Es un dato que seguramente despierta el asombro de todos nosotros, pero es cierto. Leímos acerca de la significativa reducción de los flujos migratorios de México hacia EE.UU con cierta cautela en el New York Times, en un artículo de Damien Cave, publicado el 7 de julio del presente, donde mencionaba que los flujos migratorios de mexicanos hacia EE.UU., eran mucho menores a los experimentados en años anteriores, dos razones explicaban los cambios: la variable sociodemográfica y la inseguridad.
Posteriormente, tuvimos la oportunidad de confirmarlo de la viva voz del Maestro Félix Fernández Varela, Secretario General del Consejo Nacional de Población (CONAPO), primero durante una reunión (canales oficiales) y después en respuesta a una pregunta que le hicimos directamente ya fuera de los foros institucionales.
El hecho es, que el saldo neto migratorio de mexicanos a EE.UU. se ha reducido de -53.2 por cada 10,000 habitantes (2006-2007) a -9 entre 2010 y 2011, lo que nos habla no sólo de una disminución importante en materia de emigración, sino que nos muestra un aumento en el regreso de mexicanos (inmigración) provenientes del país vecino del norte (ENOE 2006-2011).
La información fue corroborada por las autoridades encargadas de las estadísticas de los Estados Unidos: Por fin se había logrado disminuir la migración al coloso del norte. Sin embargo, siendo la migración un tema que no reconoce adjetivos tanto positivos como negativos, al ser un fenómeno inherente a la naturaleza humana, esta disminución en el flujo, así como el retorno de migrantes nos deja un espacio ampliamente abierto para reflexionar.
Es de importancia ante que todo aclarar que la migración es uno de los fenómenos sociodemográficos más difíciles de medir, ya que muchas veces existe una condición de ilegalidad que impide que se tengan datos estrictamente fidedignos, contrario al caso de otras variables como el volumen de la población, la estructura de edad, etc. El punto es que la mayoría de mexicanos que migran hacia EE.UU. lo hacen por canales ilegales (79%).
El tema puede tener distintos matices, y como cualquier tópico estadístico nos brinda un abanico de posibilidades para discernir en las razones que impulsaron el decremento de la migración.
La apuesta-argumento oficial es que en México ya se controlaron las variables demográficas, el país como muchos otros en Latinoamérica, está por completar el proceso de transición demográfica, esto es, ha logrado controlar las tasas de natalidad y de mortalidad, manteniendo un equilibrio en el crecimiento de la población. A este respecto se le suman un aumento en la incidencia de los programas sociales para combatir a la pobreza. Además de que la tasa de fecundidad global (el número de hijos que una mujer tiene en promedio durante su edad reproductiva) es de 2, lo que posibilita a las familias a tener mayores oportunidades (educación, vivienda, etc.) y satisfactores que en años anteriores.
El argumento oficial también toca el tema económico, donde se dice que la estabilidad a nivel macro, con poca inflación, tipo de cambio controlado, altas reservas internacionales, etc., proveen una mejor calidad de vida a los ciudadanos.
Sin embargo, los canales no oficiales aluden a que esta disminución abismal en la migración se debe a la situación de desempleo, crisis y a la xenofobia con respaldo legal que se vive en los EE.UU., pero sobre todo a la inseguridad que ha invadido a México, ya que no hay territorio más desprotegido que una frontera cada vez menos porosa, donde la ley se difumina entre las decisiones de dos países y el poderío de los grupos criminales que gobiernan la franja, que era hasta hace unos años la más transitada del mundo.
Las complicaciones que se avecinan con la noticia de la reducción en la migración son vastas, en primer lugar modificaran las proyecciones de población, las cuales son realizadas por el CONAPO para ganar tiempo en la planeación de las políticas públicas que requiere el país, no sólo en materia de población, sino en todos los ámbitos que la toman en cuenta.
Habrá más jóvenes y adultos, más fuerza laboral, más motores para echar a andar al país. Si el Estado mexicano aprovecha a esta población seguramente obtendrá importantes avances, sino lo hace, aumentara el desempleo, el crimen, la informalidad, todas esas variables que se potencializan cuando hay pobreza y una necesidad de superación frustrada. La migración es por excelencia una de las principales válvulas de escape que tiene una sociedad, estamos frente a una coyuntura especifica, pues el tema no es para nada simple, al contrario es un acontecimiento al que hay que ponerle suma atención y brindarle más recursos para que en vez de convertirse en un problema, sea parte de la solución que México requiere.
© Ignacio Pareja Amador, publicado en los periódicos y medios informativos:
- El Imparcial. 3B. Opinión. Oaxaca, Oaxaca. 13 de septiembre de 2011.
- Medio Informativo Imagen Poblana, Puebla, Pue. Sección Opinión. 13 de septiembre de 2011.
- Gráfico de Martínez de la Torre. Martínez de la Torre, Veracruz 13 de septiembre de 2011.
- Periódico Punto Medio. Mérida Yucatán. 13 de septiembre de 2011.
- Periódico El Quetzalteco. Quetzaltenango, Guatemala. 13 de septiembre de 2011.
- Diario El buscador. Florida, Uruguay. 16 de septimbre de 2011
- Diario El informativo de Sabanalarga. Atlántico. Colombia. Columna de Opinión. 13 de septiembre de 2011
- Diario La Tarde. Columnas de Opinión. Cuenca, Ecuador 14 de septiembre 2011.
- La Revista Peninsular. Mérida Yucatán, 15 de septiembre de 2011
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