jueves, 8 de mayo de 2014

El perfil político de los jóvenes en México.

¿Cuál es el perfil de los jóvenes en México? De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) poco más de la cuarta  parte de la población del país es joven (26.2%), de manera que éramos en  2010, 28.1 millones de  personas entre 15 y 29 años. Para 2013 según las Proyecciones de Población del Consejo Nacional de Población (CONAPO) hay  alrededor de 31 millones 219 mil jóvenes, 26.4% de la población nacional. 
Datos de la Encuesta Nacional de Valores en Juventud 2012  revelan que los jóvenes de hoy son la generación más educada de la historia del país, ya que el 51.9% cuentan con estudios superiores a la preparatoria o el bachillerato, mientras que sólo el 18.9% de sus padres tenían este nivel educativo.
El dato más triste de la encuesta se refiere a una condición de certidumbre: 3 de cada 4 jóvenes prefieren un trabajo seguro (con pocas posibilidades  de progreso), que un trabajo inseguro, pero  con muchas posibilidades de ascender. El  significado  de  juventud,  más  allá  de  la  connotación  que  se  brinda  por  edad  (periodo  entre  la  infancia  y  la  edad  adulta,  estado  de  la  persona  joven, primeros tiempos de algo, etc.) hace alusión a la energía, al vigor, a  la frescura, a ser arriesgados; pero el joven mexicano prefiere la certidumbre en sus actividades productivas. 
El joven político: cuando se les preguntó a los jóvenes sobre la importancia de diversas categorías  en su vida, la inmensa mayoría (por encima del 90%) dijo que lo más significativo era la familia, el  dinero y el trabajo. Sólo un 37.7% dijo que era importante la política. Este es un dato que hace ruido por dos aspectos particulares: por  un  lado  tendríamos  que  conocer  cómo  definen a la  política  los  jóvenes, mientras que por otro lado, qué tanto sabían sobre la participación política. Cuando  una persona se  interesa  en  la  Política  debe  estar  consiente  que  se  está  interesado en la comunidad, que la política no se limita a la participación  en  un  instituto  político  (partido),  sino  que  va  más  allá.  Al final de cuentas la política se refiere a los asuntos de las polis, a los asuntos de la ciudad (Aristóteles). Éste se  vuelve  un  dato  más  interesante  aún  porque  la  política  repercute  directamente  en  los  temas  más  apreciados  por  los  jóvenes;  pues tiene  influencia en la construcción de tejido social, en la economía familiar y en  el empleo.
Otro dato interesante es la credibilidad que tienen los jóvenes en las instituciones, donde pasaron de panzazo la política y los senadores. Sin embargo, reprueban a los partidos políticos y a los diputados. Justamente hace un año se  presentó una encuesta similar, donde  las instituciones  mejor  evaluadas  fueron la  iglesia, las universidades  y  el  ejército, mientras que los  peor evaluados fueron los  legisladores. Uno podría pensar que es un resultado sin trascendencia, pero  aquí es donde podemos apreciar, la manera en la que no ha permeado la  democracia en la vida cotidiana de los ciudadanos, ya que se confía más en instituciones rígidas, jerárquicas y cerradas, en vez de instituciones de representación popular.
9 de cada 10 jóvenes se interesan poco o nada en la política, ya que el 37.4% creen que los  políticos son deshonestos, al 22% simplemente no les interesa, y otro 22% no le entiende,  mientras que el  13%  no tiene tiempo para ello.
Y como es más fácil ponernos de acuerdo por lo que vine, que por lo que ya  pasó,  me permito  presentar algunas propuestas para fortalecer la participación de los jóvenes en la vida política del país. 
1) Es necesario “adoptar a nuestros representantes”, darle seguimiento a sus propuestas, la democracia sólo puede ejercerse al evaluar y vigilar a los candidatos y a las autoridades que elegimos. 
2) Ampliar la participación de los jóvenes en los partidos políticos. Decía John Stuart Mill que todo aquello que es habitual se hace natural, en  este caso se vincula directamente a la corrupción o al  tráfico de influencias como actividades inherentes a los partidos políticos, prácticas que laceran  los principales intereses de los jóvenes como la libertad y la justicia social. 
La opción de las cuotas de jóvenes en los partidos políticos es buena, pero debe ser provisional,  no debe verse como una obligación sin sustento, que destine un porcentaje de cargos a los  jóvenes, sino que esta designación tiene que basarse en el principio del mérito, de tener al “mejor candidato”, dentro de los mejores, donde por supuesto que habrán jóvenes. 
3) Tener mayor participación en Organizaciones Sociales. La  actividad política no es exclusiva de  los particos políticos, también están las organizaciones civiles que son un excelente espacio para  beneficiar los asuntos públicos. “Democracia es crecer con el Estado, participando en las decisiones de la vida pública”. 
4) Fortalecimiento de la política local. Es necesario cambiar la pirámide de lealtades, y con ello no me refiero a dejar de actuar dentro de los partidos políticos, sino a fortalecerlos a nivel local. 

© Ignacio Pareja Amador, publicado en diversos periódicos y medios informativos en Latinoamérica.  Octubre 2013.


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