viernes, 5 de marzo de 2010

Chile: momento de medir lealtades

No hay duda de que los reflectores internacionales tienen su mirada en Chile, en las consecuencia que derivaron del sismo 8.8 grados en escala de Richter, pero es una mirada indecisa, porque no saben qué hacer al respecto. Ocurre que aquel fenómeno natural que dejó por los menos 711 muertos, 2 millones de chilenos afectados, 1.5 millones de casas en mal estado, vías de comunicación sin funcionamiento, etc. Ha puesto a pensar a los gobiernos del mundo sobre cómo ayudar Chile, siendo que este país sabe cómo reaccionar ante las circunstancias; cuenta con personal capacitado, y con nada menos de una reserva en sus arcas nacionales de 20 mil millones USD (que no cubrirán los costos de acuerdo al estimado de daños del presidente Piñera, 30,000 millones de dólares).
Muchos gobiernos (México, Estados Unidos, Gran Bretaña, España, Argentina, etc.) y Organismos Internacionales (OEA, BM, BID) han enviado mensajes de apoyo y reiteran que en cuanto Chile pida, la ayuda estará en camino, pero cómo ayudar a un país que “pese a que está inmerso en la desgracia”, ha tenido más logros económicos que cualquier país de América Latina en los últimos veinte años.
No hemos visto un incremento en los despliegues de ayuda como ocurrió con el caso de Haití, que tuvo un terremoto de menor intensidad (7 grados), pero de peores consecuencias humanas. No hemos visto a todo un aparato de ingeniería política, formado por una coalición mundial para poner orden en el país sudamericano, y seguro no lo veremos.
Las autoridades chilenas han comenzado con las actividades de restauración del orden público y es que estaban preparadas, ya contaban con el ONEMI (Oficina Nacional de Emergencia), un instrumento del Ministerio del Interior encargado de tratar los asuntos de este tipo.
Más allá de la ayuda internacional o los apoyos que puedan enviarle a los chilenos para subsanar la situación, para el gobierno será importante medir las lealtades de sus múltiples socios, amigos y aliados que se encuentran en los cinco continentes. Sobre ese apoyo podrán saber qué tan comprometidas están estas naciones con el bienestar de Chile,
El país sudamericano tiene múltiples acuerdos de comercio preferencial con Canadá, México, EE.UU., el Mercosur, China, Corea del Sur, Nueva Zelanda, la UE, etc. Lo bueno de tener muchos socios comerciales es que no te ayudan sólo por compasión, sino que existe un interés real de por medio por apoyarte a volver a la normalidad lo antes posible.
El hecho de firmar un TLC es un aval de acercamiento político-económico que rebasa la simple cooperación, de manera que nace un vínculo común, donde lo que ocurre en el territorio de un socio afecta directamente al otro, por cuestiones de comercio e inversión.
En palabras simples, si Chile se ve afectado económicamente por este fenómeno, sus socios verán disminuidas las compras que les hacen los chilenos, y verán reducidas la oferta de bienes chilenos.
El gobierno de Michelle Bachelet tiene la oportunidad de pedir apoyos del exterior (o no hacerlo) en distintos niveles: para cubrir necesidades básicas, para solventar daños materiales y para aceptar asesoría en materia de prevención ante futuras catástrofes.
La gente en Chile está consciente de que el país volverá a la normalidad, muestra de ello (y no un ejemplo a seguir) han sido los disturbios causados por los oportunistas, quienes prefieren robar televisores, electrodomésticos, dinero y gasolina, en vez de tomar recursos básicos para la supervivencia. Afortunadamente han sido casos aislados y la policía chilena ya toma cartas en el asunto.
Es en momentos como este, donde vale la pena reflexionar acerca del éxito del funcionamiento de las instituciones chilenas, y de cómo su estrategia de crecimiento económico, puede servirle como una herramienta para solventar problemas derivados de un fenómeno natural, en este caso un terrible sismo. Debemos tener presente la magnitud del percance y sus consecuencia en vidas humanas, así como la existencia de todo un aparato gubernamental de prevención y acción, que no existió, por ejemplo en Haití, pero que salvó a miles de chilenos de una catástrofe mayor.
El sismo de chile ha puesto de manifiesto también la extensa comunicación de los países del mundo para la prevención de tsunamis, aquí en México nos tocó vivir la alerta en carne propia, en las costas del Pacífico. Afortunadamente no pasó a mayores.
Enviamos nuestro apoyo y condolencias a la valiente nación chilena, confiamos en que la fuerza de su pueblo y sus instituciones superaran este trágico episodio, como ya lo han hecho en ocasiones anteriores.

Comentarios y contacto: reflectormundial.blogspot.com


© Ignacio Pareja Amador, publicado en:
Periódico "El Imparcial". Oaxaca, México. 2 de marzo, 2010
Periódico “Pueblo Guerrero”, Chilpancingo, Guerrero, México. 2 de marzo, 2010
Diario “Imagen Poblana”, Puebla, México. 2 de marzo, 2010
Periódico “Sucesos Monterrey”, Nuevo León, México. 1 de marzo de 2010.
Periódico “Primera Hora”. Nuevo Laredo, Tamaulipas, México 2 de marzo de 2010.
Periódico “Ultima Hora”. Nuevo Laredo, Tamaulipas, México 2 de marzo de 2010.

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