martes, 9 de junio de 2009

Sobre la construcción de un Estado democrático. Segunda parte.

Pidiendo perdón. AM
Hablo con toda libertad, con esa libertad que me da no formar parte de algún partido político o simplemente no tener intereses personales hacia el candidato de mi distrito, porque como la mayoría de mexicanos, yo no como de la política, si no de mi trabajo, y pienso que los mismos miembros de cada partido tampoco deben sentirse obligados, porque cada grupo, cada formula, cada partido debe tener en consideración que su objetivo principal es el ascenso al poder llevando una bandera de bienestar a la gente, un bienestar que de existir les dará continuidad como representantes y ante su ausencia denotara/marcara su derrota.

El voto nulo no significa tirar nuestra participación democrática a la basura, el significado del mismo es más profundo, pero sólo podrá demostrar nuestra inquietud, nuestra inconformidad si va acompañado de un mensaje de acción, de una petición a una reforma más abarcativa, donde se debatan temas como la reelección legislativa e incluso ejecutiva, la participación y apoyo a los candidatos independientes, un mínimo porcentaje de votos para que los candidatos triunfen en la elección, etc., Tópicos que pueden en un futuro ir rompiendo, ir descentralizando el monopolio de poder que ha convertido a los partidos políticos en aglomeraciones masivas de intereses de unos cuantos, donde vale más el compadrazgo y las relaciones públicas que la democracia misma, eso debe de cambiar, todo partido debe tener un actuar y un rostro humano, sensible a las demandas populares.

Pienso que un candidato ciudadano cuyas aspiraciones políticas sean su objetivo secundario y mantenga la premisa de llevar el bienestar al pueblo con valores, herramientas y un desarrollo que se sustente en el futuro puede hacer cosas interesantes que estimulen el cambio en la manera de operar del político promedio, para que la política deje de ser un negocio, un ascenso al poder y al dinero y se convierta en el máximo agente de cambio para la institución estatal.

Quizá tengan razón los que argumentan que un voto nulo favorecerá a que unos cuantos decidan el futuro del país. En esta legislatura veremos los resultados, con candidatos que no tendrán el sostén de la ciudadanía. Es simplemente un aviso a los partidos políticos a cambiar su forma de operar y a democratizarse desde el interior. Podemos decir que perderemos a este grupo de políticos, a toda una generación, pero ganaremos en la siguiente si logramos hacer los cambios necesarios.

Ignacio Pareja A.


1 comentario:

  1. *
    Hola Ignacio!!

    me agradan sus escritos

    son buenos,.

    hasta la proxima!!
    *

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