jueves, 22 de octubre de 2009

¿Por qué ganó el Nobel Obama?

Existe la creencia (entre los medios de comunicación) de que las malas noticias son más atractivas que las buenas. Que informar acerca de alguna calamidad es más rentable, o que puede polemizarse una buena noticia para darle manufactura o un cierto valor agregado informativo.
Cuando Barack Obama llegó a la presidencia del país más poderoso del mundo, aquella fue la noticia del momento: por fin un candidato afroamericano llegaría a la Casa Blanca, algo que incluso entre los círculos intelectuales se comentó como muy difícil.
Obama rompió con grandes barreras, primero al vencer a Hilary Clinton por la candidatura demócrata, quien contaba con un buen capital financiero y político para contender por la presidencia y posteriormente al ganar las elecciones presidenciales a John McClain.
Aquel tecnócrata egresado de Harvard llegó a la presidencia del país con grandes tareas. La economía norteamericana se había mermado por la guerra, la imagen de Estados Unidos estaba por los suelos gracias a la administración Bush; aquello alimentaba los “movimientos” anti-yankees alrededor del mundo, el objetivo de la seguridad nacional se volvió una prioridad y se usó a la milicia como medio para alcanzar este fin, etc., etc.
Sin embargo Obama llegó a la Casa Blanca con promesas solidas: mejorar la imagen de Estados Unidos, las relaciones con Rusia, cerrar Guantánamo en un año, retirar tropas norteamericanas de Irak y Afganistán, mejorar las condiciones económicas de aquel 10% de la población que se encuentra “below the poverty line” (bajo la línea de la pobreza), en pocas palabras terminar con la hostilidad de la política estadunidense en pro de una nueva perspectiva en las políticas internacionales.
Aquellos que son enemigos de EE.UU., hoy en día ya no cuentan con una de las mejores herramientas que tenían: desacreditar al gobierno estadunidense. Cómo poder hacerlo cuando la cabeza de aquel gobierno tiene una popularidad inmensa, cuando la imagen de EE.UU., atrofiada por los años se está limpiando poco a poco. Cómo ganar simpatizantes anti estadunidenses cuando las señales norteamericanas ya no conducen al conflicto bélico. Sin duda alguna, muchos de los regímenes vs americanos deberán replantear sus estrategias para combatir a Obama, Corea del Norte ya lo está haciendo.
Este optimismo pro-Obama lo vivimos aquí en México, en la primera visita que hizo a nuestro país: todos querían salir en la foto con Obama, no hubo indicios de manifestaciones en su contra, si no una cálida bienvenida del gobierno y el pueblo mexicano.
En el mundo ha ocurrido algo parecido. Pese a que Obama no ha cumplido de manera satisfactoria con todos los retos a los que se ha enfrentado y ha perdido popularidad a nivel internacional, al momento en el que se dan las cumbres de los “G” (G8, G20), los globalifóbicos no han reaccionado de manera tan enérgica como antes. ¿Cómo hacerlo? Si aquel presidente es un hombre sensato, inteligente, democrático y de raza negra, porque incluso aquella condición impide que la sátira política haga complemente de las suyas con aquel mandatario por cuestiones raciales. ¿Irónico no?
La administración Obama no ha cumplido todavía con las vastas exigencias del pueblo norteamericano y del mundo entero, con aquellas promesas de esperanza, entonces: ¿Por qué ganó el viernes pasado el premio Nobel de la paz?
Si nos situamos desde dos ópticas, una de meritos personales y otra de actores principales, podemos argumentar las siguientes dos posibilidades:
La primera es porque lo MERECE. Su llegada al poder significó un giro de 180 grados en la política exterior estadunidense, la cual era agresiva y hostil desde 2001 hasta 2008. Todos recordamos los ataques terroristas que derivaron de la misma, los ejercicios militares en Medio Oriente, las guerras civiles en Irak y Afganistán (las cuales siguen vigentes), las tensiones de EE.UU. con la Rusia de Putin, el uso del concepto de seguridad nacional como tema prioritario para los Estados Unidos.
Obama ha archivado el proyecto del escudo antimisiles en Europa del Este, ha acercado a los máximos rivales del siglo pasado (los más poderosos en términos militares) a favor de la reducción del arsenal nuclear, un gesto en pro de la humanidad. En Obama, los países alejados de EE.UU. han visto una posibilidad de acercamiento, una esperanza para mejorar la relación (si no pregúntenle a Cuba, Venezuela o Corea del Norte). Aquellos que no tienen intensiones de acercamiento como Irán, poco a poco perderán el apoyo “anti-yankee” que tenían en el mundo, de manera que tarde o temprano se quedaran aislados por la opinión pública internacional.
La segunda es para COMPROMETERLO. Ya que Obama ha manejado un discurso esperanzador, de paz, de multilateralismo, de cooperación y de cambio. El hecho de otorgarle el premio nobel lo compromete a encaminar sus esfuerzos y los recursos de su administración en pro de una política exterior más tolerante, que respete valores internacionales como los Derechos Humanos, el cuidado del Medio Ambiente, el libre comercio justo, etc.
Hasta ahora la administración Obama ha tenido una digna participación en el escenario internacional, pero ¿acaso podrá mantenerse así durante todo su mandato? Los países no “guerrean” sólo por odios raciales o choques culturales e históricos, lo hacen por intereses geopolíticos. Los estadunidenses conocen mejor que nadie las ganancias de la guerra; fue el triunfo de la segunda guerra mundial lo que les dio el estatus que hoy tienen en el mundo, saben que en esta operación aritmética (costo-beneficio) hay mucho que ganar: recursos naturales, contratos millonarios de reconstrucción y fomento, alianzas políticas, contención a enemigos, etc., etc.
“La guerra es costosa, pero genera cuantiosas ganancias”, aquella será una máxima que deberá falsar Obama si quiere mantener su buena imagen. Lo debe hacer al interior de su propio país derogando el “establishment” que ha imperado en la política norteamericana durante casi toda su historia, debe convencer a viejos y nuevos realistas que tienen mucho poder en EE.UU., en sus empresas y en el gobierno, vaya reto.

Internacionalista, idealista activo y libre promotor del cambio.
Comentarios y contacto:
ipa_newton@hotmail.com

© Ignacio Pareja Amador, publicado en el periódico "El Imparcial". Oaxaca, México. 13 de Octubre, 2009

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