lunes, 24 de agosto de 2009

ODM: La asignatura global pendiente

Entrando el milenio, como consecuencia de una basta transformación del Sistema Internacional, que por cierto es bien descrita por el diplomático mexicano José Juan de Olloqui, los líderes del mundo se comprometieron a trabajar de manera individual y conjunta para mitigar los males cada vez más profundos y difíciles de este planeta. En palabras del Secretario General de la ONU Ban ki-moon aquellos líderes “[…] aprobaron un plan para un mundo mejor y prometieron no escatimar esfuerzos en la materialización de esa visión”. De esa manera se propusieron cumplir con una serie de fines comunes a los que llamaron: Los objetivos de Desarrollo del Milenio.
Estos objetivos se plantearon en septiembre de 2000, con la venia de 189 países que firmaron “La Declaración del Milenio”. Se dispuso entonces que para el 2015 se cumplirían las siguientes metas: Erradicar la pobreza extrema y el hambre, Lograr la enseñanza primaria universal, Promover la igualdad de géneros y el empoderamiento de la mujer, Reducir la mortalidad infantil, Mejorar la salud materna, Combatir el VIH y SIDA, el paludismo y otras enfermedades, Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
El informe de los ODM presentado por la Naciones Unidas en este año muestra que los resultados son poco alentadores, pero mantienen un elemento esperanzador sobretodo en la cuestión de los logros. De esta forma, a nueve años de la “Declaración del milenio” podemos clasificar los resultados en dos rubros: los de poco desarrollo y los de gran avance.
En los primeros tenemos que la crisis económica y alimentaria ha afectado a la mayoría de personas que estaban en extrema pobreza, de forma que para este año entre 55 y 90 millones cruzaran el umbral de la misma. Además el alto precio de los alimentos ha detenido la lucha contra el hambre, por lo que cerca de 1200 millones de personas sufren esta condición. Aunado a esto se tienen datos de que un cuarto de los niños que viven en los países menos desarrollados sufren de desnutrición, la cual los limita en sus perspectivas de aprendizaje y supervivencia (este es uno de los objetivos que quizá no se alcance para 2015). En este tenor, la crisis financiera afectó también la cartera de donaciones de los países desarrollados a los distintos programas y planes como los destinados a mejorar la salud materna, que es donde se registran menores avances. Aunado al recorte de donaciones, los países menos desarrollados han visto la contracción de sus economías como consecuencia de la caída de sus exportaciones, y la baja en el precio de las materias primas (su principal exportación), de forma que la brecha del subdesarrollo se hace cada vez más grande. En este aspecto la economía se vuelve condicionante del Medio Ambiente, el cual se ve afectado por la deforestación, la disminución de la biodiversidad, pero sobretodo por la previsión de una crisis futura: la de los recursos hídricos.
No todo son malas noticias, los resultados también exponen que la lucha contra la pobreza poco a poco se va ganando, de forma que el número de pobres en el mundo se ha reducido: para 1990 casi la mitad de la población mundial vivía en la pobreza extrema, quince años más tarde era poco más de un cuarto.
En cuestión de educación la matricula de enseñanza primaria alcanzó el 88% en 2007 en los países en vías de desarrollo. En cuanto a la mortalidad infantil se logró disminuir el número de infantes menores de cinco años muertos por desnutrición o enfermedades como el paludismo de 12.6 millones en 1990 a 9 millones en 2007.
En referencia al medio ambiente el logro más importante fue la reducción de un 97% del consumo de sustancias que deterioran la capa de ozono, por lo que se prevé una mayor recuperación de la misma en años posteriores.
Aún quedan varios tópicos pendientes, como la igualdad de géneros, el saneamiento universal, la implementación en las políticas nacionales del desarrollo sustentable, pero para ello se requieren de cambios estructurales y compromisos políticos sólidos. Estamos a seis años para que se cumpla el plazo y las percepciones son poco alentadoras, por ejemplo en México estaremos celebrando “La Cumbre de Líderes de América del Norte”. Como era de esperarse los temas a abordar serán los referentes a la seguridad, la frontera, el comercio, el transporte, la energía, la influenza A(H1N1), no encontramos alguno de los ODM. Todos ellos pueden analizarse de manera mundial, pero su solución se aplicará sólo a nuestra región, ¡vaya voluntad global!.
Los cancilleres del Exterior de los tres Estados de América del Norte suenan sumamente positivos al expresar de manera conjunta la voluntad de “hacer de América del Norte la región más prospera, segura y competitiva del mundo”, Es un objetivo ambicioso mas no imposible, pero requiere de tomar en cuenta los nuevos y viejos problemas como las trabas al transporte, a la movilidad ciudadana, la discriminación laboral, el trafico de estupefacientes, de armas, el aislamiento fronterizo, etc., que dejan en claro lo frágil de una América del Norte “Unida”, y sólo vislumbran a tres países con buenas intensiones. No tendría incluso cavidad hablar a este respecto si se abordaran las temáticas de los ODM, no es tema para el reflector mundial ahora, “quizás para el 2014”.
Son ejemplos como el anterior los que alimentarán comentarios pesimistas, y que dejan en segundo plano los objetivos mundiales. Debemos tener en claro que el primer paso se ha dado, los Objetivos de Desarrollo del Milenio plantearon una alianza mundial, algo nunca antes visto. Países como el nuestro sufren los estragos del subdesarrollo, de una pobreza inminente mas no absoluta. Y aunque suene idealista depende de cada uno de nosotros, CIUDADANOS DEL MUNDO expresar el mensaje de esta iniciativa a nuestros gobiernos, para que haciendo de México un país mejor, más activo en su cooperación multilateral, éste contribuya a hacer del mundo un lugar más justo, digno, igualitario, prospero y seguro que de libertad a aquellos que se encuentran atrapados por los demonios de la pobreza, la desigualdad, la injusticia y el hambre.

© Ignacio Pareja Amador, publicado en el periódico "El Imparcial". Oaxaca, México. 11 de Agosto, 2009.

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