lunes, 13 de octubre de 2014

El mejor lugar para vivir

¿Cuáles son las cualidades que debe tener un lugar para ser considerado adecuado para el desarrollo de las personas? De acuerdo con la Organización para el Desarrollo Económico (OCDE) algunas variables posibles para responder a esta pregunta son: educación, empleo, ingreso, seguridad, salud, medio ambiente, compromiso cívico, acceso a los servicios, y vivienda.
Estas variables fueron elegidas por dicha organización internacional en su último informe titulado “OCDE bienestar regional: una medición más cercana a la vida”. El objetivo de esta valiosa herramienta estadística es permitir la comparación en cuanto al nivel de vida que proporcionan las 362 regiones elegidas por el estudio a sus habitantes.
La “homologación” de datos estadísticos permite un acercamiento sin precedentes a la realidad que se vive en las diversas regiones del mundo, brindando información con mayor valor multidimensional, en comparación con las estadísticas tradicionales del bienestar, tales como el crecimiento económico, el ingreso per capita o el Producto Interno Bruto (PIB).
Vale la pena aclarar también que los indicadores, en este caso de bienestar, son valores subjetivos que el investigador u organización le brindan a determinada medición de la realidad, de forma que su función es hacer evidente ciertos elementos particulares que le interesa destacar a quien los construye.
Algunos resultados del mencionado informe son altamente relevadores. De las 10 regiones con mejor promedio en las variables mencionadas, hay 6 regiones (Estados) pertenecientes a Australia, dos a EE UU y dos a Noruega. Estas regiones promediaron (en escala del 1 al 10) entre 8.3 y 9.6 de calificación de acuerdo a las 9 variables seleccionadas por el estudio.
Destaca de estos resultados el Territorio de la Capital de Australia (la región con las mejores calificaciones de la medición) el cual promedia 9.6 en cuanto a las variables de bienestar, alcanzado calificaciones de 10 en ingreso, seguridad, y compromiso cívico, además de tener altas calificaciones en salud (9.9) y acceso a los servicios (9.6).
He tenido la oportunidad de visitar Canberra, que funge como la capital de Australia y es además el centro urbano más importante de esta región seleccionada por la OCDE, y puedo atestiguar que cuenta con excelentes condiciones de seguridad, transporte, servicios públicos, compromiso cívico y logística gubernamental.
Sin embargo, la percepción que tiene la población que habita en aquella ciudad denota la necesidad de atraer más eventos de esparcimiento y desarrollo cultural, siendo que la ciudad se percibe como “aburrida” debido a que las actividades de administración pública dominan los quehaceres diarios.
Además es una ciudad artificial, que no se generó debido a las dinámicas propias de la sociedad australiana, sino que se constituyó como un acuerdo entre las dos ciudades más grandes de Australia (Sydney y Melbourne) para erigir una capital meramente administrativa cerca de ambos territorios, evitando así un posible conflicto entre ambas metropolís.
Por otro lado, dicho estudio muestra que las regiones con menores niveles de bienestar están en su mayoría en México, donde se ubican los últimos 14 lugares de la medición. Incluso, la gran mayoría de entidades federativas del país comparten los menores promedios con algunas regiones de Turquía.
Para el caso de México destacan las bajas calificaciones que se tienen en términos de seguridad, acceso a servicios, vivienda, ingreso y compromiso cívico, las cuales no alcanzaron ni siquiera un 1 de calificación. Por otro lado, los rubros con mayor calificación fueron el Empleo (6.8) y el cuidado del medio ambiente (5.7). Como resultado, el promedio del país es de 1.7, la más baja de todos los miembros de la OCDE.
En el caso de Chile, que es el otro país latinoamericano miembro de esta organización, las cosas son distintas, ya que promedia una calificación de 5.5, lo que lo posiciona en el lugar 23 de la medición, por encima de países como la República Checa, Estonia, Portugal y Grecia, teniendo sus calificaciones más altas en materia de seguridad (8.8), compromiso cívico (8.7) y cuidado del medio ambiente (8.1), pero con bajas calificaciones en materia de ingreso (0.0), acceso a servicios (1.4) y vivienda (1.8).  
Es importante tomar en cuenta que esta comparación no es a nivel global, sino que solamente se tomaron en cuenta regiones dentro de los 34 miembros de la OCDE, que son en su mayoría países industrializados. Sin embargo, la distinción por región hace aún más evidente la necesidad que tienen tanto México  como Chile en avanzar más allá de los rubros tradicionales que se relacionan con las variables macroeconómicas.
Cuando ambos países ingresaron a la OCDE, eligieron medirse con las grandes potencias mundiales. Chile ha avanzado, pero en el caso de México van dos décadas sin lograr mejoras en su posición, quizás es momento de revisar la estrategia, reajustarla y hacerla más incluyente.

Fuente de información: http://www.oecdregionalwellbeing.org/index.html


© Ignacio Pareja Amador, publicado en diversos periódicos y medios informativos en Latinoamérica. Octubre 2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario