lunes, 10 de agosto de 2009

¿LAS CRISIS GLOBALES, UN ELEMENTO DE UNIÓN?

Las CRISIS GLOBALES son en todo momento fenómenos INDESEABLES que alteran el entorno, expanden las grietas de los problemas mundiales, causan serios daños a los más necesitados y sin embargo representan el fin de un ciclo y el inicio de otro: un momento NECESARIO para la transformación y un punto de inflexión preciso para el cambio en un contexto establecido.
La historia contemporánea brinda sostén al argumento anterior, las últimas dos grandes crisis mundiales han delineado las tendencias económicas que han seguido la mayoría de países. La primera, la de 1929/30, significó la llegada del “Modelo del estado de bienestar KEYNESIANO” a la mayoría de países de Occidente, dejando en claro que el liberalismo económico ortodoxo perdía vigencia, que el Estado debía proveer de empleo a su ciudadanía y salvaguardar sus intereses con amplias políticas sociales.
La segunda crisis global que modificó el rumbo de las políticas económicas internacionales fue la de 1973, aquella crisis energética que fue alimentada por las diferentes tensiones políticas y terminó con el estado de bienestar keynesiano, dando lugar al Modelo económico NEOLIBERAL, mismo que se nutre de los postulados de dos premios nobel de economía: F.A. Hayek y Milton Friedman.
Particularmente la actual crisis financiera ha puesto en un serio debate la viabilidad del Modelo neoliberal, ya que el mismo ha sufrido una de sus MÁXIMAS contradicciones: el país que exportó y refinó este modelo ha optado por brindar apoyo económico a sus empresas, ha rescatado a la Banca, posee acciones de decenas de unidades económicas que estuvieron en números rojos, y ha destinado más de setecientos mil millones de dólares para que la economía no colapse, evitando así un efecto domino en el tablero mundial.
Se puede decir que incluso entre las crisis existe cierta SINERGIA, paradójico o no, cuando más de dos o tres convergen los resultados pueden ser TERRIBLES. La crisis financiera surgió como consecuencia de la especulación en el sector hipotecario norteamericano, el cual no brindó la información correcta a los inversores y derivó en una crisis global, con una caída en el ingreso real, el estancamiento económico y un aumento en los niveles de desempleo a nivel mundial. Esto significa que países como el nuestro no están generando riqueza, de forma que las altas tasas de DESEMPLEO y los despidos masivos son sinónimo de menor oportunidad para encontrar trabajo y mayor competencia con personas con experiencia que han quedado desempleadas, además de obstaculizar los esfuerzos mundiales para mejorar las condiciones de vida de la población del planeta como los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
En lo que respecta a la crisis alimentaria, sabemos gracias a datos de la FAO que en el mundo 1020 millones de personas pasan HAMBRE, una sexta parte de la población mundial, un porcentaje similar al número de jóvenes que vivimos en la tierra carece de alimentos suficientes todos los días. Los altos costos de los alimentos (otro commodity que en su momento se volvió rentable a la especulación) son la principal limitación a la que nos enfrentamos. Por ejemplo, hace dos años los cereales registraron un aumento del 41% en su precio, los aceites vegetales 60%, mientras que los productos lácteos lo hicieron en un 83%. Incluso entre 2007 y 2008 el precio del trigo, la base principal de la dieta de varios países incrementó su precio en 130%.
La cuestión de la crisis energética se ha sumado a las otras crisis. Los ALTOS precios de los energéticos (petróleo y gas) han aumentado el precio del transporte, por lo tanto han contribuido al incremento de los precios de los productos, entre ellos de los alimentos.
Por otro lado debemos tener en claro que las crisis no son permanentes; que la mejor manera de enfrentar una crisis es estando conscientes de la realidad que ésta representa y no afrontarla con MIEDO, porque esa sensación humana tiende a cegar las propuestas, a crear una hipnosis que trunca, distorsiona y profundiza las problemáticas generadas por las crisis. Algún proverbio chino dice que toda crisis viene acompañada de oportunidad, que quienes sobreviven a las crisis gracias a su inventiva, a su creatividad se ven favorecidos en el momento en el que ésta pasa.
Para alcanzar la solución al problema de las crisis se necesita una sincronicidad: tenemos un objetivo COMÚN; mejorar las condiciones de vida de nuestro entorno, eso nos genera unión, los medios para alcanzar esta unión se encuentran inmersos en los Organismos como Naciones Unidas y en sus órganos especializados. La estrategia mundial de lucha anti-crisis debe venir acompañada de la voluntad real de los gobiernos del mundo, sobretodo en la planeación, estructuración y modificación del modelo que ha imperado en las políticas económicas internacionales por las últimas 3 décadas, con miras a hacerlo más humano, más social, más cooperativo y con una mayor regulación hacia los distintos mercados sin asfixiarlos.
Por su parte la ONU ha instado en repetidas ocasiones a los países desarrollados a no disminuir apoyos hacia los proyectos de ayuda a los países más pobres, con el fin de no agravar las crisis. El Secretario General Ban ki-moon habla de liberar a la humanidad de las TRABAS de los problemas mundiales, para él “Nada menos que la viabilidad de nuestro planeta y el futuro de la humanidad están en juego.”
El desarrollo no implica necesariamente un crecimiento económico, lo entendemos así porque es el DINERO el que financia campañas de alfabetización, piso firme, construcción de escuelas e infraestructura, etc. Todos podemos favorecer a que en un momento de crisis ese desarrollo sea posible, debemos ver al “estado estacionario de la economía” como una oportunidad para observar el panorama general, la organización de las cosas y para reorientar el rumbo, de tal forma que pondremos de manifiesto lo que funciona y podremos derogar lo que no.
¿Acaso necesitamos de un enemigo mundial común para hacer los cambios que hermanen a la humanidad como una sola nación que no distinga raíces, credos y religiones? Tenemos enemigos comunes pero no nos damos cuenta porque aún no nos afectan a todos en general. Eso son las crisis, deben ser el enemigo común que hay que combatir hombro con hombro para derogarlas, podemos hacer que un elemento que nos afecta a todos se convierta en el vinculo de la UNIÓN, en la transición de las políticas hostiles nacionalistas e individuales hacia políticas mundiales comunes.
Es cuestión de actitud, y ningún evento, momento o crisis puede condicionar nuestra conducta, nuestra libertad de ACTUAR, crear, innovar, proponer, y lanzar nuestros ideales a los distintos foros como una manifestación de que los ciudadanos del mundo no reconocemos fronteras en cuestión de problemáticas globales, lo que si reconocemos es la cooperación y la mutua responsabilidad de todos los Estados, de todos los gobiernos por actuar de manera vinculante, mediante la voz institucional de la sociedad civil internacional; nuestras autoridades, organismos y asociaciones para dar plena LIBERTAD a todos los seres humanos que se encuentran atrapados por los yugos de la pobreza, el hambre y el subdesarrollo MISMO.

Comentarios y contacto
ignacio_pareja@yahoo.com.mx
© Ignacio Pareja Amador, publicado en el periódico "El Imparcial". Oaxaca, México. 4 de Agosto, 2009.

2 comentarios:

  1. Buenas tardes, muy interesante su blog estimado Ignacio, sin embargo, me gustaría preguntarle si ¿usted realmente cree que organismos como la citada ONU y sus órganos especializados logrará esa unión de la que habla?¿de verdad cree en esa falacia de la unidad mundial cuando una gran brecha económica, independientemente de la crisis actual, nos separa? desde un punto de vista personal, para llegar a la unidad mubdial hace falta mucho camino por recorrer, no me parece que sea imposible, sin embargo si muy difícil y no soy pesimista, en realidad me conduzco por la vía de la real politik.

    A decir verdad mi estimado Pareja Amador, su escrito es bueno, pero idealista, que no es malo porsupuesto, pero el mundo en el que nos encontramos exige visión en tiempo real.

    Gracias.

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  2. Estoy consiente de las deficiencias de los Organismos Internacionales, de lo atada de manos que puede llegar a estar la ONU, la cual genera su agenda de acuerdo a la voluntad de los distintos miembros (y de sus mayores acreedores por supuesto). Creo de igual manera que un movimiento de unidad mundial sólo será posible cuando aparezca o creamos en la idea de un enemigo común, cuya solución será el objetivo que compartiremos en áreas específicas. Me he considerado un idealista porque creo que los cambios positivos en el mundo, aquellos que han roto paradigmas, modelos, creencias, tabús, etc., han sido propuestos por idealistas. Como ejemplo vislumbramos las múltiples ONG’s, Fundaciones, Organizaciones civiles que brindan propuestas sin esperar una retribución económica, sino que ven a largo plazo por el futuro de la humanidad.
    Muchas veces pensar de forma realista tiende a atarnos de manos, a saber de buenas a primeras que el Sistema Mundial es sumamente inflexible, que los países ricos siempre pretenderán serlo a cualquier precio y que la dependencia económica será una condición permanente en los países en vías de desarrollo. De lo anterior estoy totalmente consiente, vivo en un país subdesarrollado, sé cómo se distribuye la riqueza, conozco las carencias del subdesarrollo, etc.
    Creo que concientizar a la sociedad civil respecto a estos temas ayuda profundamente a que las grietas que mencionas no se prolonguen, creo que existimos “ciudadanos del mundo” a quienes nos afectan los problemas globales. Hoy en día esta clase de movimientos es sumamente joven, en un futuro será el pan de cada día, promover la idea de la unidad mundial con valores específicos y derechos universales puede contribuir convertir nuestro mundo en un mejor lugar, por lo menos más justo.

    IPA

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