, igualitario, prospero y seguro que de libertad a aquellos que se encuentran atrapados por los demonios de la pobreza, la desigualdad, la injusticia y el hambre.

© Ignacio Pareja Amador, publicado en el periódico "El Imparcial". Oaxaca, México. 11 de Agosto, 2009.

lunes, 10 de agosto de 2009

¿LAS CRISIS GLOBALES, UN ELEMENTO DE UNIÓN?

Las CRISIS GLOBALES son en todo momento fenómenos INDESEABLES que alteran el entorno, expanden las grietas de los problemas mundiales, causan serios daños a los más necesitados y sin embargo representan el fin de un ciclo y el inicio de otro: un momento NECESARIO para la transformación y un punto de inflexión preciso para el cambio en un contexto establecido.
La historia contemporánea brinda sostén al argumento anterior, las últimas dos grandes crisis mundiales han delineado las tendencias económicas que han seguido la mayoría de países. La primera, la de 1929/30, significó la llegada del “Modelo del estado de bienestar KEYNESIANO” a la mayoría de países de Occidente, dejando en claro que el liberalismo económico ortodoxo perdía vigencia, que el Estado debía proveer de empleo a su ciudadanía y salvaguardar sus intereses con amplias políticas sociales.
La segunda crisis global que modificó el rumbo de las políticas económicas internacionales fue la de 1973, aquella crisis energética que fue alimentada por las diferentes tensiones políticas y terminó con el estado de bienestar keynesiano, dando lugar al Modelo económico NEOLIBERAL, mismo que se nutre de los postulados de dos premios nobel de economía: F.A. Hayek y Milton Friedman.
Particularmente la actual crisis financiera ha puesto en un serio debate la viabilidad del Modelo neoliberal, ya que el mismo ha sufrido una de sus MÁXIMAS contradicciones: el país que exportó y refinó este modelo ha optado por brindar apoyo económico a sus empresas, ha rescatado a la Banca, posee acciones de decenas de unidades económicas que estuvieron en números rojos, y ha destinado más de setecientos mil millones de dólares para que la economía no colapse, evitando así un efecto domino en el tablero mundial.
Se puede decir que incluso entre las crisis existe cierta SINERGIA, paradójico o no, cuando más de dos o tres convergen los resultados pueden ser TERRIBLES. La crisis financiera surgió como consecuencia de la especulación en el sector hipotecario norteamericano, el cual no brindó la información correcta a los inversores y derivó en una crisis global, con una caída en el ingreso real, el estancamiento económico y un aumento en los niveles de desempleo a nivel mundial. Esto significa que países como el nuestro no están generando riqueza, de forma que las altas tasas de DESEMPLEO y los despidos masivos son sinónimo de menor oportunidad para encontrar trabajo y mayor competencia con personas con experiencia que han quedado desempleadas, además de obstaculizar los esfuerzos mundiales para mejorar las condiciones de vida de la población del planeta como los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
En lo que respecta a la crisis alimentaria, sabemos gracias a datos de la FAO que en el mundo 1020 millones de personas pasan HAMBRE, una sexta parte de la población mundial, un porcentaje similar al número de jóvenes que vivimos en la tierra carece de alimentos suficientes todos los días. Los altos costos de los alimentos (otro commodity que en su momento se volvió rentable a la especulación) son la principal limitación a la que nos enfrentamos. Por ejemplo, hace dos años los cereales registraron un aumento del 41% en su precio, los aceites vegetales 60%, mientras que los productos lácteos lo hicieron en un 83%. Incluso entre 2007 y 2008 el precio del trigo, la base principal de la dieta de varios países incrementó su precio en 130%.
La cuestión de la crisis energética se ha sumado a las otras crisis. Los ALTOS precios de los energéticos (petróleo y gas) han aumentado el precio del transporte, por lo tanto han contribuido al incremento de los precios de los productos, entre ellos de los alimentos.
Por otro lado debemos tener en claro que las crisis no son permanentes; que la mejor manera de enfrentar una crisis es estando conscientes de la realidad que ésta representa y no afrontarla con MIEDO, porque esa sensación humana tiende a cegar las propuestas, a crear una hipnosis que trunca, distorsiona y profundiza las problemáticas generadas por las crisis. Algún proverbio chino dice que toda crisis viene acompañada de oportunidad, que quienes sobreviven a las crisis gracias a su inventiva, a su creatividad se ven favorecidos en el momento en el que ésta pasa.
Para alcanzar la solución al problema de las crisis se necesita una sincronicidad: tenemos un objetivo COMÚN; mejorar las condiciones de vida de nuestro entorno, eso nos genera unión, los medios para alcanzar esta unión se encuentran inmersos en los Organismos como Naciones Unidas y en sus órganos especializados. La estrategia mundial de lucha anti-crisis debe venir acompañada de la voluntad real de los gobiernos del mundo, sobretodo en la planeación, estructuración y modificación del modelo que ha imperado en las políticas económicas internacionales por las últimas 3 décadas, con miras a hacerlo más humano, más social, más cooperativo y con una mayor regulación hacia los distintos mercados sin asfixiarlos.
Por su parte la ONU ha instado en repetidas ocasiones a los países desarrollados a no disminuir apoyos hacia los proyectos de ayuda a los países más pobres, con el fin de no agravar las crisis. El Secretario General Ban ki-moon habla de liberar a la humanidad de las TRABAS de los problemas mundiales, para él “Nada menos que la viabilidad de nuestro planeta y el futuro de la humanidad están en juego.”
El desarrollo no implica necesariamente un crecimiento económico, lo entendemos así porque es el DINERO el que financia campañas de alfabetización, piso firme, construcción de escuelas e infraestructura, etc. Todos podemos favorecer a que en un momento de crisis ese desarrollo sea posible, debemos ver al “estado estacionario de la economía” como una oportunidad para observar el panorama general, la organización de las cosas y para reorientar el rumbo, de tal forma que pondremos de manifiesto lo que funciona y podremos derogar lo que no.
¿Acaso necesitamos de un enemigo mundial común para hacer los cambios que hermanen a la humanidad como una sola nación que no distinga raíces, credos y religiones? Tenemos enemigos comunes pero no nos damos cuenta porque aún no nos afectan a todos en general. Eso son las crisis, deben ser el enemigo común que hay que combatir hombro con hombro para derogarlas, podemos hacer que un elemento que nos afecta a todos se convierta en el vinculo de la UNIÓN, en la transición de las políticas hostiles nacionalistas e individuales hacia políticas mundiales comunes.
Es cuestión de actitud, y ningún evento, momento o crisis puede condicionar nuestra conducta, nuestra libertad de ACTUAR, crear, innovar, proponer, y lanzar nuestros ideales a los distintos foros como una manifestación de que los ciudadanos del mundo no reconocemos fronteras en cuestión de problemáticas globales, lo que si reconocemos es la cooperación y la mutua responsabilidad de todos los Estados, de todos los gobiernos por actuar de manera vinculante, mediante la voz institucional de la sociedad civil internacional; nuestras autoridades, organismos y asociaciones para dar plena LIBERTAD a todos los seres humanos que se encuentran atrapados por los yugos de la pobreza, el hambre y el subdesarrollo MISMO.

Comentarios y contacto
ignacio_pareja@yahoo.com.mx
© Ignacio Pareja Amador, publicado en el periódico "El Imparcial". Oaxaca, México. 4 de Agosto, 2009.

SI, SI, La influenza ataca de nuevo, ¿la habíamos olvidado?

Cuando a finales de abril se dio la noticia de la suspensión de clases y actividades de alta aglomeración en el DF y el Estado de México a causa de una enfermedad llamada “influenza porcina” nadie tenía gran conocimiento de lo que esta pandemia representaría, parecía como si el gobierno quisiera hacernos una broma, fue una noticia de la cual muchos dudamos e incluso indagamos de forma excesiva para tener claro el panorama de lo que ocurría. Después de ver el primer anuncio del Secretario de Salud por tv aquella noche, investigué a fondo el asunto, como una curiosidad intelectual y como una precaución meramente personal. Visité algunos periódicos y medios de información internacionales para cerciorarme de lo acontecido, quería ver cómo habían visto el problema que se avecinaba al país desde afuera, desde la óptica de un observador de Segundo Grado como lo decía el filosofo Edgar Morín, pero ocurrió lo que el mismo Milton Friedman afirmaba pasa con la información económica: hubo un retraso. La mayoría de periódicos del mundo, pese a la actualización inmediata que permite el internet no incluían la noticia, en ese momento pensé que entonces no era nada serio, que el problema era nacional y así se quedaría.
En el contexto general, ese retraso de información significó que muchas personas pusieran en duda la existencia de aquel virus en México, se especulaba que era una cortina de humo, que no pasaba nada. Otros contagiados por la paranoia se limitaban a tomar medidas extremas. La mayoría de mexicanos no sabíamos qué hacer, nos guiábamos por los medios de información nacionales –quienes proporcionaron una carga noticiosa en su mayoría repetitiva, con sustancia en dosis pequeñas, la cual era de poca utilidad si consideramos que tal carga terminó por afectarnos psicológicamente a muchos mexicanos.
Otros comentaristas incitaban a la población a no estar alertas, a seguir las medidas que eran de lo más normal, invitaban a teatros, al cine, pensando en que el problema era pasajero, nada grave.
Después de los días de guarda, de aquellos días oficiales, surgieron grandes críticos a las medidas de prevención: “el gobierno exagero en sus medidas por ser ineficiente”, “la influenza fue una cortina de humo con fines electorales”, “Peña Nieto sigue usando corbata y no pasa nada”. Así como estos se crearon cientos de argumentos sostenidos sobre la base de la suposición y el aferramiento (vaya bases empíricas). Lo cierto es que la enfermedad era una realidad, los costos económicos no eran para nada rentables, la perdida en turismo, consumo local, etc., fueron inmensas sumadas con la crisis económica: “una cortina de humo así no es rentable para nadie en este país y menos en el mundo”.
Sin el afán de elogiar al gobierno, algunas mentes sensatas declararon que la influenza era un virus nuevo, por lo tanto las medidas habían sido las correctas ya que como en cualquier fase de emergencia había que implementar de más, lo importante era aprender de la experiencia, en ese momento no creíamos que exportaríamos nuestro conocimiento, que hoy por hoy ha sido tan valioso para la OMS y para el mundo entero.
A los pocos meses de controlado el virus en México, después de las discriminaciones a los mexicanos en varios países, el virus se volvió global. Los mexicanos le perdimos el miedo, y algunos haciendo uso de su memoria a corto plazo decidieron dejar de tomar las medias de prevención.
Hoy en día, el virus AH1N1 ha vuelto a los reflectores nacionales, ahora está afectando al sureste (Chiapas y Tabasco principalmente), pero no hay que bajar la guardia. Se prevén en el país más rebrotes (un par en este año). En el mundo el virus ha tomado 800 vidas, contagiado a miles personas, Argentina nos supera en muertes, mientras que su presidenta afirma que México está ocultando información, pues pese a sus grandes restricciones al país, es el suyo el que ahora se ahoga en estornudos, fiebre e infección. Pero hay que estar conscientes que un virus que arrebata la vida de cientos de personas no es deseable para ningún país. Hasta ahora se calcula que tenemos 15,000 casos aprox. y 139 decesos. La influenza nos ha enseñado algunas cosas: ha dejado en claro que la cooperación de los niveles de gobierno es preponderante, contribuido al decremento de nuestra economía y, sin embargo estamos a tiempo de pensar/dialogar/establecer una estrategia nacional que mitigue el aumento de casos tomando en cuenta los “retrasos” -por supuesto- y que no afecte a los ya muy golpeados sectores económicos, que como en el caso de Oaxaca han tenido un respiro por la afluencia de turistas, pero pueden llegar a ahogarse si no se arregla la proa y el timón del barco que nos llevara a aprender a convivir con la influenza (que nos acompañara algunos años) sin sufrirla a gran escala.

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ignacio_pareja@yahoo.com.mx
© Ignacio Pareja Amador, publicado en el periódico "El Imparcial". Oaxaca, México. 31 de Julio, 2009.

El gran dilema coreano: ¿Alcanzar el desarrollo?

QUIZÁ una manera correcta para que México pueda aprovechar el entorno internacional a su favor es conociendo las distintas experiencias que han llevado a ciertos países por el camino correcto, que les han permitido CRUZAR la extensa frontera entre el subdesarrollo y el desarrollo. Parece simple, pero una de las grandes preguntas que se hacen los tomadores de decisiones (gobiernos) es: ¿cuál es la FÓRMULA para alcanzar el desarrollo, entendiéndolo como un estado de bienestar de la economía que se transmita a la población en general y que le pueda dotar de servicios básicos, de un entorno seguro, de un ambiente digno para habitar? Vayamos a la historia mundial, a los momentos que permitieron a ciertos países ascender estaños, ver crecer grandes empresas y convertirse en puntos de referencia en cuestión de desarrollo.
El siglo pasado no sólo observó una gran cantidad de sucesos y momentos históricos que delinearon lo que ahora conocemos como la realidad internacional. Algunos eventos como las dos guerras mundiales, las detonaciones de las bombas atómicas en Japón, el inicio y la transformación de gobiernos comunistas, las guerrillas que derivaron de estos regímenes, la creación de la ONU, etc., fueron DETERMINANTES de lo que conocemos como el SISTEMA MUNDO. Todo lo que sabemos, nuestros modelos económicos, los avances tecnológicos, los problemas ambientales, las divisiones políticas, etc. derivaron de una época de oportunidades, de un momento donde todos los países reconocieron que era el tiempo perfecto para el cambio (aunque muchos no tenían un claro panorama), que el punto de inflexión de su historia local podría aprovechar la coyuntura internacional llegando a un objetivo para todos claro: EL DESARROLLO.
Tomemos un ejemplo particular: lo que aconteció en la península de Corea. Es una afirmación contundente decir que en el mundo las buenas decisiones generan buenos resultados, o dicho de forma práctica: apostar al desarrollo social-empresarial es más rentable que hacerlo al desarrollo militar –en tiempo de paz por supuesto-. Es importante conocer la situación de estos países asiáticos por muchas razones: en el caso de Corea del Sur por su desarrollo tecnológico, por su nivel socio-cultural, o dicho de manera más cercana porque hace más de tres décadas México tenía mejores condiciones de vida que aquel país asiático, que hoy por hoy dejó el subdesarrollo para formar parte del club de países ricos con vistas a crecer de forma sostenida e independiente. El caso de Corea del Norte también es NOTABLE, un país con condiciones y recursos tan limitados, con el veto del grueso de países de Occidente, ajeno a los grandes desarrollos, casi perdidos en el mapa mundial es actualmente una de las amenazas más importantes que existen, uno de los temas de referencia del Consejo de Seguridad y paradójicamente el peor enemigo de su nación hermana, la República de Corea.
Grandes mitos y verdades rodean la historia de esta península que para antes de 1953 era un solo país, y que hasta 1945 había alcanzado la independencia de los japoneses. La parte norte que cayó en la zona de influencia soviética prácticamente se desconectó del mundo Occidental. Mientras que la parte sur fue arropada por los EE.UU., instauró una forma de vida más occidentalizada (incluso su sistema legislativo tiene como una de sus bases al sistema anglosajón) y se ha desarrollado de forma sorprendente.
Para saciar la curiosidad intelectual por conocer las condiciones de las dos Coreas vamos a hacer un ejercicio básico, hay que dimensionarlas en el mundo. Comencemos por Corea del Norte. Este país tiene una extensión de 120,000 Km2, una economía de 40,000 millones de dólares (de las más pobres del mundo) que registró un decremento de 2.3% en 2008. Tiene 22.6 millones de habitantes, un PIB per capita de $1,700 dólares muy cercano al de Costa de Marfil, Laos, Sudán, Chad, algunos de los países más pobres del MUNDO. Una esperanza de vida al nacer de 63 años, de las más bajas del planeta, etc. Es un país con un régimen comunista que destina gran cantidad de sus ingresos al desarrollo de la milicia, con un proyecto de armas nucleares –que se creía un mito- y que saltó a la realidad en 2006 cuando hicieron su primer ensayo, de forma que los reflectores mundiales voltearon a esta región del mundo, y se dieron cuenta que la herramienta diplomática de los norcoreanos era la provocación a nivel regional.
Corea del Sur es la otra cara de la MONEDA, con menos territorio que su vecino del norte (94.4 km2), un PIB de 1.2 billones de dólares (la 14 economía del mundo), con un crecimiento de 2.5%, un PIB per capita de 26,000 dólares, y una esperanza de vida de 78 años. Las estadísticas son contundentes, Corea del Sur ha alcanzado cierto desarrollo.
Hasta este momento de nuestra reflexión surge la pregunta obligada: ¿Cuáles fueron esas decisiones correctas que hicieron que Corea del Sur encontrara el desarrollo y que su vecino del norte quedara rezagado? La respuesta podría derivar de las políticas públicas instauradas por la joven Corea de Sur durante las décadas de los sesenta y setenta, cuando siguiendo un modelo japonés apostó a la educación como herramienta de desarrollo. A esta política se le sumaron la atracción de inversión extranjera (sobretodo japonesa y norteamericana), el apoyo gubernamental a empresas locales, un Modelo de crecimiento basado en la exportaciones (y el aumento paulatino del valor agregado de las mismas), y algo que es muy importante que es la cultura, o sea fomentar los VALORES del pueblo coreano con vistas a prepararlo para el fenómeno que tanto afecta a varios países y beneficia a otros: la globalización.
En el caso de Corea del Norte, un modelo así no pudo ser posible. El comunismo norcoreano se corrompió desde que el primer “KIM” cedió el poder a su hijo y esta dictadura “KIM” se mantiene hasta nuestros días con una doble moral: por un lado recibe ayuda de organismos internacionales como la FAO, de ONG’s americanas e incluso hasta hace un año de la misma Corea del Sur. Mientras que es la peor amenaza a la prospera región del este asiático. Tuvo durante muchos años un programa secreto con fines nucleares que le rindió fruto en 2006 y que ha usado para volver los reflectores el pasado 4 de julio. Tiene el apoyo de la gran China, quien no ha dudado en aprobar las resoluciones del Consejo de Seguridad que “instan al país a abandonar sus ejercicios nucleares”, pero quien lo apoya de forma financiera y por supuesto con asesoría en cuestión nuclear. ¿Qué país tomó la decisión CORRECTA? La respuesta no sólo es obvia, si no que nos deja el aprendizaje de porque es tan importante el papel de un gobierno en el desarrollo del país. Por supuesto que no es un elemento único, está también la SINERGIA que genere la relación gobierno-ciudadano-empresa-Asociaciones Civiles-ONG’s-etc., pero hay que tener muy claro que hoy en día solo el Estado tiene los recursos y el deber para fomentar un desarrollo generalizado y no parcial, ya que, aunque haya capital humano de CALIDAD, sin un buen gobierno no puede haber desarrollo, si no pregúntele a los cubanos que viven en Miami, quienes en su patria no ven más que a un gobierno que los obstaculiza y fuera de ella, en la libertad económica, alcanzan el desarrollo.
Comentarios y Contacto: ignacio_pareja@yahoo.com
© Ignacio Pareja Amador, publicado en el periódico "El Imparcial". Oaxaca, México. 30 de Julio, 2009.

El lado oscuro del gran dragón asiático

Hace poco tiempo tomaba clases de chino con una profesora de nombre Tao, una china conservadora de la etnia Han como el 91% de la población en aquel país asiático. En alguna ocasión surgió una conversación acerca de todas esas curiosidades que tenemos los occidentales y que no se pueden aprender en los libros, si no que sólo pueden transmitirse mediante narraciones vivenciales.
Pregunte acerca de su familia, de la manera en la que elegían su profesión, cómo vivían, etc. Me comentó lo que muchos ya saben; que en CHINA hay una política para controlar el crecimiento poblacional, por lo que ella era hija única, que varias regiones se han ido modernizando gracias al gran dinamismo de la economía. También me comentó que la idea de una China donde los habitantes estaban CONTROLADOS por el Estado poco a poco se iba diluyendo, pero que el gobierno todavía tomaba varias decisiones sobre el grueso de la población, esa era la razón por la que ella daba clases de chino en un lugar tan alejado como Oaxaca. Cuando pude preguntarle acerca de las distintas etnias que viven en aquel país y la manera en la que el Estado gobierna aquellas regiones “AUTÓNOMAS”, prefirió hacer caso omiso al cuestionamiento, quizá no comprendió aquella pregunta debido al limitado inglés con el que nos comunicábamos o fue porque no estaba autorizada para contestar ya fue el gobierno chino quien la envío a nuestro país.
La curiosidad intelectual me obligó a indagar acerca del caso de China, pero no como un éxito en cuestión de su Modelo Económico, si no cómo un Estado totalitario podía sobrevivir, incluso siendo uno de los principales actores en el Sistema Mundo sin compartir o respetar varias de las GARANTÍAS y DERECHOS que viven las sociedades modernas en la mayoría de países del planeta.
Cuando se emprendió esta investigación fueron sorprendentes algunos acontecimientos que son la base de la China moderna; de aquel tercer país más grande del mundo (nueve veces más grande que México), con el segundo mayor Producto Interno Bruto y un crecimiento en PIB que ha rodeado el diez porciento por más de dos décadas y además con la población más numerosa del planeta (casi el 20%).
La historia moderna de China no ha sido para nada estable, durante los siglos XIX y XX el imperio fue INVADIDO, obligado a abrir sus fronteras tanto por los países de Occidente como por Japón. Después de la segunda Guerra Mundial el líder comunista Mao Zedong estableció un sistema socialista autocrático, imponiendo grandes controles a las actividades diarias de la población china y asegurándose de que el país no se dividiera por cuestión de etnias, esto con el apoyo soviético.
En la década de los setenta China se convirtió en una actor independiente al acercarse con EE.UU. y ocupar el lugar que le correspondía en el Consejo de Seguridad de la ONU. Esa misma década ve nacer el desarrollo de una economía orientada hacia el mercado que dio lugar no sólo a la escalada atroz de China como potencia económica, si no que brindó al país cierta ESTABILIDAD.
Del mismo tema debatía hace poco con algunos colegas: del éxito de China como país, de lo rápido que arrebato varios estaños del comercio a México y de cómo pasó de ser un competidor a un ejemplo a seguir. En ese entonces algunos vacilábamos que ese crecimiento no podía ser sostenido, que la población (la mano de obra) no iba a aguantar muchos años ese esquema de EXPLOTACIÓN, de esclavitud, que en algún momento tenían que haber revueltas, una revolución por la democracia, por los derechos humanos, porque el lado oscuro de China se encontraba perfectamente maquillado dentro de la misma China y era la división étnica y la amplia dominación de los HAN la que podría afectar al país.
Desafortunadamente ese momento no llegó durante nuestro análisis, y no es que deseáramos la inestabilidad en China, sólo queríamos detener al monstruo que hacía manufacturas más baratas, nos ganaba el mercado con Estados Unidos e introducía calzado de bajo precio al país que ahorcaba a los productores nacionales. Descubrimos que el pensamiento de un chino es distinto al de un mexicano, pues ellos crecen y se desarrollan por GENERACIONES, de forma que el padre trabaja varias horas seguidas para que el hijo aspire a tener una buena formación, el hijo avanza un nivel en el estrato social y hace lo mismo con su progenitor, quien hereda una mejor vida, algo así como lo que decía aquel economista inglés Leon Walras: “si uno quiere recoger de prisa debe sembrar zanahorias y lechugas, de sembrar robles podrá decirse mis nietos me deberán esta sombra”. Muchos mexicanos no piensan así, prefieren el desarrollo individual sin planear a largo plazo, sin pensar en el mundo que heredaran a sus hijos, menos a sus nietos.
Sin embargo en México podemos presumir que vivimos en entorno donde nuestra joven democracia ha rendido ciertos frutos. En la elección pasada hubo menos abstencionismo que en años anteriores, y el voto nulo reveló ciertos resultados, esto habla de un desacuerdo con la partidocracia, pero también de un acuerdo con el sistema de elección democrático.
En China las cosas son muy distintas, ahí gobierna el partido comunista, son ellos quienes tienen elecciones internas y desde la revolución de Mao, han tenido el poder en un monopolio inquebrantable que ha sido severamente criticado, pero que pudo adaptarse a las demandas del mercado mundial.
Y es que el gran éxito del partido chino: su crecimiento económico y su comercio atroz con el mundo, así como su gran ejercito y poderío nuclear le permiten a esta nación tener cierta independencia de los comentarios de occidente, de forma que nadie se atreve a meterse con China, pocos reconocen a Taiwán e incluso RU devolvió al prolífico Hong Kong y Portugal a Macao a sus antiguos dueños asiáticos.
Hoy en día China está en el REFLECTOR mundial. Las fuentes oficiales chinas establecen que son más de 150 los muertos por las revueltas en la región autónoma de Xinjiang, que la mayoría de ellos son de la etnia Han. Otras fuentes establecen que son cerca de ochocientos y que la mayoría son Uigures. Sabemos bien que la información es poder, y que la restricción de la misma denota autoritarismo y una nula voluntad por hacer al mundo participe de los acontecimientos que ocurren.
Cualquier persona podría preguntarse, ¿por qué ciertos temas no se incluyen en la agenda internacional si tienen gran preponderancia y dependen miles de vidas de ellos?, ¿por qué algunos países hacen comentarios tan abruptos sobre las manifestaciones en Irán o sobre el golpe de estado en Honduras, y sólo instan a China a asegurar los Derechos Humanos o a respetar los derechos de los pueblos a protestar como alega el Secretario General de la ONU?
La respuesta engloba intereses que se derivan de 7.8 billones de dólares (el PIB de China), de tener como principales socios a los países más ricos del mundo, de ser propietarios de bonos del tesoro de la nación más poderosa, de pertenecer al club nuclear, de tener el ejército más numeroso del mundo, etc, etc. ¿Puede introducirse el tema de las revueltas en Xinjiang al CS como lo ha mencionado el presidente de Turquía? La moneda está en el aire, lastima que sea de doble cara y que el gran dragón asiático tenga derecho del veto en el MÁXIMO órgano de Naciones Unidas.

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© Ignacio Pareja Amador, publicado en el periódico "El Imparcial". Oaxaca, México. 14 de Julio, 2009.