QUIZÁ una manera correcta para que México pueda aprovechar el entorno internacional a su favor es conociendo las distintas experiencias que han llevado a ciertos países por el camino correcto, que les han permitido CRUZAR la extensa frontera entre el subdesarrollo y el desarrollo. Parece simple, pero una de las grandes preguntas que se hacen los tomadores de decisiones (gobiernos) es: ¿cuál es la FÓRMULA para alcanzar el desarrollo, entendiéndolo como un estado de bienestar de la economía que se transmita a la población en general y que le pueda dotar de servicios básicos, de un entorno seguro, de un ambiente digno para habitar? Vayamos a la historia mundial, a los momentos que permitieron a ciertos países ascender estaños, ver crecer grandes empresas y convertirse en puntos de referencia en cuestión de desarrollo.
El siglo pasado no sólo observó una gran cantidad de sucesos y momentos históricos que delinearon lo que ahora conocemos como la realidad internacional. Algunos eventos como las dos guerras mundiales, las detonaciones de las bombas atómicas en Japón, el inicio y la transformación de gobiernos comunistas, las guerrillas que derivaron de estos regímenes, la creación de la ONU, etc., fueron DETERMINANTES de lo que conocemos como el SISTEMA MUNDO. Todo lo que sabemos, nuestros modelos económicos, los avances tecnológicos, los problemas ambientales, las divisiones políticas, etc. derivaron de una época de oportunidades, de un momento donde todos los países reconocieron que era el tiempo perfecto para el cambio (aunque muchos no tenían un claro panorama), que el punto de inflexión de su historia local podría aprovechar la coyuntura internacional llegando a un objetivo para todos claro: EL DESARROLLO.
Tomemos un ejemplo particular: lo que aconteció en la península de Corea. Es una afirmación contundente decir que en el mundo las buenas decisiones generan buenos resultados, o dicho de forma práctica: apostar al desarrollo social-empresarial es más rentable que hacerlo al desarrollo militar –en tiempo de paz por supuesto-. Es importante conocer la situación de estos países asiáticos por muchas razones: en el caso de Corea del Sur por su desarrollo tecnológico, por su nivel socio-cultural, o dicho de manera más cercana porque hace más de tres décadas México tenía mejores condiciones de vida que aquel país asiático, que hoy por hoy dejó el subdesarrollo para formar parte del club de países ricos con vistas a crecer de forma sostenida e independiente. El caso de Corea del Norte también es NOTABLE, un país con condiciones y recursos tan limitados, con el veto del grueso de países de Occidente, ajeno a los grandes desarrollos, casi perdidos en el mapa mundial es actualmente una de las amenazas más importantes que existen, uno de los temas de referencia del Consejo de Seguridad y paradójicamente el peor enemigo de su nación hermana, la República de Corea.
Grandes mitos y verdades rodean la historia de esta península que para antes de 1953 era un solo país, y que hasta 1945 había alcanzado la independencia de los japoneses. La parte norte que cayó en la zona de influencia soviética prácticamente se desconectó del mundo Occidental. Mientras que la parte sur fue arropada por los EE.UU., instauró una forma de vida más occidentalizada (incluso su sistema legislativo tiene como una de sus bases al sistema anglosajón) y se ha desarrollado de forma sorprendente.
Para saciar la curiosidad intelectual por conocer las condiciones de las dos Coreas vamos a hacer un ejercicio básico, hay que dimensionarlas en el mundo. Comencemos por Corea del Norte. Este país tiene una extensión de 120,000 Km2, una economía de 40,000 millones de dólares (de las más pobres del mundo) que registró un decremento de 2.3% en 2008. Tiene 22.6 millones de habitantes, un PIB per capita de $1,700 dólares muy cercano al de Costa de Marfil, Laos, Sudán, Chad, algunos de los países más pobres del MUNDO. Una esperanza de vida al nacer de 63 años, de las más bajas del planeta, etc. Es un país con un régimen comunista que destina gran cantidad de sus ingresos al desarrollo de la milicia, con un proyecto de armas nucleares –que se creía un mito- y que saltó a la realidad en 2006 cuando hicieron su primer ensayo, de forma que los reflectores mundiales voltearon a esta región del mundo, y se dieron cuenta que la herramienta diplomática de los norcoreanos era la provocación a nivel regional.
Corea del Sur es la otra cara de la MONEDA, con menos territorio que su vecino del norte (94.4 km2), un PIB de 1.2 billones de dólares (la 14 economía del mundo), con un crecimiento de 2.5%, un PIB per capita de 26,000 dólares, y una esperanza de vida de 78 años. Las estadísticas son contundentes, Corea del Sur ha alcanzado cierto desarrollo.
Hasta este momento de nuestra reflexión surge la pregunta obligada: ¿Cuáles fueron esas decisiones correctas que hicieron que Corea del Sur encontrara el desarrollo y que su vecino del norte quedara rezagado? La respuesta podría derivar de las políticas públicas instauradas por la joven Corea de Sur durante las décadas de los sesenta y setenta, cuando siguiendo un modelo japonés apostó a la educación como herramienta de desarrollo. A esta política se le sumaron la atracción de inversión extranjera (sobretodo japonesa y norteamericana), el apoyo gubernamental a empresas locales, un Modelo de crecimiento basado en la exportaciones (y el aumento paulatino del valor agregado de las mismas), y algo que es muy importante que es la cultura, o sea fomentar los VALORES del pueblo coreano con vistas a prepararlo para el fenómeno que tanto afecta a varios países y beneficia a otros: la globalización.
En el caso de Corea del Norte, un modelo así no pudo ser posible. El comunismo norcoreano se corrompió desde que el primer “KIM” cedió el poder a su hijo y esta dictadura “KIM” se mantiene hasta nuestros días con una doble moral: por un lado recibe ayuda de organismos internacionales como la FAO, de ONG’s americanas e incluso hasta hace un año de la misma Corea del Sur. Mientras que es la peor amenaza a la prospera región del este asiático. Tuvo durante muchos años un programa secreto con fines nucleares que le rindió fruto en 2006 y que ha usado para volver los reflectores el pasado 4 de julio. Tiene el apoyo de la gran China, quien no ha dudado en aprobar las resoluciones del Consejo de Seguridad que “instan al país a abandonar sus ejercicios nucleares”, pero quien lo apoya de forma financiera y por supuesto con asesoría en cuestión nuclear. ¿Qué país tomó la decisión CORRECTA? La respuesta no sólo es obvia, si no que nos deja el aprendizaje de porque es tan importante el papel de un gobierno en el desarrollo del país. Por supuesto que no es un elemento único, está también la SINERGIA que genere la relación gobierno-ciudadano-empresa-Asociaciones Civiles-ONG’s-etc., pero hay que tener muy claro que hoy en día solo el Estado tiene los recursos y el deber para fomentar un desarrollo generalizado y no parcial, ya que, aunque haya capital humano de CALIDAD, sin un buen gobierno no puede haber desarrollo, si no pregúntele a los cubanos que viven en Miami, quienes en su patria no ven más que a un gobierno que los obstaculiza y fuera de ella, en la libertad económica, alcanzan el desarrollo.
El siglo pasado no sólo observó una gran cantidad de sucesos y momentos históricos que delinearon lo que ahora conocemos como la realidad internacional. Algunos eventos como las dos guerras mundiales, las detonaciones de las bombas atómicas en Japón, el inicio y la transformación de gobiernos comunistas, las guerrillas que derivaron de estos regímenes, la creación de la ONU, etc., fueron DETERMINANTES de lo que conocemos como el SISTEMA MUNDO. Todo lo que sabemos, nuestros modelos económicos, los avances tecnológicos, los problemas ambientales, las divisiones políticas, etc. derivaron de una época de oportunidades, de un momento donde todos los países reconocieron que era el tiempo perfecto para el cambio (aunque muchos no tenían un claro panorama), que el punto de inflexión de su historia local podría aprovechar la coyuntura internacional llegando a un objetivo para todos claro: EL DESARROLLO.
Tomemos un ejemplo particular: lo que aconteció en la península de Corea. Es una afirmación contundente decir que en el mundo las buenas decisiones generan buenos resultados, o dicho de forma práctica: apostar al desarrollo social-empresarial es más rentable que hacerlo al desarrollo militar –en tiempo de paz por supuesto-. Es importante conocer la situación de estos países asiáticos por muchas razones: en el caso de Corea del Sur por su desarrollo tecnológico, por su nivel socio-cultural, o dicho de manera más cercana porque hace más de tres décadas México tenía mejores condiciones de vida que aquel país asiático, que hoy por hoy dejó el subdesarrollo para formar parte del club de países ricos con vistas a crecer de forma sostenida e independiente. El caso de Corea del Norte también es NOTABLE, un país con condiciones y recursos tan limitados, con el veto del grueso de países de Occidente, ajeno a los grandes desarrollos, casi perdidos en el mapa mundial es actualmente una de las amenazas más importantes que existen, uno de los temas de referencia del Consejo de Seguridad y paradójicamente el peor enemigo de su nación hermana, la República de Corea.
Grandes mitos y verdades rodean la historia de esta península que para antes de 1953 era un solo país, y que hasta 1945 había alcanzado la independencia de los japoneses. La parte norte que cayó en la zona de influencia soviética prácticamente se desconectó del mundo Occidental. Mientras que la parte sur fue arropada por los EE.UU., instauró una forma de vida más occidentalizada (incluso su sistema legislativo tiene como una de sus bases al sistema anglosajón) y se ha desarrollado de forma sorprendente.
Para saciar la curiosidad intelectual por conocer las condiciones de las dos Coreas vamos a hacer un ejercicio básico, hay que dimensionarlas en el mundo. Comencemos por Corea del Norte. Este país tiene una extensión de 120,000 Km2, una economía de 40,000 millones de dólares (de las más pobres del mundo) que registró un decremento de 2.3% en 2008. Tiene 22.6 millones de habitantes, un PIB per capita de $1,700 dólares muy cercano al de Costa de Marfil, Laos, Sudán, Chad, algunos de los países más pobres del MUNDO. Una esperanza de vida al nacer de 63 años, de las más bajas del planeta, etc. Es un país con un régimen comunista que destina gran cantidad de sus ingresos al desarrollo de la milicia, con un proyecto de armas nucleares –que se creía un mito- y que saltó a la realidad en 2006 cuando hicieron su primer ensayo, de forma que los reflectores mundiales voltearon a esta región del mundo, y se dieron cuenta que la herramienta diplomática de los norcoreanos era la provocación a nivel regional.
Corea del Sur es la otra cara de la MONEDA, con menos territorio que su vecino del norte (94.4 km2), un PIB de 1.2 billones de dólares (la 14 economía del mundo), con un crecimiento de 2.5%, un PIB per capita de 26,000 dólares, y una esperanza de vida de 78 años. Las estadísticas son contundentes, Corea del Sur ha alcanzado cierto desarrollo.
Hasta este momento de nuestra reflexión surge la pregunta obligada: ¿Cuáles fueron esas decisiones correctas que hicieron que Corea del Sur encontrara el desarrollo y que su vecino del norte quedara rezagado? La respuesta podría derivar de las políticas públicas instauradas por la joven Corea de Sur durante las décadas de los sesenta y setenta, cuando siguiendo un modelo japonés apostó a la educación como herramienta de desarrollo. A esta política se le sumaron la atracción de inversión extranjera (sobretodo japonesa y norteamericana), el apoyo gubernamental a empresas locales, un Modelo de crecimiento basado en la exportaciones (y el aumento paulatino del valor agregado de las mismas), y algo que es muy importante que es la cultura, o sea fomentar los VALORES del pueblo coreano con vistas a prepararlo para el fenómeno que tanto afecta a varios países y beneficia a otros: la globalización.
En el caso de Corea del Norte, un modelo así no pudo ser posible. El comunismo norcoreano se corrompió desde que el primer “KIM” cedió el poder a su hijo y esta dictadura “KIM” se mantiene hasta nuestros días con una doble moral: por un lado recibe ayuda de organismos internacionales como la FAO, de ONG’s americanas e incluso hasta hace un año de la misma Corea del Sur. Mientras que es la peor amenaza a la prospera región del este asiático. Tuvo durante muchos años un programa secreto con fines nucleares que le rindió fruto en 2006 y que ha usado para volver los reflectores el pasado 4 de julio. Tiene el apoyo de la gran China, quien no ha dudado en aprobar las resoluciones del Consejo de Seguridad que “instan al país a abandonar sus ejercicios nucleares”, pero quien lo apoya de forma financiera y por supuesto con asesoría en cuestión nuclear. ¿Qué país tomó la decisión CORRECTA? La respuesta no sólo es obvia, si no que nos deja el aprendizaje de porque es tan importante el papel de un gobierno en el desarrollo del país. Por supuesto que no es un elemento único, está también la SINERGIA que genere la relación gobierno-ciudadano-empresa-Asociaciones Civiles-ONG’s-etc., pero hay que tener muy claro que hoy en día solo el Estado tiene los recursos y el deber para fomentar un desarrollo generalizado y no parcial, ya que, aunque haya capital humano de CALIDAD, sin un buen gobierno no puede haber desarrollo, si no pregúntele a los cubanos que viven en Miami, quienes en su patria no ven más que a un gobierno que los obstaculiza y fuera de ella, en la libertad económica, alcanzan el desarrollo.
Comentarios y Contacto: ignacio_pareja@yahoo.com
© Ignacio Pareja Amador, publicado en el periódico "El Imparcial". Oaxaca, México. 30 de Julio, 2009.
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