martes, 23 de noviembre de 2010

La falsa Democracia

Existen ciertos temas que parecen ser intocables, que por su naturaleza tienden a imitar aquellos viejos dogmas que detuvieron el progreso del mundo durante el Medievo, tópicos que pocas veces se discuten porque cuentan con el consenso global y que por lo tanto son difíciles de examinar desde una perspectiva compleja, pero que sí pueden analizarse desde la base de los argumentos que los sostienen. Uno de ellos, el que hoy nos concierne es la democracia o en palabras más cercanas, “el gobierno del pueblo”.
Si bien es cierto, la democracia es un término ampliamente aceptado y buscado a lo largo del globo como un ideal para el buen funcionamiento del Estado, también lo es que cada país la ejerce a su manera, adaptando el termino a sus condiciones internas e incluso confundiendo el aspecto de la “representatividad” con la búsqueda de intereses individuales, o ciertamente equivocando el papel del servicio público, al verlo como un trampolín de poder y dinero que puede ser el impulso perfecto para madurar una fortuna y prestigio a través de las generaciones.
Sin embargo, en esta ocasión no hablaremos de la degeneración de muchas prácticas políticas de facto, sino que reflexionaremos en este Reflector Mundial acerca del fundamento que sostiene nuestro Sistema de Representación Popular; nuestros mecanismos de elecciones, en pocas palabras hablaremos de aquel vínculo que une a la ciudadanía con los poderes del Estado, o sea los partidos políticos.
La idea sobre la cual se fundamenta la existencia de estos entes políticos es generosa: aquel partido que goce con la venia del pueblo tendrá la capacidad de mantenerse en el poder. Para ganar el fervor popular el partido que llega al gobierno buscará administrar de la mejor manera posible al país, querrá que todos los actores del mismo obtengan beneficios. El éxito de un gobierno es por consecuencia un acercamiento para que el mismo partido continúe gobernando.
Esta idea de transición sobre la base de la evaluación de un rendimiento gubernamental es lo que hace que la democracia, como decía Norberto Bobbio, sea la forma de gobierno menos mala de las que han existido en la historia del hombre.
Cuando nos adentramos a las realidades por lo menos de nuestra región (América Latina) nos damos cuenta que en muchos casos, el hecho de que un partido político se mantenga en el poder, por razón de su eficiencia gubernamental, puede tentar a la competencia partidista a boicotear al gobierno para dar pie a la transición democrática, al cambio de poderes, basándose en acciones que desestabilizan a la administración pública. Esto es: frenar todas las iniciativas, propuestas y reformas desde cualquier trinchera, llámese Parlamento, Congreso, Sindicatos o simplemente con el uso de grupos de presión civil que buscan perturbar al gobierno sobreponiendo sus intereses futuros en detrimento de los intereses presentes de la colectividad.
Muchas veces la competencia democrática termina por hacer de los instrumentos jurídicos las armas perfectas para descontrolar a un país desde adentro, porque a ningún partido de oposición le conviene que el gobernó en el poder triunfe, pues sus logros seguramente se convertirán en votos para futuras elecciones, sino pregúntenle a José Serra en Brasil que fue un espectador en la pasada elección presidencial, que incluso quiso favorecerse de la popularidad de Lula, la cual alcanzó para que llegará la primera mujer presidenta a gobernar al país más poderoso de América Latina.
En cambio hay países como México, donde no se ha visto un apoyo de la oposición a las iniciativas del ejecutivo, donde quedan pendientes grandes reformas estructurales (educativa, fiscal, modernización del Estado) e incluso donde las marchas y plantones ahogan a los civiles, quienes muchas veces se sienten secuestrados en sus propias ciudades, pues la autoridad no actúa para dar pronta solución a estas manifestaciones.
La propuesta en este sentido es simple: hay que cambiar nuestra percepción de la democracia, anteponiendo sobre toda competencia el bienestar de nuestros países, que es al final de cuentas el interés nacional que persigue cualquier pueblo en el mundo.
Evitemos caer en el conflicto del Fénix; aquella lucha eterna entre la perseverancia contra la tendencia al fracaso, entre la esperanza contra la realidad. Nuestros países cuentan con las capacidades, la voluntad y el amor por la tierra suficiente para que nuestros representantes populares vean en el progreso la mejor bandera para competir, eso sí, hasta en la competencia hay niveles y cuando estos son rebasados careciendo de consenso, la simple lucha del poder por el poder acaba condenando a un Estado a vivir permanentemente en el subdesarrollo.

Comentarios y contacto: ignacio_pareja@yahoo.com.mx
Twitter: @ignacioamador

© Ignacio Pareja Amador, publicado en los periódicos y medios informativos:

Medio Informativo Imagen Poblana, Puebla, Pue. Sección Opinión. 16 de Noviembre 2010.
Gráfico de Martínez de la Torre. Martínez de la Torre, Veracruz. 16 de Noviembre de 2010.
Periódico Pueblo Guerrero, Chilpancingo Gro. 16 de Noviembre de 2010
Diario El informativo de Sabanalarga. Atlántico. Colombia. Columna de Opinión. 16 de Noviembre de 2010.
Diario El Heraldo. Tegucigalpa, Honduras. 23 de Noviembre de 2010
Diario Los Andes. Puno, Perú. 17 de Noviembre de 2010.
Diario El Informador. Santa Marta, Colombia. 20 de Noviembre de 2010.

Corrupción: el gran obstáculo

La corrupción es una situación que afecta a todos los países del mundo sin excepciones. Se presenta en distintos niveles y es ejercida en general por todos los integrantes del Estado: sociedad, empresa y gobierno.
Sin embargo, con el boom de la democracia como la única forma de gobierno aceptable, los países se han preocupado por cuidar su imagen dotando de autonomía a las instituciones encargadas de regular la transparencia de los aparatos y organizaciones gubernamentales.
En este sentido, la corrupción en las organizaciones públicas se define como la “práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores”.
Gracias al último informe de la organización Transparencia Internacional sabemos que, con algunas excepciones, América Latina está reprobada de acuerdo con el Índice de Percepción de la Corrupción 2010, donde sólo Chile (7,2), Uruguay (6,9) y Costa Rica (5.3) cuentan con una calificación aceptable, mientras que países como México, Guatemala, Nicaragua, Honduras, Ecuador, Argentina y Colombia están reprobados. Otros como Haití, Paraguay y Venezuela se situaron en los últimos lugares de la evaluación.
De esta manera, con el afán de develar algunas de las formas en las que se ejerce la corrupción, nos dimos a la tarea de indagar y especular acerca de cuáles pueden ser algunos ejemplos materiales de esta práctica, que seduce a los servidores públicos para aprovecharse de los recursos del Estado en pro de sus intereses particulares.
La corrupción puede camuflajearse de tal manera que es fácil confundirla con actos carentes de valor ético, pero no castigables en el marco jurídico. Muchas cuestiones escapan a la legislación, sin embargo basta con usar el sentido común para identificarlas, y utilizar nuestros recursos democráticos para evitar su propagación.
Entonces ¿cómo se ejerce la corrupción? existe una larga lista de actividades que pueden considerarse como una desviación a la conducta correcta de los actores de un Estado, podemos hablar de licitaciones carentes de transparencia, tráfico de influencias, compra de votos o credenciales de elector, programas sociales fantasma, legislación a favor de los intereses empresariales sobre los intereses de la colectividad, inflar presupuestos para obra pública, brindar concesiones y licencias para ejercer alguna actividad empresarial a parientes o amigos negándoselas a la colectividad, tener vínculos con algún grupo delictivo, fabricar pruebas en una investigación penal, obstruir investigaciones, usar el aparato de la fuerza estatal (ejército y policías) para reprimir a la sociedad a favor de los intereses de las trasnacionales, etc., etc. En este tenor hay mucha leña de donde cortar.
Esperamos que este pequeño relato de malversación de recursos democráticos no se convierta en un manual para el corrupto inexperto, pues el objetivo de esta columna es mostrar algunos de los canales sobre los cuales hay que poner mayor atención, son estos ejemplos la dirección que deben tener los reflectores institucionales para cuidar el buen funcionamiento de un Estado.
Lo que es un hecho es que un país corrompido en la mayoría de sus instituciones está condenado al subdesarrollo, pues la corrupción trunca las ilusiones y aspiraciones de quienes trabajan todos los días con esfuerzo y dedicación; es el principal obstáculo para quienes creen en la meritocracia. Como me dijo alguna vez mi tutor intelectual: una sociedad funciona sólo si cualquier hombre o mujer que se esfuerza y trabaja alcanza en algún momento sus objetivos materiales.
La corrupción frustra a las mentes brillantes; impide que los más capacitados ocupen puestos directivos en la burocracia, razón indispensable para un flujo correcto de información, para generar la confianza necesaria entre la sociedad y el gobierno que derive en una estrategia colegiada a largo plazo, en pocas palabras en un Modelo de desarrollo que sea independiente al partido que gobierne.
Las grandes obras de la humanidad, las que se mantienen independientemente del tiempo se construyeron sobre la base del talento, esfuerzo y dedicación de hombres y mujeres magníficos, quienes jamás vieron en las soluciones poco planeadas el cimiento para sus majestuosidades.
El hecho de conocer el diagnóstico de nuestros países y de tener una idea de las prácticas que alteran y vician las instituciones estatales, nos brinda la oportunidad para convertirnos en los constructores de una sociedad distinta, donde valores y principios como la transparencia, la igualdad y la rendición de cuentas llenen los espacios vacios que deja la legislación, así impediremos que la corrupción se ejerza sin castigo y pueda reproducirse en las generaciones futuras.

Comentarios y contacto: ignacio_pareja@yahoo.com.mx
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© Ignacio Pareja Amador, publicado en los periódicos y medios informativos:
Medio Informativo Imagen Poblana, Puebla, Pue. Sección Opinión. 9 de Noviembre 2010.
El Imparcial. 3B. Opinión. Oaxaca, Oaxaca. 9 de Noviembre de 2010.
Gráfico de Martínez de la Torre. Martínez de la Torre, Veracruz. 9 de Noviembre de 2010.
Periódico Pueblo Guerrero, Chilpancingo Gro. 9 de Noviembre de 2010
Periódico Punto Medio, Sección Opinión. Mérida Yucatán, Campeche. 9 de Noviembre de 2010.
Revista Peninsular. Mérida Yucatán, 12 de Noviembre de 2010.
Diario El informativo de Sabanalarga. Atlántico. Colombia. Columna de Opinión. 12 de Noviembre de 2010.
Diario El Heraldo. Tegucigalpa, Honduras. 11 de Noviembre de 2010
Diario Los Andes. Puno, Perú. 15 de Noviembre de 2010.
Diario El Informador. Santa Marta, Colombia. 10 de Noviembre de 2010.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Los pros y contras del Chilean Way

En un ejercicio sencillo por establecer relaciones causales nos dimos cuenta de que existe una ecuación que puede derivar en el anhelo más buscado en la región latinoamericana: el desarrollo económico.
En este sentido y tomando como referencia distintos ejemplos internacionales, pudimos notar que elementos como la transparencia, la democracia, la rendición de cuentas (variables políticas), si se acompañan con un buen nivel de educación y salud (como demandas sociales), con un crecimientos económico sostenible y un comercio exterior diverso y competitivo nos dan como resultado una idea de lo que sería el desarrollo generalizado tan deseado por los latinoamericanos.
Uno de los pocos países que en América Latina alberga varios de los elementos de nuestra ecuación es la República de Chile, un Estado que ha regresado a los reflectores internacionales después del rescate de los 33 mineros de la mina de San José, mismo que le dio al presidente Piñera una nueva opción para el eslogan de la imagen del país en el exterior, “do it in the chilean way” (hazlo a la chilena).
Aquellas palabras en inglés guardan una relación más estrecha con el pensamiento anglosajón de lo que muchos pudieran imaginar, la relación yace en el origen del chile de hoy; de aquel milagro económico de la década de los noventa; de aquel pueblo que pudo resurgir de los escombros del terremoto en febrero de 8.8 grados en escala de Richter; de aquel gobierno que rescató a los mineros que sobrevivieron gracias a los protocolos de seguridad y cuya noticia cruzó el mundo en cuestión de segundos, siendo la mejor estrategia publicitaria que cualquier gobierno pudiese tener para llevar los reflectores mundiales a su suelo.
En este tenor la pregunta obligada es ¿cuál es el origen de este “Chilean way”? Los estudiosos del país sudamericano sostienen que lo que hoy nos muestra Chile como su mejor cara surgió a mediados de la década de los setenta, cuando se instauró por la fuerza de un golpe de Estado un Modelo de desarrollo basado en los principios y fundamentos de la teoría neoliberal, que no era nada popular en ese entonces, pero que permitió a los Chicago Boys (de la mano de Milton Friedman) crear una estrategia impulsada desde el Estado, donde cabría una alianza con la iniciativa privada para hacer más competitivos a sus sectores productivos, para generar nuevos productos, para promover la estabilidad política, una variable indispensable para la atracción de capitales foráneos y así contribuir a la apertura de nuevos mercados.
Esta estrategia amplió sus horizontes implementando la diversificación comercial, de tal suerte que a partir de los noventa el país sudamericano ha aprovechado los Tratados de libre comercio y Asociación económica que tiene con importantes actores mundiales como Estados Unidos, China, Japón (sus principales socios) así como Corea del Sur, La Unión Europea y casi todos los países de América Latina.
Sin embargo, consideramos que los éxitos de Chile no sólo se reflejan en cuestión económica. Sabemos que en materia de corrupción y transparencia, pese a que tiene poco tiempo como un país democrático (desde 1990), de acuerdo con el Índice Percepción de Corrupción que realiza la Organización Transparencia Internacional, Chile se ubicó en 2010 en el lugar 21, por encima de países como Bélgica, EE.UU. y Francia, mientras que México ocupó el lugar 98 por debajo de Yibuti, Gambia, Sri Lanka, países que han vivido al corto plazo periodos de tensión territorial, golpes de Estado y desequilibrios políticos.
Esto es importante también para el éxito de un Modelo de desarrollo, puesto que no podemos anhelar un modelo económico exitoso si tenemos altos niveles de corrupción y poca credibilidad institucional, ambos elementos importantes para el buen funcionamiento de una economía.
En este sentido el desarrollo no es más que una cuestión de voluntades e intereses, donde todos los actores de un Estado (sociedad, empresa, gobierno) reconocen que el progreso económico es la mejor ecuación para las ganancias de todos, derogando aquella vieja idea de sometimiento sobre la base de la ignorancia, que muchos países latinoamericanos heredamos de la conquista española.
No obstante, no todos los aspectos del “Chilean way” son positivos. Por un lado están los efectos que tuvo, en un primer momento, la imposición de un nuevo modelo en la economía del país, donde hubo desestabilización y una transformación del sector productivo nacional. Mientras que, por otro lado, están los efectos del Modelo sobre la población, sobre todo durante los primeros años de instauración del mismo, donde la sociedad se vio obligada a vivir bajo los lineamientos neoliberales prematuramente (flexibilización del trabajo, fondo de pensiones, etc.).
Por otro lado, podemos decir que la economía chilena depende del uso intensivo de sus recursos naturales, los cuales ha logrado procesar para que tengan mayor valor, pero no le generan ganancias suficientes para transformar la orientación de su sector exportador hacia productos con un mayor valor agregado, como los tecnológicos que no requieren del uso intensivo de los recursos naturales.
El mayor crítico del Chilean way es justamente el pueblo chileno, quienes tienen mayores niveles de exigencia en materia de transporte, salud y educación, donde queda mucho por mejorar aún. Lo más peligroso es que el Chilean way se quede como una promesa, una aspiración que no termina de consumarse después de casi 4 décadas y que ha producido duras consecuencias para la sociedad chilena, sin alcanzar aún el desarrollo.

© Ignacio Pareja Amador, publicado en los periódicos y medios informativos:
Medio Informativo Sucesos Digital. 2 de Noviembre de 2010. Monterrey, Nuevo León.
El Imparcial. 3B. Opinión. Oaxaca, Oaxaca. 2 de Noviembre de 2010.
Medio Informativo Imagen Poblana, Puebla, Pue. Sección Opinión. 2 de Noviembre 2010.
Gráfico de Martínez de la Torre. Martínez de la Torre, Veracruz. 2 de Noviembre de 2010.
Periódico Punto Medio, Sección Opinión. Mérida Yucatán, Campeche. 2 de Noviembre de 2010.
Revista Peninsular. Mérida Yucatán, 5 de Noviembre de 2010.
Diario El informativo de Sabanalarga. Atlántico. Colombia. Columna de Opinión. 2 de Noviembre de 2010.
Diario El Informador. Santa Marta, Colombia. 4 de Noviembre de 2010.
Blog chileanway.com. 8 de Noviembre de 2010.

Niños y conflictos armados

Los Derechos Humanos (DH) son una cualidad de la cual, de acuerdo con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, gozamos todos los individuos sin distinción de raza, color, sexo, religión, opinión política o de cualquier otra índole. Es una condición sine quanon derivada de nuestra naturaleza humana, la cual debe salvaguardarse no sólo por los distintos grupos sociales, sino por nuestros gobiernos.
Sin embargo, ¿qué ocurre cuando el Estado no puede garantizar los DH, cuando no existe un marco de estabilidad institucional que propicie el crecimiento económico y disminuya las fricciones sociales que derivan en impunidad, racismo y discriminación?
Este es el tipo de escenarios donde la defensa de los DH simplemente no existe. En este tenor hay distintos niveles para el quebrantamiento de los mismos, uno de los más graves es el que se refiere a los daños que sufren los grupos más vulnerables como consecuencia de los desequilibrios políticos; de aquellas situaciones que van más allá de la corrupción y la impunidad y dejan a una sociedad a merced de su suerte. Esta es la situación de millones de niños que han vivido en condición de conflicto.
Los datos son contundentes. De acuerdo con Naciones Unidas en las últimas 2 décadas más de 2 millones de niños en zonas de conflicto han muerto, 6 millones han quedado inhabilitados permanentemente, 250 mil han sido explotados como niños soldados en 30 países, miles de niñas han sido víctimas de explotación sexual, violación y prostitución. Por si esto fuera poco, actualmente existen en el mundo más de 13.5 millones de niños desplazados como consecuencia de los conflictos.
De acuerdo con Radhika Coomaraswamy, la representante del Secretario General de la ONU para este tema, “No hay niños más vulnerables en el mundo que los niños desplazados al interior de sus países por conflictos armados, quienes son forzados a dejar atrás su casa y su comunidad.”
El 12 de Octubre pasado la representante mostró un informe ante la Asamblea General donde habló de la importancia de mantener los recursos económicos que posibiliten la reinserción social de los niños que han sido rescatados del reclutamiento, pues de no hacerlo podrían caer en manos de grupos delictivos.
Además dio inicio a la campaña “zero under 18” (cero menores a 18 años) con el objetivo de que los países ratifiquen el protocolo facultativo de la Convención sobre los derechos de los niños referente a los niños en conflictos armados, una medida que se cree disminuirá las incidencias de los paramilitares al reclutamiento y violación de los seis abusos graves reconocidos: asesinato o mutilación, violación, secuestro, reclutamiento, ataque a escuelas y hospitales y denegación de la ayuda humanitaria.
Actualmente dicho protocolo ha sido firmado por 136 países, tan sólo faltan 56 Estados por ratificarlo. Así como este instrumento jurídico existen otros como la Convención de Ginebra relativa a la protección de civiles en conflictos armados (1948), la misma Declaración Universal de los Derechos Humanos, las resoluciones 1612 y 1882 del Consejo de Seguridad, el Grupo de Trabajo relativo al tema, el Consejo de Derechos Humanos y por supuesto está la Corte Penal Internacional que juzga a los criminales de guerra y a quienes atentan contra la integridad infantil en situación de conflicto.
Pese a los múltiples instrumentos creemos que aún falta mucho por hacer. Es más efectivo, en este sentido, tomar acciones vinculantes hacia los gobiernos que no garanticen la protección de sus habitantes, ya que los paramilitares, por su carácter ajeno al estado de derecho, no respetan los instrumentos jurídicos, pues justamente guían sus acciones en dirección de desmoralizar al Estado y sus ordenanzas.
Es por ello que la solución radica en un elemento sumamente simple: en la voluntad de los gobiernos del mundo. Siguiendo esta línea juzgamos necesario el sometimiento al estado de derecho hacia quienes no se rigen por las normas de una constitución justa y equitativa. Estamos hablando de promover un cambio de actitud que evite ver a los niños como semilleros de la guerra, y por el contrario sean percibidos como la fuente del desarrollo futuro.
Los DH defienden el desarrollo integral de la persona, si un niño es reclutado o es afectado por cualquiera de los abusos que pueden derivar de un conflicto armado pierde años importantísimos en su desarrollo individual; trunca sus posibilidades de brindar propuestas innovadoras al Estado; se le niega la oportunidad de creer en ideales como la democracia, la transparencia, la tolerancia, la rendición de cuentas, etc. Valores necesarios para una relación armónica entre sociedad y gobierno.
Lo mejor es entrar en acción ahora mismo, es lanzar nuestras proclamas a nuestros gobiernos y sus representantes en el extranjero para que ejerzan mayor presión y castiguen (en el marco de la norma) a quienes quebrantan la ley contra los infantes, es presionar a México y Brasil, que nos representan a los latinoamericanos en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU, para que propongan más debates, más declaraciones y den un seguimiento más estricto de las resoluciones y convenios ya existentes.
Ese es el papel que debemos jugar como sociedad civil organizada, esa es una de las faenas que debemos emplear para comenzar a sumar en materia de derechos humanos a nivel global, con lo cual contribuiremos al progreso del mundo.

© Ignacio Pareja Amador, publicado en los periódicos y medios informativos:
El Imparcial. 3B. Opinión. Oaxaca, Oaxaca. 26 de Octubre de 2010.
Medio Informativo Imagen Poblana, Puebla, Pue. Sección Opinión. 26 de Octubre 2010.
Gráfico de Martínez de la Torre. Martínez de la Torre, Veracruz. 27 de Octubre de 2010.
Periódico Pueblo Guerrero, Chilpancingo Gro. 26 de Octubre de 2010
Medio Informativo Sucesos Digital. 26 de Octubre de 2010. Monterrey, Nuevo León.
Diarios Primera Hora, Última Hora y Ahora. Nuevo Laredo Tamaulipas. 28 de Octubre de 2010.
Periódico Punto Medio, Sección Opinión. Mérida Yucatán, Campeche. 26 de Octubre de 2010.
Revista Peninsular. Mérida Yucatán, 29 de Octubre de 2010.
Diario El informativo de Sabanalarga. Atlántico. Colombia. Columna de Opinión. 26 de Octubre de 2010.

Diario Los Andes. Puno, Perú. 28 de Octubre de 2010.