Hace cuatro meses le exponíamos desde este reflector mundial la fuerza
que ha adquirido el recientemente creado partido político español PODEMOS.
Comentamos que su estrategia ha sido inteligente a la hora de aprovechar el
descontento que se vive en España como consecuencia del estancamiento
económico, siendo que el PIB creció en promedio entre 2005 y 2014 tan solo en
0.6% (FMI 2014), el alto desempleo cuya tasa es de 26.3%, una de las más altas
del mundo (CIA 2013) y el distanciamiento entre el electorado y los dos grandes
partidos políticos de España: El Partido Popular y el Partido Socialista.
Tanto el bajo crecimiento económico como el desempleo pueden
considerarse efectos negativos de la crisis global que afectó a diversos países
en el mundo. Sin embargo, a nivel de la población dicho problema es
representado como un resultado ineficaz del gobierno español, afectando
igualmente a las fuerzas políticas dominantes.
Si a ello se le agregan los últimos escándalos de corrupción que han afectado
a distintos miembros de la elite política española, tendremos que el
descontento popular se incrementa, abriendo oportunidades a nuevos actores, en
palabras de Moisés Naím, aparecen micro poderes capaces de difuminar el poder y
de hacer frente a las oxidadas burocracias políticas que dominaron en el siglo
pasado.
Apenas hace unos días, el periódico español “El país” publicó los
resultados de una encuesta (Metroscopia) en la que se sitúa a PODEMOS como la fuerza
política con mayores preferencias en el electorado español. Un hecho que confirma
las observaciones de Naím respecto al surgimiento de nuevos actores en la
escena política contemporánea, más cercanos a las demandas ciudadanas. Esto
también confirma la percepción del académico australiano Ian Marsh quien afirma
que la democracia se encuentra en una etapa de extinción, pues está decayendo
debido a que los partidos políticos, que son los institutos encargados de convertir
las demandas ciudadanas en planteamientos de políticas públicas, no han
evolucionado a la misma velocidad que la sociedad.
Ello no le quita mérito al partido que es actualmente el preferido de
los ciudadanos españoles, PODEMOS, sino al contrario, le da un reconocimiento
especial por el uso estratégico de los recursos que la democracia ofrece para
encausar el malestar de la ciudadanía (cansada por la ineficacia, demagogia y
lejanía de su gobierno) por medio de canales legales que permiten escenarios de
paz y estabilidad política en suelo español.
La gran virtud de este partido ha sido construir una agenda política
legitima en términos de inclusión, mediante la formación de círculos y
asambleas regionales, así como en materia de resultados, pues cuenta con
cuadros especializados en asuntos políticos; que retan al estereotipo del
político tradicional con una imagen más cercana a la población; que reclama sin
calcular en demasía en sus declaraciones, una libertad que es ilimitada desde,
hay que decirlo, la cómoda posición que brinda la oposición, pero que sería muy
difícil de sostener siendo gobierno.
El discurso contra las elites, la acusación directa, el argumento
trabajado y meditado con tiempo, así como la espontaneidad inteligente le han
brindado a Pablo Iglesias, líder moral de PODEMOS, cualidades que la educada
población de España exige en sus gobernantes, cuya evaluación en la encuesta lo
sitúan en primer lugar, muy por encima del primer ministro español Mariano
Rajoy.
Dentro de las tendencias que enmarca Moisés Naím en su descripción de la
decadencia del poder, relata que hoy en día es cada vez más difícil controlar a
la población, debido a que es la generación más educada, comunicada, conectada
y con mejores estándares socioeconómicos en la historia de la humanidad.
El nivel de penetración de PODEMOS en la sociedad española se puede
interpretar como una adecuada lectura de las principales demandas de ésta. Es
también un síntoma de inconformidad de la población como respuesta a los vicios
del poder de los líderes políticos de los partidos tradicionales, representando
independientemente de la ideología que enarbolan, una opción más ciudadana,
real y congruente con los tiempos que viven las sociedades modernas.
PODEMOS, como una fuerza política que ha sintetizado la crítica, el
hartazgo y las demandas ciudadanas, en un proyecto político con claro objetivos,
debiera servirles de ejemplo a las fuerzas políticas tradicionales de nuestros
países latinoamericanos, para que entiendan que las sociedades contemporáneas
tenemos la capacidad de cambiar el rumbo drásticamente de nuestras democracias ,sin
darle un peso definitivo a la tradición y la experiencia, pues en la novedad y
en el cambio podemos encontrar la esperanza de vivir en un lugar mejor.
Datos estadísticos: CIA The World Factbook y
IMF DataMapper.
© Ignacio Pareja
Amador, publicado en diversos periódicos y medios informativos en
Latinoamérica. Octubre 2014
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