miércoles, 21 de abril de 2010

Los herederos de la riqueza mundial

Las alianzas internacionales son importantes porque le permiten a los Estados ampliar su margen de poder frente a la comunidad internacional, les brindan un mayor eco en los foros mundiales de trascendencia, les permiten conciliar consensos durante procesos negociación en ámbitos como el libre comercio, la defensa contra el dumping, pero sobre todo hacen posible que los países disminuyan su dependencia respecto al resto del mundo.
Desde mediados de los noventa, el sistema internacional vivió un periodo de “fiebre regionalista”, los países del mundo reconocieron la importancia de aliarse con el vecino para enfrentar los nuevos retos que de la globalización derivarían. Algunas manifestaciones de estos procesos son la UE, el MERCORSUR, el TLCAN, la ANSEAN, que son prácticamente integraciones económicas a nivel regional. Sin embargo, existen otros procesos que no alcanzan tal nivel de integración, pero que rebasan los límites regionales y que se componen por una alianza de miembros que comparten ideales económicos, políticos o militares, que tienen similitudes a nivel de población y gobierno o simplemente que reconocen su importancia como los próximos herederos de la riqueza mundial.
Bajo esta lógica se creó el BRIC, una alianza entre las economías emergentes más poderosas del planeta: Brasil, Rusia, India y China. Estos países no sólo aglomeran el 23% del PIB mundial, sino que representan en su conjunto el 41.6% de población del planeta. Ante el contexto político que vivimos hoy en día: la democracia, no cabe duda que esta alianza es de gran peso, sobre todo a la hora de negociar mejores condiciones de trato por parte de los Organismos Internacionales como las Naciones Unidas, el FMI, la OMC, etc.
Siendo que más del 85% de su población es apta para trabajar, sabemos que estos países encabezaran los índices de crecimiento económico de los próximos años. Actualmente China ya lo hace y aunque estamos en un periodo post-crisis económica, creció en 2009 a una tasa del 8.7%, la República de la India lo hizo al 6.5%, mientras que Rusia tuvo un saldo negativo de 7.9% y Brasil -0.2%, en un momento en el que la economía del mundo se contrajo 0.8%
Más allá de que las economías emergentes del BRIC sean importantes por la expectativa económica, el tamaño de su población o sus riquezas en cuestión de recursos naturales, esta alianza les permite ser más fuertes a nivel político para negociar en conjunto qué marcos legales del sistema de naciones les convienen y cuáles no.
Por ejemplo, la semana pasada se celebró de forma anticipada (ante el temblor que sufrió una región del sureste de China) la II Cumbre de las potencias emergentes BRIC. En esta reunión fugaz, los países se comprometieron a reformar a ciertos organismos internacionales como la OMC, el FMI o el Banco Mundial, para que se evitaran futuros desequilibrios como los que generaron la crisis económica pasada y se reconociera el peso de las potencias emergentes. Se conversó acerca del tipo de cambio de China, pero no hubo objeciones en contra del país asiático, pese al mar de mercancías baratas que entran a casi todos los países del mundo provenientes de este destino.
Esta alianza tiene la característica de encontrar congruencias a nivel político, por ejemplo el apoyo hacia Brasil y la India para ingresar al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas bajo la modalidad de miembros permanentes. En cuestión económica observamos el consenso para motivar la reforma a los Organismos Financieros Internacionales, en cuestión de temas de desarrollo vemos alianzas entre empresas estratégicas productoras de energéticos y en cuestión tecnológica hay avances en materia de cooperación en el ámbito aeroespacial.
Nuestro país, pese a ser una economía emergente no forma parte del BRIC, pero tiene una importancia similar con respecto a cada uno de sus miembros. Si bien es cierto México es una de las economías más grandes del mundo y tiene un PIB per capita (13,500 US) que supera al de estos países en promedio (8,750 US), no cuenta con el apoyo estratégico de los demás Estados emergentes, quienes han reconocido que serán los próximos protagonistas mundiales y quieren manejar desde hoy su independencia económica tanto de EE.UU., como de las principales potencias europeas.
Es preponderante para México no quedar aislado de estos procesos de alianzas, sobre todo en el contexto de que Brasil poco a poco nos ha desplazado como líder regional. Hay que tener presente que un país que cuenta con aliados importantes puede hacer mayores reclamos y exigencias a sus demás socios, esa puede ser una estrategia para conminar a nuestros vecinos del norte a aumentar la integración, de forma que realmente nos apoyen a combatir los retos del subdesarrollo.

© Ignacio Pareja Amador, publicado los periódicos:
Periódico El imparcial, Página 3B. Sección Opinión. Oaxaca, Oax. 20 de abril 2010.Medio Informativo Imagen Poblana, Puebla, Pue. Sección Opinión. 20 de abril de 2010.Periódico Punto Medio, Sección Opinión. Mérida Yucatán, Campeche. 20 de abril de 2010.
Pueblo Guerrero, Chilpancingo Gro. 22 de abril de 2010.

miércoles, 14 de abril de 2010

¿Terrorismo nuclear o Irán?

Fue un día de abril, pero de 1963 cuando se decide conectar el simbólico “teléfono rojo”, el aparato auricular más importante de todo el periodo de Guerra Fría, un artefacto que era considerado como la última alternativa de comunicación (y la más directa) para que los presidentes de EE.UU. y la URSS negociaran la paz, antes de abrir fuego a su vasto arsenal nuclear y con ello llevar a la humanidad entera al caos de la destrucción masiva.
Afortunadamente, no vivimos en el mundo un escenario de caos como el descrito anteriormente, puesto que la Guerra Fría terminó, y se aseguro por medio de distintos acuerdos entre Washington y Moscú, que la amenaza de la destrucción mundial por armas nucleares se evitaría bajo cualquier medio.
La semana pasada en Praga, EE.UU. y Rusia firmaron un nuevo acuerdo de desarme o reducción del arsenal atómico, donde se comprometieron a reducir en un 30% sus armas. Con el objetivo de mantenerse en esta línea, y ante la oleada de incertidumbre que vive el Sistema Internacional debido a la “sospecha” que genera el programa nuclear iraní, Washington ha citado a 47 países a la Cumbre de Seguridad Nuclear, una reunión entre “Jefes de Estado”, que discutirán acerca de la importancia del resguardo de materiales fisionables para evitar que éstos lleguen a caer en manos de terroristas o insurgentes, para impedir que vivamos en algún momento un ataque terrorista con armas nucleares.
En este sentido será muy importante la asistencia de la República de la India y Pakistán, ambos no forman parte de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), por lo que la protección de su armamento corresponde básicamente a estatutos nacionales, así que se deberá buscar la manera de que ésta cumpla con los estándares internacionales de resguardo y protección.
Desafortunadamente esta Cumbre se llevará a cabo sin Corea del Norte e Irán, dos países que son el centro de atención en términos nucleares, el primero que ya cuenta con ojivas rudimentarias y el segundo que no quiere cooperar lo suficiente. Otra gran ausencia será la del mandatario israelí Netanyahu, quien no asistirá para no responder a los reclamos de los países árabes, quienes perciben a Israel como la máxima amenaza para sus pueblos, siendo que este país cuenta con bombas nucleares.
Los países de América Latina también asistirán, es una buena oportunidad para mostrar su apoyo al presidente Obama, para resolver cuestiones de interés particular con Cámaras de Comercio, connacionales o con otros países. América Latina es una región libre de armas nucleares. Todos los países acordaron renunciar al desarrollo de tecnología bélica nuclear desde finales de los sesenta, cuando el diplomático mexicano Alfonso García Robles hizo el cabildeo correspondiente para que el colectivo de países firmaran el Tratado de Tlatelolco, un instrumento jurídico que hizo de América Latina una región libre de Armas nucleares y que le valió para ganarse el Premio Nobel de la Paz en 1982.
Más que una Cumbre contra el terrorismo nuclear, esta reunión tiene como objetivo principal ejercer un cabildeo de mayor fuerza con Rusia y principalmente con China, para que acepte las nuevas sanciones que EE.UU., Francia e Inglaterra quieren imponer a Irán a raíz del anuncio de Teherán de continuar enriqueciendo uranio. Para Washington es imprescindible frenar el desarrollo del programa nuclear iraní, pues a nadie le conviene que ingrese un nuevo miembro al club de los bélicos nucleares, y menos dentro de la zona más tensa del mundo: Medio Oriente.
Sin duda alguna el tema de Irán será de trascendencia, pero la Cumbre debe enfocarse a los compromisos y la obligación por parte de los países que cuentan con armamento para asegurarse por todos los medios posibles que nunca llegaran a manos de terroristas. Desafortunadamente, en la actualidad, la vigilancia de los materiales fisionables no ha sido efectuada de forma correcta, de tal forma que queda latente la posibilidad de que algún grupo terrorista pueda poseer tecnología para el ensamble de armamento atómico, la cual haya sido obtenida por medio del mercado negro o mediante el traspaso de información proveniente de algún país que posea esta tecnología.
Los acuerdos a los que se llegaran pueden evitar un acontecimiento devastador para la humanidad. En efecto, faltaran al debate países “implicados” en temas nucleares, pero estarán grandes actores de la arena internacional, países que deben encontrar el consenso en los debates para formular estrategias conjuntas que logren una vigilancia y control efectivo de todos los materiales nucleares que se encuentran en el mundo, con el fin de que éstos nunca, pero verdaderamente nunca lleguen a manos de los terroristas.


© Ignacio Pareja Amador, publicado en los periódicos:
El imparcial, Oaxaca, Oax. 13 de abril 2010.

Imagen Poblana, Puebla, Pue. 13 de abril de 2010.
Primera Hora, Ultima Hora, Ahora. Nuevo Laredo, Tamaulipas. 13 de abril de 2010.
Sucesos Monterrey. Monterrey Nuevo León. 12 de abril de 2010.
Punto Medio, Mérida Yucatán, Campeche. 13 de abril de 2010.
Pueblo Guerrero, Chilpancingo Gro. 13 de abril de 2010.

domingo, 11 de abril de 2010

Rusia: el enemigo está en casa

Hace poco más de treinta años, todavía perduraba la idea de que el Sistema Internacional estaría en paz sólo si los países marcaban entre sí una línea de respeto a su soberanía, si los Estados se abstenían de atacarse, si todos respetaban las fronteras nacionales y los intereses de los demás. Pocos creían que el verdadero enemigo para la estabilidad de la población y del gobierno estaba en su propia casa, dentro de sus fronteras nacionales.
Con la nueva fuerza que adquirieron tanto el terrorismo como el crimen organizado a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001, hemos visto en el mundo que los grupos terroristas causan más terror e incertidumbre que los eventos –casi aislados- de alguna intervención militar como la que viven Afganistán o Irak actualmente.
Un evento de esta índole sigue latente en la poderosa Rusia; en aquel país que era el corazón y el cerebro de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS); aquella confederación de naciones que eran consideradas la segunda super potencia; que causaron tanto temor a Washington y a los países Occidentales, pero que terminaron “congelados” junto con su sofisticado armamento como consecuencia del fin de la Guerra Fría.
Los rusos siempre creyeron que sería EE.UU. quien pondría al gobierno en la difícil situación de tomar medidas drásticas, que sería Washington quien infringiría miedo en Moscú, jamás pensaron que una minoría dominada sería quien provocaría terror en sus ciudades, olvidaron que su verdadero enemigo, serían justamente aquellos pueblos serviles que estuvieron bajo su yugo por tantos años, pero que tienen la particularidad de no estar de acuerdo con el dominio y que se han dejado llevar por ideas radicales, por lo que muchos de ellos creen en la guerra santa como el único camino para liberarse de los eslavos más poderosos del planeta.
Lo que es claro, es que el gobierno ruso (un gobierno frío, calculador, poco sensible a las demandas de las regiones dominadas) no negocia con terroristas, reconoce su existencia, pero no atiende ni atenderá sus demandas políticas, sino que buscará castigar con todo el peso de la fuerza y de su estricta ley a toda persona que pretenda por cualquier acto, desorganizar o disolver la estabilidad, que el país más grande del mundo ha obtenido con mucho esfuerzo, desde que se disolvió la URSS en 1991.
Rusia es sin duda un país que está en los reflectores internacionales, pues ha vuelto a ser protagonista en los encabezados de los principales medios de comunicación del mundo. La razón es el regreso de los actos terroristas a territorio ruso la semana pasada, los cuales parecen ser el inicio de una ola de violencia que el gobierno pretende combatir con fuerza desmedida, usando sus cuerpos de inteligencia para evitar otros atentados.
Lo demuestran las fuertes declaraciones del presidente ruso Dimitri Medvédev, donde busca “ampliar las medidas contra el terrorismo para hacerlas más eficaces, más rígidas, más crueles”, una declaración que seguramente alejará a algunos a formar parte de estos grupos subversivos, pero que deja sin salida a quienes ya están dentro de éstos, pues no verán otra escapatoria más que el seguir como terroristas, y siempre quedará un esposo, un hijo, un padre, una madre, alguien a quien vengar en un ciclo sinfín.
La principal zona de donde provienen estos terroristas es la región del Cáucaso Norte, un grupo de Repúblicas que se sitúan al sur de Rusia y al oeste del Mar Capio, que viven bajo el yugo de este país y donde podemos encontrar una zona de alta concentración de musulmanes, algunos de ellos radicales, que han cambiado sus objetivos políticos por el fundamentalismo islámico y buscan causar terror en la población para cambiar la agenda del gobierno y orientarla hacia los temas de la seguridad interior.
¿Cambiar de estrategia? Difícilmente veremos a un gobierno ruso que negocie y menos con terroristas, su estrategia se basa en la aniquilación de cualquier grupo subversivo. Lo que si puede hacer es ganarse a la población, implementando un aparato de ingeniería social que tenga como objetivo comenzar un proceso de reconciliación nacional. Necesita demostrarles a los habitantes de las Repúblicas del Cáucaso Norte que el gobierno ruso, independientemente de su condición religiosa, se preocupa por ellos, apuesta a su desarrollo con políticas sociales (apoyos a escuelas, hospitales, carreteras, etc.) y busca la pacificación de la región. De esta forma los terroristas perderán la bandera del pueblo y se convertirán en grupos aislados sin una causa justa por la que pelear, quizá sólo así podrá ganar el gobierno ruso la batalla que tiene contra sus enemigos en su propia casa.

© Ignacio Pareja Amador, publicado en los periódicos:
El imparcial, Oaxaca, Oax. 6 de abril 2010.
Imagen Poblana, Puebla, Pue. 6 de abril de 2010.
Primera Hora, Ultima Hora, Ahora. Nuevo Laredo, Tamaulipas. 5 de abril de 2010.
Sucesos Monterrey. Monterrey Nuevo León. 5 de abril de 2010.
Punto Medio, Mérida Yucatán, Campeche. 7-8 de abril de 2010. Pueblo Guerrero, Chilpancingo Gro. 11 de abril de 2010.

lunes, 5 de abril de 2010

Heridas en el corazón de África

Cómo es posible que en pleno siglo XXI, en un momento donde la globalización nos ayuda a conocer de manera inmediata los acontecimientos que suceden en casi todos los rincones del planeta, ocurran atrocidades de tal magnitud como la que aconteció en la República Democrática del Congo (RDC) a finales del año pasado.
Pareciera que los seres humanos tenemos dificultad para aprender de nuestros errores del pasado, cuando el colectivo de nuestra especie guarda las cicatrices de dos guerras mundiales, de múltiples enfrentamientos entre naciones; entre gobiernos y pueblos; entre etnias, cuando la inmensa mayoría de países firmaron la Carta de los Derechos Humanos y se comprometieron a hacerla valer en sus respectivas constituciones, en pro de garantizar el respeto por los derechos civiles de los habitantes de este planeta.
De acuerdo con un informe de Naciones Unidas y con el de la ONG Human Rights Watch (HRW), en diciembre del año pasado, un grupo de guerrilleros ugandeses que se autoproclaman “el ejército de resistencia del Señor” asesinó a más de 300 personas y secuestró a otras 250. La masacre ocurrió en el noreste de la RDC, en el poblado de Makombo y trajo como consecuencia el desplazamiento de cerca de 30,000 personas, que prefirieron escapar hacia campamentos improvisados, antes que vivir en la incertidumbre de una muerte espantosa y cruel, y es que este grupo insurgente (al igual que los muchos que han existido en África) utiliza métodos de asesinato y tortura sumamente salvajes y crueles, pues sus armas homicidas son la mayoría de veces machetes, palos y piedras. Además no sólo eliminan a los hombres de los poblados que atacan, sino que arrasan igual con mujeres y niños, las primeras a quienes utilizan como esclavas sexuales y los segundos son obligados a formar parte de su ejército.
El contexto que involucra esta masacre es muy particular. La RDC es el tercer país más grande de África, tiene una población de 66 millones de habitantes con un ingreso de 300 dólares (uno de los más bajos del mundo), cuenta con vastos recursos naturales de donde sobre salen el uranio, elemento indispensable para la producción de energía nuclear y/o armas y el cobalto, un mineral de alta resistencia que es utilizado para producir aparatos electrónicos. Se encuentra en el corazón del continente y comparte la problemática de los grupos subversivos con cuatro países: la República Centroafricana, Sudán, Burundi y Uganda.
La realidad es que la RDC no ha logrado una estabilidad política significativa desde su independencia en 1960 de Bélgica. Aquel país ha sufrido de dictadores que gobiernan como soberanos y hacen de su voluntad una ley nacional.
Actualmente la ONU tiene desplegadas fuerzas de paz sobre el territorio congolés, desafortunadamente éstas protegen a las zonas más aglomeradas, por lo que los pequeños poblados quedan desprotegidos en la inmensidad del territorio de aquel país. Incluso de acuerdo con la Naciones Unidas entre 2008 y 2009 los insurgentes mataron a 1200 personas y secuestraron a 1400, de los cuales 630 eran niños y más de 400 mujeres.
¿Qué pensaría el gran libertador ghanés Kwame Nkrumah del África actual, de las masacres por los territorios, por los recursos, o por las disputas étnicas?; ¿Algún día África será un continente que no responda a los intereses de las potencias extranjeras (que no se preocupan en realidad por ellos) para velar por un continente integrado y fuerte?
Ante la situación no hay lugar para cabildeo o ejercicios diplomáticos, en este país no hay estado de derecho, la comunidad internacional tiene la responsabilidad de presionar al gobierno, a los africanos y sus líderes, para intervenir con toda la fuerza de la ley y ponerle fin a estos actos lamentables.
Es deplorable como un grupo disidente puede corromperse al grado de eliminar toda trasgresión de humanidad, de dignidad, de respeto. Es deplorable como la vida humana se devalúa en algunos países, como ocurren estas masacres que rebasan el salvajismo y que se orquestan en una locura de sufrimiento que jamás traerá paz. Una guerra librada con tanta sangre, con odios infundados y resentimientos permanentes jamás traerá un estado de paz para ningún pueblo.
Sin duda alguna falta voluntad política para mitigar este penoso mal de la humanidad. No es suficiente la unión de los gobiernos del rectángulo centroafricano (Sudan, RDC, República Centroafricana y Uganda) para dar solución al problema, sino que será necesaria toda la fuerza de la Unión Africana, de la ONU y de los tribunales internacionales para castigar a los líderes de estos grupos subversivos y darle de buena vez al pueblo congolés y sus etnias la garantía de una vida sin incertidumbre; con libertades y derechos y de una muerte digna y respetable, alejada cualquier forma de excesivo sufrimiento e injustica irracional.

© Ignacio Pareja Amador, publicado en:
El imparcial, Oaxaca, Oax. 30 de marzo 2010. (Otro penoso episodio para África).
Imagen Poblana. Puebla, Pue. 30 de marzo de 2010.
Pueblo Guerrero, Chilpancingo Gro. 31 de marzo de 2010.