martes, 19 de octubre de 2010

Corea del Norte: poco que celebrar

Hace un par de días se llevo a cabo el 65 aniversario de la creación del Partido de los Trabajadores Coreanos. El festejo tuvo la singularidad de aparentar ser una fiesta nacional, algo parecida a lo que celebramos muchos países en Hispanoamérica en referencia al bicentenario del inicio de la independencia. Sin embargo, se intuye que el gobierno norcoreano no celebraba un festejo nacional, sino simplemente presentaba a su nación y al mundo entero al próximo gobernante, el tercer Kim, que seguramente regirá al país bajo la bandera del partido que coadyuvó la separación en aquel famoso paralelo 38 y que hoy en día tiene a la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) como uno de los países con el índice de desarrollo humano más bajo del planeta.
Desde el punto de vista de los datos estadísticos los norcoreanos tienen muy poco que celebrar. Las estimaciones hablan por sí solas. De acuerdo con la CIA, Corea del Norte tiene 22.6 millones de habitantes, éstos cuentan con un PIB per capita de tan sólo 1,900 dólares (situándolos en el lugar 189 del ranking mundial), mientras que Corea del Sur alberga 48.5 millones de habitantes, con un ingreso de 28,100 dólares.
La esperanza de vida en el norte de la península es de 63.8 años, mientras que en el sur es de quince años más, 78.7 años. Ambos países tienen altas tasas de alfabetización, en la República del norte 99% de los habitantes saben leer y escribir, mientras que la del sur cuenta con un 97.9%. Sin embargo, el Estado del Norte tan sólo produce 40,000 millones de dólares de riqueza (PIB), mientras que en el sur tienen 1.368 billones de dólares, situando a Corea del Sur como el decimo tercer país más rico del mundo.
No sólo los números pueden revelarnos el fracaso del gobierno norcoreano, sino que también está la manera en la que han contradicho la voluntad popular, al negarle el segundo derecho más importante para el desarrollo individual de cualquier sociedad: la libertad, y es que los norcoreanos están atados por un partido que más que una figura de representación popular es un mecanismo familiar para heredar el poder “legítimamente”.
Los norcoreanos están tristemente adoctrinados por la filosofía “Juche”, que legitima las acciones de un gobierno, que logró el nacionalismo sobre la base de una autonomía a favor sólo de la “revolución” y de sus principales exponentes: Kim II Sung, Kim Jong-il y en un futuro cercano Kim Jong-un.
El legado de los Kim ha dejado a Corea del Norte como un país militarizado, pero pobre. Ha hecho del vecino del norte de la península coreana un Estado cuya principal herramienta para la negociación es la amenaza, y cuyo instrumento más efectivo se materializó en 2006 cuando efectuaron su primer ensayo nuclear con éxito, enviando un mensaje muy claro al mundo: en esta realidad internacional gobernada por una perspectiva realista, el poder militar y la capacidad para poner en jaque la tranquilidad de una región es más efectivo para atraer los reflectores internacionales y la ayuda, que tratar de combatir al subdesarrollo con pocos recursos.
Al gobierno en Pyongyang le ha funcionado. El año pasado volvió a hacer ensayos nucleares y a probar algunos misiles de corto alcance, con lo cual obligó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a reclamarle por la violación de las resoluciones 1718 (2006) y 1695 (2006), además de reunir al grupo de los seis (Rusia, Japón, China, Corea del Sur, EE.UU y Corea del Norte), para debatir la situación. Apenas en marzo del presente año volvió a los reflectores cuando fue acusado de hundir el navío sudcoreano Cheonan, donde perecieron 46 tripulantes.
Debido a la hostilidad de Corea del Norte, las reacciones por la celebración en Pyongyang no se han hecho esperar, desde la zona desmilitarizada en Corea del Sur varios activistas enviaron sus proclamas en contra de este régimen autoritario que ha restado tanto a la sociedad norcoreana. Los hechos son contundentes, en este ligero análisis de comparación nos hemos dado cuenta de la manera en la que un modelo de organización económica, aplicado con tiranía y desproporción, ha deformado el bienestar de una sociedad que sólo siendo capaz de superar el adoctrinamiento podrá darse cuenta de la manera en la que sus similares del sur han progresado; viviendo hoy con las ventajas de la tecnología, aprovechándose de la globalización, con un ingreso alto y la tranquilidad de vivir en un país que cada día alcanza más estaños hacia el desarrollo.

Comentarios y contacto: ignacio_pareja@yahoo.com.mx

© Ignacio Pareja Amador, publicado en los periódicos y medios informativos:
El Imparcial. 3B. Opinión. Oaxaca, Oaxaca. 12 de Octubre de 2010.
Medio Informativo Imagen Poblana, Puebla, Pue. Sección Opinión. 12 de Octubre 2010.
Periódico Pueblo Guerrero, Chilpancingo Gro. 12 de Octubre de 2010.
Gráfico de Martínez de la Torre. Martínez de la Torre, Veracruz. 12 de Octubre de 2010.
Revista Peninsular. Mérida Yucatán, 15 de Octubre de 2010.
Medio Informativo Sucesos Digital. 12 de Octubre de 2010. Monterrey, Nuevo León.
Periódico Punto Medio, Sección Opinión. Mérida Yucatán, Campeche. 12 de Octubre de 2010.
Diario La Tarde. Columnas de Opinión. Cuenca, Ecuador. 13 Octubre de 2010.
Diario El informativo de Sabanalarga. Atlántico. Colombia. Columna de Opinión. 12 de Octubre de 2010.
La Jornada. Managua Nicaragua. Opinión. 13 de Octubre de 2010.

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