sábado, 8 de octubre de 2011

El quién y el cómo en una crisis económica. Parte I

Aventuremos a brindar una descripción sencilla, quizá un tanto rudimentaria acerca del papel que juega el gobierno en la administración de los recursos económicos: El gobierno es como una gran empresa que gestiona una cantidad limitada de recursos, esto lo hace para aplicar sus proyectos, que serían todas aquellas políticas públicas encaminadas a alcanzar sus fines, que al contrario de la empresa no son las ganancias económicas, sino brindar seguridad, certeza, estabilidad, legalidad y condiciones de desarrollo a los ciudadanos.

Sin embargo, como sus recursos son limitados, pues sólo los obtiene de los impuestos y de los ingresos de las paraestatales, tiene la opción de recurrir al endeudamiento para capitalizarse y cumplir con sus funciones, puede hacerlo mediante un préstamo o mediante la emisión de bonos u otros instrumentos financieros, los cuales por supuesto debe pagar al corto, mediano o largo plazo a sus acreedores, con sus respectivos intereses y beneficios.

El grave problema que han visto tanto los EE.UU. como varios países europeos (Grecia, Italia y España) es que no tienen la solvencia financiera para pagar, o sea su economía no es sustentable en materia de capital, esto es, sus gastos son excesivamente mayores en comparación con lo que la economía produce o mejor dicho recauda.

Sin embargo para el caso de EE.UU., la deuda no es el mayor problema, lo que está en duda es su credibilidad; es la certeza de pago futuro que debe brindar a sus acreedores, además, al ser el dólar la más importante divisa internacional, debe dar señales de estabilidad para todos aquellos países que “resguardan su riqueza nacional” en esta moneda.

A esto se le puede sumar un listado de problemas que tiene el país “más poderoso del mundo” como: El alto gasto militar, que representa el 4.06% de su PIB (CIA 2005), unos 595 mil millones de dólares, algo así como el PIB de Argentina (la 23 economía más grande del mundo), el cual ha utilizado para mantener su presencia en Irak y Afganistán, además del mantenimiento de las distintas bases militares que tiene alrededor del mundo.

Esta también el alto costo de sus políticas sociales (identificado por su principal acreedor China). Igualmente se encuentra la perdida de competitividad como punto de atracción de las inversiones en el sector secundario y de servicios, las cuales se han ido trasladando hacia las economías emergentes como China, India, los países del sureste asiático, Brasil, etc.

A esto se le suma que Standard & Poor's rebajó la calificación para la economía más grande del planeta, asegurando que fue la falta de consensos políticos, para delinear una estrategia en materia de deuda, la que impulsó esta acción. Es justamente la variable política la que ha contagiado el malestar a la economía, ya que el próximo periodo electoral está muy cerca, de modo que, la manera en la que Obama encare esta situación será determinante para sumarle un periodo más en la Casa Blanca o dejarle el camino abierto de nueva cuenta al circulo más conservador de los Republicanos.

¿Quiénes son los mayores inversores del mundo?, ¿quienes son aquellos que se ponen nerviosos ante la incertidumbre financiera por la que están pasando los norteamericanos? Son justamente los ejecutivos de las principales empresas del planeta, aquellos que comenzaron ondeando la bandera norteamericana cuando esta nación fomentó el “libre mercado” alrededor del globo, pero que aprovechándose de la globalización se han trasnacionalizado, perdiendo poco a poco los rastros patrióticos que tenían y sustituyéndolos con una bandera global, que más que hondar por el orgullo de un país, lo hace siguiendo la atracción de las ganancias en los mercados con mayor dinamismo a nivel mundial, hoy en día, los asiáticos.

Algunos podrán decir que las empresas que conminan el crecimiento en China, la India o el sureste asiático tienen amplias proporciones de capital estadunidense, lo cual podría derivar en pensar que quien gana en la ecuación es EE.UU., sin embargo no es así, el capital no tiene nacionalidad. Aquellas grandes corporaciones están más preocupadas por aumentar sus activos o protegerlos, que por apoyar a la nación que les abrió los mercados internacionales.

Entonces, ¿quiénes serían los grandes culpables de una posible crisis? El gobierno norteamericano, los dueños del capital, las corporaciones trasnacionales, los especuladores, los políticos estadunidenses, los ciudadanos… trataremos de dar respuesta a este cuestionamiento en la próxima columna, quizá la misma no se refiera al quién, sino al cómo.

© Ignacio Pareja Amador, publicado en los periódicos y medios informativos:

  • El Imparcial. 3B. Opinión. Oaxaca, Oaxaca. 9 de agosto de 2011.
  • Medio Informativo Imagen Poblana, Puebla, Pue. Sección Opinión. 9 de agosto de 2011.
  • Gráfico de Martínez de la Torre. Martínez de la Torre, Veracruz 9 de agosto de 2011
  • Periódico Pueblo Guerrero, Chilpancingo Gro, 9 de agosto de 2011
  • Diario Los Andes. Puno, Perú. 09 de agosto de 2011
  • Diario La Tarde. Columnas de Opinión. Cuenca, Ecuador. 23 de agosto 2011
  • La Revista Peninsular. Mérida Yucatán, 23 de agosto de 2011

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