martes, 22 de junio de 2010

Una decisión correcta

Imaginemos que vivimos en un país donde el 50% de la población depende de la ayuda humanitaria; de los alimentos que se envían desde las Misiones de Naciones Unidas y que cada día son más difíciles de llevar a su destino. Que no podemos salir a trabajar porque la economía está estancada, nuestro país no produce riqueza alguna; no hay empleadores, empresas o inversionistas que arriesguen su capital en nuestra nación. Imaginemos que es peligroso salir a las calles por nuestra condición racial o étnica, que tenemos enemigos acérrimos sin conocer las causas, que no hay gobierno, sólo dictadores cuyo único objetivo es perpetuarse en el poder y enriquecerse a costa del país. ¿Qué haríamos en esos casos?, ¿podríamos como sociedad unirnos para restaurar el orden al interior de nuestro país o dependeríamos de un agente externo que nos apoyara en esta importante labor?
El órgano facultado para coordinar estas misiones es el Consejo de Seguridad de la ONU (CSONU) quien mediante sus grupos de trabajo busca restaurar el orden, vigilar y sancionar a quienes lo quebrantan, así como procurar que el estado de derecho sea una situación permanente en los países que así lo requieren. Básicamente estamos hablando de emplear todo un aparato de ingeniería civil para crear un gobierno, redactar leyes, celebrar elecciones, reconciliar a la sociedad y dotar de soberanía y reconocimiento a los nuevos grupos en el poder.
Como lo vimos en la colaboración anterior, nuestro país participa actualmente como miembro no permanente del CSONU, su actuación se ha basado en los canales del dialogo antes que la fuerza; en el respeto por los derechos humanos, pero sobre todo por las garantías que brinda el derecho internacional humanitario, el cual podemos definir como las leyes y los reglamentos que protegen a los civiles, sobre todo a los grupos vulnerables en tiempos de guerra. Nuestro país ha demostrado que tiene como convicción mostrarse como un actor independiente, justo, equitativo, pero sobre todo participativo, lo cual puede mejorar su relación con otros países, sin buscar confrontaciones con EE.UU.
Hace algunos de días tanto México como otros once miembros del CSONU emitieron nuevas sanciones dirigidas a Irán, derivadas de su polémico programa nuclear. En respuesta, la embajada iraní en nuestro país externó su desaprobación con respecto al voto mexicano, arguyendo que esperaban que nuestra delegación aprovechara el ambiente del bicentenario, el ambiente en pro de la independencia para mostrarse en contra de una resolución que fue impulsada directamente por EE.UU. y sus aliados.
Hasta el momento en que se escribe esta colaboración no se tiene aún una respuesta por parte de la Cancillería mexicana, ¿por qué? Suponemos que analizan cómo decirle a Irán que somos un país que está a favor del Derecho Internacional (DI), de la mediación y la negociación para resolver los conflictos, pues no hay en la resolución indicio de algún de ataque armado u ocupación, en pocas palabras, que no lo hicimos como subordinados, sino que creemos en las sanciones para disuadir cualquier intensión por parte de un país de obtener un arma nuclear.
Quizá hemos olvidado que México tiene una excelente reputación e imagen en materia de proscripción de las armas nucleares en la región latinoamericana, no por nada tenemos el honor de contar con un premio nobel a la paz, Alfonso García Robles, quien tuvo la iniciativa de negociar y promover el Tratado de Tlatelolco a finales de los sesenta para hacer de América Latina la primer zona libre de armas nucleares.
El actuar de México fue correcto. No sólo velamos por el interés del país, haciendo uso del derecho y de sanciones impuestas sobre la base del consenso y la legalidad, sino que no afectamos nuestra relación con EE.UU., y los demás miembros permanentes, quienes votaron igual que México. Es cierto, esta decisión se puede leer entre líneas como un acto de seguimiento, sobre todo porque Brasil votó en contra de la misma, dejando claro que no está de acuerdo con las principales potencias del mundo, pero aquello no nos resta independencia.
Lo que hay que tener en claro es que pese a que tenemos nexos diplomáticos con Irán, nuestra política exterior se ha caracterizado por basarse en las normas del DI, subrayando que estamos en contra de cualquier indicio o sospecha de desarrollo de armamento nuclear por parte de algún país del mundo y a favor de la cooperación con la Agencia Internacional de Energía Atómica, organismo que tiene toda nuestra confianza para hacer las labores de investigación respecto al Programa Nuclear Iraní.

Comentarios y contacto: ignacio_pareja@yahoo.com.mx

© Ignacio Pareja Amador, publicado en los periódicos:

El Imparcial. Oaxaca, Oaxaca. 15 de junio de 2010.
Periódico Punto Medio, Sección Opinión. Mérida Yucatán, Campeche. 15 de junio de 2010.
Medio Informativo Imagen Poblana, Puebla, Pue. Sección Opinión. 15 de junio 2010.
Diarios: Primera Hora, Última Hora y Ahora. Nuevo Laredo, Tamaulipas. 16 de junio de 2010.
Diario de Martínez de la Torre. Martínez de la Torre, Veracruz. 15 de junio de 2010.
Pueblo Guerrero, Chilpancingo Gro. 15 de junio de 2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario