sábado, 5 de marzo de 2011

Previendo la Crisis

La mejor forma de evitar un problema es planear oportunamente una cartera de soluciones para evitarlo, es decir, la prevención se convierte en el mejor aliado de cualquier gobierno que no sólo se preocupa por administrar el presente de una nación, sino que con base en experiencias previas, puede aplicar políticas públicas dirigidas a la generación de un Sistema que resista no sólo las inclemencias de los mercados internacionales, sino que pueda encarar de manera correcta los infortunios de la naturaleza.
Es en esta planeación de tópicos imprescindibles que tienen que ver con la supervivencia, donde se inscribe la advertencia que este Reflector Mundial toma de Naciones Unidas hacia los distintos gobiernos del mundo en un tema por demás trascendente: la Crisis Alimentaria Global.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en 2009 “el número total de personas hambrientas alcanzó el millar de millones”. Los estudiosos sobre el tema prevén que un impacto de similares características podría ocurrir después de que se dio a conocer un nuevo aumento en los precios internacionales de los alimentos, como consecuencia de los distintos fenómenos naturales que han desvirtuado la producción agrícola alrededor del globo.
Este mismo órgano de la ONU ha reportado que de julio a septiembre de 2010 el precio internacional del trigo subió entre un 60% y un 80% como consecuencia de una sequia en Rusia. También ha expuesto que los precios del arroz y el maíz aumentaron, siendo diciembre de 2010 la fecha en que se alcanzó un nuevo tope en los precios internacionales de los alimentos, en comparación con los altos índices que se experimentaron durante el inicio de la crisis alimentaria de 2008.
En este sentido, observamos que el problema no se centra principalmente en las importaciones de alimentos como lo han expuesto importantes voces de la academia, puesto que aún con una producción local de bienes agrícolas, éstos quedarían a merced de los lineamientos del mercado global. El problema de mayor importancia se centra en la planeación estratégica de la producción agrícola (la cual prácticamente no existe en términos generales), en la instauración de políticas públicas que se basen en los principios del desarrollo sostenible, y en la reducida generación de acuerdos tripartitos entre el gobierno, la comunidad y el sector privado con el fin de crear líneas de producción eficientes; abrir nuevos espacios para la distribución oportuna; e implementar mayor valor agregado a la producción para atraer inversión.
Las consecuencias de una crisis alimentaria no se traducen simplemente en términos del aumento de los precios de los insumos básicos y la reducción sine quanon de su consumo, sino que invaden áreas prioritarias de la economía del hogar en distintos frentes, por ejemplo se experimenta un aumento del gasto destinado a la compra de los alimentos, si tomamos en cuenta que las clases menos favorecidas dedican entre el 60 y 80% de sus ingresos para cubrir este rubro, observamos por lo tanto un estancamiento económico que propicia la reproducción de la pobreza. Hay además una reducción en el número de comidas diarias, lo cual conlleva a la desnutrición, afecta la eficiencia académica y laboral, sin contar la disminución de los gastos en salud, el aumento en endeudamientos, una mayor recurrencia en participaciones dentro del sector informal y el aumento de la tensión en la masa social.
Sabemos que esta Crisis afecta principalmente a los países en vías de desarrollo. Se ha vuelto incluso un tema de seguridad nacional, por ello es importante la generación de una respuesta oportuna para no aplicar -políticas reaccionarias- que busquen solventar el descontento social del momento. Lo ideal es comenzar a invertir en planeación y consensar un proyecto a largo plazo que sea independiente de las condiciones políticas del Estado.
Es necesario por tanto crear un sólido sistema alimentario que responda a una política de prevención oportuna, la cual tome en cuenta la implementación de mayores presupuestos a la Planeación Agrícola Estratégica; propicie incentivos a la producción ecológicamente amigable, a las tecnologías de producción orgánica; conmine la reducción fiscal a personas morales que implementen programas de producción agrícolas basados en la eficiencia productiva; y haga valer los principios de sustentabilidad en las políticas públicas referentes al sector primario. Estás acciones no son el hilo negro para alejarse o resolver la Crisis Alimentaria, pero pueden ser un buen aliciente para empezar a combatirla desde ahora.
© Ignacio Pareja Amador, publicado en los periódicos y medios informativos:
El Imparcial. 3B. Opinión. Oaxaca, Oaxaca. 22 de Febrero de 2011.
Medio Informativo Imagen Poblana, Puebla, Pue. Sección Opinión. 22 de Febrero de 2011.
Gráfico de Martínez de la Torre. Martínez de la Torre, Veracruz. 22 de Febrero de 2011.
Periódico Pueblo Guerrero, Chilpancingo Gro, 22 de Febrero de 2011
Periódico Punto Medio, Sección Opinión. Mérida Yucatán, Campeche. 22 de febrero de 2011.
La Revista Peninsular. Mérida Yucatán, 25 de Febrero de 2011.
Medio Informativo Sucesos Digital. Monterrey, Nuevo León. 21 de febrero de 2011.
Diario El buscador. Florida, Uruguay. 25 de Febrero de 2011.
Diario El informativo de Sabanalarga. Atlántico. Colombia. Columna de Opinión. 24 de Febrero de 2011.
Diario El Heraldo. Tegucigalpa, Honduras. 28 de febrero de 2011
Diario Proa Regional. San Antonio, Región V. Chile. 22 de Febrero de 2011.
Diario La Tarde. Columnas de Opinión. Cuenca, Ecuador. 23 de Febrero de 2011.
Diario El Informador. Santa Marta, Colombia. 23 de Febrero de 2011.
Periódico El Quetzalteco. Quetzaltenango, Guatemala. 22 de Febrero de 2011
Diario Los Andes. Puno, Perú. 23 de Febrero de 2011

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