Que delicado es hablar de delimitaciones geográficas, sobre todo cuando existen zonas que no se delimitan por barreras naturales como montañas y ríos, sino que están marcadas por la geografía política, por la mano directa del hombre y sus naciones.
La semana pasada hablamos de la penosa cuestión de los “muros” que existen a lo largo del mundo, de aquellas barreras que limitan la libertad de circulación de las personas, y que al final de cuentas son un obstáculo para alcanzar el objetivo de la “aldea global”.
El tema que nos reúne tiene grandes similitudes con el de la semana anterior, pero el final de esta historia no ha podido culminar en una gran fiesta como la que celebramos con jubilo los ciudadanos del mundo el pasado lunes 9 de noviembre, si no que por el contrario ha vuelto a los reflectores mundiales a raíz de un pequeño choque entre los dos Estados que hace seis décadas eran una misma nación.
Efectivamente estamos hablando de las Coreas, de lo acontecido el pasado martes cuando una embarcación norcoreana fue impactada por varios disparos provenientes de una embarcación sudcoreana, ambas patrullas fronterizas.
Existen dos versiones de los hechos, una que defienden los del NORTE, donde según ellos fueron agredidos en territorio norcoreano y otra que defienden los del SUR, en la que arguyen haber atacado a la embarcación norteña debido a que “cruzó” la frontera marítima hacia territorio sudcoreano, haciendo caso omiso a cinco advertencias.
Es cierto que casi todos los países del mundo son celosos de sus distintas fronteras. Hoy en día con tantos acuerdos, tratados y tecnología podríamos pensar que no deberían existir choques de este tipo entre las naciones. Desafortunadamente el mar amarillo (área marítima que comparten ambas coreas) es una zona geoestratégica de suma complejidad, pues comunica a ambos países con nada menos que CHINA, Japón y Rusia, imaginemos lo transitado de esta zona para el comercio de todo tipo de bienes.
También es cierto que existe gran ambigüedad en referencia a la delimitación fronteriza de esta zona, puesto que Corea del Norte no reconoce la frontera marítima que fue establecida por Naciones Unidas al finalizar de la Guerra de Corea en 1953.
A primera vista podríamos pensar que el altercado entre las embarcaciones es un problema simple, algo que puede ocurrir entre un par de países que tienen problemas en su relación y que se caracterizan por un pragmatismo en sus tratos bilaterales, pero la lectura de este acontecimiento es un poco más profunda.
Resulta que este altercado (y la lucha de declaraciones entre ambos países) ocurre durante la visita de Barack Obama al continente asiático, en especifico a Japón, China y Corea del Sur, misma que tiene como principal objetivo la economía, sobre todo lo que concierne en reducir el déficit gigantesco que tiene EE.UU. con el “Gran Dragón Asiático”. Temas como el cambio climático, la energía, el terrorismo o las amenazas nucleares de Irán y Corea del Norte son secundarios.
Reflexionemos acerca de la manera de operar de los estrategas norcoreanos. En primer lugar Corea del Norte no cuenta con recursos suficientes para enfrentar a Corea del Sur, es un país aislado, en decadencia que sobrevive gracias a la ayuda humanitaria que le envían aliados como China y enemigos como EE.UU. y su vecino del sur. Su gobierno antidemocrático se sostiene gracias a la idea del enemigo austral, debido a la fragmentación y sometimiento del pueblo al que gobierna. Es una amenaza para la paz de la región puesto que ya cuenta con armamento nuclear “rudimentario”, pero que por su cercanía con Corea del Sur y Japón puede ser peligroso, mismo que le ayudó a obtener su gran aliado y tutor, China.
Ahora podemos ver de manera más clara la razón que llevo a Pyongyang (capital de Corea del Norte) a hacer fuertes declaraciones como la de instaurar "medidas sin piedad" contra Corea del Sur. Lo que buscan es volver los reflectores internacionales, pero ¿Para qué hacerlo?
Acaso buscan negociar ayuda de EE.UU. a cambio de “tranquilidad” en la zona, o quieren enfriar la relación que se consideraba como “menos mal” después de la negociación de Clinton para liberar a las dos periodistas norteamericanas.
Con ojos de economista y estratega político podríamos aventurarnos a decir que buscan DISTRAER al mundo sobre todo a EE.UU. Pretenden blofear para que la “seguridad nacional” vuelva a ser el tema de prioridad en aquella región, donde hoy por hoy la economía es el tópico por excelencia, ¿qué tanto distraerá a Obama esta nueva “crisis de las Coreas” en su objetivo de persuadir al gobierno chino para abrir más su mercado, para evitar la devaluación excesiva de su moneda (el yuan), para negociar un nuevo orden mundial sin confrontaciones entre las dos economías más grandes del mundo?
Seguramente hay “otras” cuestiones bajo la mesa, lo que vale la pena preguntarnos es hasta cuando le servirá a China el “teatrito bélico” de Corea del Norte como herramienta de negociación o distracción. Quizá cuando dejen de serle útiles los norcoreanos podremos presenciar la reunificación de la península. Ojalá seamos afortunados de presenciarlo.
* Internacionalista, idealista y libre promotor del cambio.
Comentarios y contacto: ignacio_pareja@yahoo.com.mx
© Ignacio Pareja Amador, publicado en el periódico "El Imparcial". Oaxaca, México. 18 de Noviembre, 2009
La semana pasada hablamos de la penosa cuestión de los “muros” que existen a lo largo del mundo, de aquellas barreras que limitan la libertad de circulación de las personas, y que al final de cuentas son un obstáculo para alcanzar el objetivo de la “aldea global”.
El tema que nos reúne tiene grandes similitudes con el de la semana anterior, pero el final de esta historia no ha podido culminar en una gran fiesta como la que celebramos con jubilo los ciudadanos del mundo el pasado lunes 9 de noviembre, si no que por el contrario ha vuelto a los reflectores mundiales a raíz de un pequeño choque entre los dos Estados que hace seis décadas eran una misma nación.
Efectivamente estamos hablando de las Coreas, de lo acontecido el pasado martes cuando una embarcación norcoreana fue impactada por varios disparos provenientes de una embarcación sudcoreana, ambas patrullas fronterizas.
Existen dos versiones de los hechos, una que defienden los del NORTE, donde según ellos fueron agredidos en territorio norcoreano y otra que defienden los del SUR, en la que arguyen haber atacado a la embarcación norteña debido a que “cruzó” la frontera marítima hacia territorio sudcoreano, haciendo caso omiso a cinco advertencias.
Es cierto que casi todos los países del mundo son celosos de sus distintas fronteras. Hoy en día con tantos acuerdos, tratados y tecnología podríamos pensar que no deberían existir choques de este tipo entre las naciones. Desafortunadamente el mar amarillo (área marítima que comparten ambas coreas) es una zona geoestratégica de suma complejidad, pues comunica a ambos países con nada menos que CHINA, Japón y Rusia, imaginemos lo transitado de esta zona para el comercio de todo tipo de bienes.
También es cierto que existe gran ambigüedad en referencia a la delimitación fronteriza de esta zona, puesto que Corea del Norte no reconoce la frontera marítima que fue establecida por Naciones Unidas al finalizar de la Guerra de Corea en 1953.
A primera vista podríamos pensar que el altercado entre las embarcaciones es un problema simple, algo que puede ocurrir entre un par de países que tienen problemas en su relación y que se caracterizan por un pragmatismo en sus tratos bilaterales, pero la lectura de este acontecimiento es un poco más profunda.
Resulta que este altercado (y la lucha de declaraciones entre ambos países) ocurre durante la visita de Barack Obama al continente asiático, en especifico a Japón, China y Corea del Sur, misma que tiene como principal objetivo la economía, sobre todo lo que concierne en reducir el déficit gigantesco que tiene EE.UU. con el “Gran Dragón Asiático”. Temas como el cambio climático, la energía, el terrorismo o las amenazas nucleares de Irán y Corea del Norte son secundarios.
Reflexionemos acerca de la manera de operar de los estrategas norcoreanos. En primer lugar Corea del Norte no cuenta con recursos suficientes para enfrentar a Corea del Sur, es un país aislado, en decadencia que sobrevive gracias a la ayuda humanitaria que le envían aliados como China y enemigos como EE.UU. y su vecino del sur. Su gobierno antidemocrático se sostiene gracias a la idea del enemigo austral, debido a la fragmentación y sometimiento del pueblo al que gobierna. Es una amenaza para la paz de la región puesto que ya cuenta con armamento nuclear “rudimentario”, pero que por su cercanía con Corea del Sur y Japón puede ser peligroso, mismo que le ayudó a obtener su gran aliado y tutor, China.
Ahora podemos ver de manera más clara la razón que llevo a Pyongyang (capital de Corea del Norte) a hacer fuertes declaraciones como la de instaurar "medidas sin piedad" contra Corea del Sur. Lo que buscan es volver los reflectores internacionales, pero ¿Para qué hacerlo?
Acaso buscan negociar ayuda de EE.UU. a cambio de “tranquilidad” en la zona, o quieren enfriar la relación que se consideraba como “menos mal” después de la negociación de Clinton para liberar a las dos periodistas norteamericanas.
Con ojos de economista y estratega político podríamos aventurarnos a decir que buscan DISTRAER al mundo sobre todo a EE.UU. Pretenden blofear para que la “seguridad nacional” vuelva a ser el tema de prioridad en aquella región, donde hoy por hoy la economía es el tópico por excelencia, ¿qué tanto distraerá a Obama esta nueva “crisis de las Coreas” en su objetivo de persuadir al gobierno chino para abrir más su mercado, para evitar la devaluación excesiva de su moneda (el yuan), para negociar un nuevo orden mundial sin confrontaciones entre las dos economías más grandes del mundo?
Seguramente hay “otras” cuestiones bajo la mesa, lo que vale la pena preguntarnos es hasta cuando le servirá a China el “teatrito bélico” de Corea del Norte como herramienta de negociación o distracción. Quizá cuando dejen de serle útiles los norcoreanos podremos presenciar la reunificación de la península. Ojalá seamos afortunados de presenciarlo.
* Internacionalista, idealista y libre promotor del cambio.
Comentarios y contacto: ignacio_pareja@yahoo.com.mx
© Ignacio Pareja Amador, publicado en el periódico "El Imparcial". Oaxaca, México. 18 de Noviembre, 2009
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