Las alianzas internacionales son importantes porque le permiten a los Estados ampliar su margen de poder frente a la comunidad internacional, les brindan un mayor eco en los foros mundiales de trascendencia, les permiten conciliar consensos durante procesos negociación en ámbitos como el libre comercio, la defensa contra el dumping, pero sobre todo hacen posible que los países disminuyan su dependencia respecto al resto del mundo.
Desde mediados de los noventa, el sistema internacional vivió un periodo de “fiebre regionalista”, los países del mundo reconocieron la importancia de aliarse con el vecino para enfrentar los nuevos retos que de la globalización derivarían. Algunas manifestaciones de estos procesos son la UE, el MERCORSUR, el TLCAN, la ANSEAN, que son prácticamente integraciones económicas a nivel regional. Sin embargo, existen otros procesos que no alcanzan tal nivel de integración, pero que rebasan los límites regionales y que se componen por una alianza de miembros que comparten ideales económicos, políticos o militares, que tienen similitudes a nivel de población y gobierno o simplemente que reconocen su importancia como los próximos herederos de la riqueza mundial.
Bajo esta lógica se creó el BRIC, una alianza entre las economías emergentes más poderosas del planeta: Brasil, Rusia, India y China. Estos países no sólo aglomeran el 23% del PIB mundial, sino que representan en su conjunto el 41.6% de población del planeta. Ante el contexto político que vivimos hoy en día: la democracia, no cabe duda que esta alianza es de gran peso, sobre todo a la hora de negociar mejores condiciones de trato por parte de los Organismos Internacionales como las Naciones Unidas, el FMI, la OMC, etc.
Siendo que más del 85% de su población es apta para trabajar, sabemos que estos países encabezaran los índices de crecimiento económico de los próximos años. Actualmente China ya lo hace y aunque estamos en un periodo post-crisis económica, creció en 2009 a una tasa del 8.7%, la República de la India lo hizo al 6.5%, mientras que Rusia tuvo un saldo negativo de 7.9% y Brasil -0.2%, en un momento en el que la economía del mundo se contrajo 0.8%
Más allá de que las economías emergentes del BRIC sean importantes por la expectativa económica, el tamaño de su población o sus riquezas en cuestión de recursos naturales, esta alianza les permite ser más fuertes a nivel político para negociar en conjunto qué marcos legales del sistema de naciones les convienen y cuáles no.
Por ejemplo, la semana pasada se celebró de forma anticipada (ante el temblor que sufrió una región del sureste de China) la II Cumbre de las potencias emergentes BRIC. En esta reunión fugaz, los países se comprometieron a reformar a ciertos organismos internacionales como la OMC, el FMI o el Banco Mundial, para que se evitaran futuros desequilibrios como los que generaron la crisis económica pasada y se reconociera el peso de las potencias emergentes. Se conversó acerca del tipo de cambio de China, pero no hubo objeciones en contra del país asiático, pese al mar de mercancías baratas que entran a casi todos los países del mundo provenientes de este destino.
Esta alianza tiene la característica de encontrar congruencias a nivel político, por ejemplo el apoyo hacia Brasil y la India para ingresar al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas bajo la modalidad de miembros permanentes. En cuestión económica observamos el consenso para motivar la reforma a los Organismos Financieros Internacionales, en cuestión de temas de desarrollo vemos alianzas entre empresas estratégicas productoras de energéticos y en cuestión tecnológica hay avances en materia de cooperación en el ámbito aeroespacial.
Nuestro país, pese a ser una economía emergente no forma parte del BRIC, pero tiene una importancia similar con respecto a cada uno de sus miembros. Si bien es cierto México es una de las economías más grandes del mundo y tiene un PIB per capita (13,500 US) que supera al de estos países en promedio (8,750 US), no cuenta con el apoyo estratégico de los demás Estados emergentes, quienes han reconocido que serán los próximos protagonistas mundiales y quieren manejar desde hoy su independencia económica tanto de EE.UU., como de las principales potencias europeas.
Es preponderante para México no quedar aislado de estos procesos de alianzas, sobre todo en el contexto de que Brasil poco a poco nos ha desplazado como líder regional. Hay que tener presente que un país que cuenta con aliados importantes puede hacer mayores reclamos y exigencias a sus demás socios, esa puede ser una estrategia para conminar a nuestros vecinos del norte a aumentar la integración, de forma que realmente nos apoyen a combatir los retos del subdesarrollo.
© Ignacio Pareja Amador, publicado los periódicos:
Periódico El imparcial, Página 3B. Sección Opinión. Oaxaca, Oax. 20 de abril 2010.Medio Informativo Imagen Poblana, Puebla, Pue. Sección Opinión. 20 de abril de 2010.Periódico Punto Medio, Sección Opinión. Mérida Yucatán, Campeche. 20 de abril de 2010.
Pueblo Guerrero, Chilpancingo Gro. 22 de abril de 2010.
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