jueves, 30 de diciembre de 2010

Manifestaciones, entre lo justo y lo impropio

Las últimas dos semanas a nivel internacional han estado marcadas por un aumento en la tensión social que ha motivado a toda clase de grupos civiles a levantarse en protesta contra sus gobiernos. Algunas de estas tensiones se han expresado por medio de marchas, bloqueos y manifestaciones que buscaron influenciar al grupo en el poder en contra de políticas públicas de orden económico y educativo que repercutirán en los bolsillos de la masa social, quien, como en la mayoría de los casos absorbe las consecuencias de los errores de los tomadores de decisión.
En estas expresiones civiles existe una dualidad particular, la cual depende del objetivo que persiguen los grupos de presión que las convocan. Tomemos dos ejemplos. En diversos países de Europa hemos visto manifestaciones civiles donde se reclama al gobierno por planear implementar planes de austeridad económica o como en el caso de Inglaterra buscan aumentar el costo de la matricula escolar, donde hubo una intensión positiva que no logró sobreponerse a la decisión del parlamento inglés, pero que sin duda contribuye al avance social.
El otro ejemplo de la dualidad bien puede ser México, donde los líderes de los grupos de presión intercambian favores, posiciones y recursos políticos y económicos a cambio de tranquilidad y estabilidad como en el caso de Martín Esparza quien gracias a su “perseverancia” o mejor dicho a la perseverancia de su grupo de presión logró volver a la dirigencia del SME.
Otro caso muy particular puede ser Oaxaca, donde los bloqueos de calles e importantes avenidas en la ciudad son el pan de cada día. Los oaxaqueños somos testigos silenciosos de distintas manifestaciones que van desde el reclamo de algunas poblaciones por la desatención gubernamental, hasta los señalamientos de grupos de transportistas que reclaman por las licencias expedidas sin mesura en la administración anterior, o lo que es peor; ambulantes que demandan espacios públicos para vivir de la ilegalidad, manchando, obstruyendo y afectando a tres de las arterias más importantes para la economía oaxaqueña: el turismo, el comercio formal y la recaudación.
En estos desentendidos entre el gobierno y los grupos de precisión nos preguntamos dónde quedamos los ciudadanos comunes, quienes buscamos nuestro desarrollo integral independientemente de los movimientos políticos de la entidad, quienes queremos sumar al desarrollo económico; trabajar, avanzar día con día, pero nos vemos atrapados por una dinámica que, pese a sus principios y moral (en el caso de los movimiento que tienen un razonamiento justo) no buscan resolverse en los espacios institucionales, sino quieren llamar la atención de la ciudadanía y así utilizarla como una herramienta para alcanzar sus fines.
Sin embargo, el gobierno sabe que en este delgado margen en el que está operando (la crisis económica que aún afecta los bolsillos de los mexicanos, la mala imagen de los políticos, la inseguridad y la impaciencia de los ciudadanos por ver resultados positivos) es necesario atender las manifestaciones y demandas civiles, algunas de ellas fundamentadas sobre la base de los principios más puros de una ciudadanía consciente y responsable, pero hay otras sustentadas en las ambiciones personales de líderes corrompidos sedientos de poder, que han sabido utilizar a una masa social desprotegida, desinformada e ignorante a favor de sus intereses.
Lo que es cierto es que todas las entidades políticas tienen problemas, es parte de la dinámica de la relación sociedad y gobierno. Sin embargo, lo importante para un Estado es que sus instituciones sean capaces de resolver estos problemas sobre la marcha sin afectar a terceros, buscando la satisfacción de las necesidades de los demandantes, bajo la particularidad de que todos por igual serán sometidos al Estado de derecho.
Sin duda existen toda una serie de procedimientos y canales lógicos y racionales para resolver un problema de manera preventiva antes de llegar a un conflicto que afecte a terceros, por ejemplo si la demanda es por el reciclaje de políticos, se puede solventar el inconveniente citando a una comparecencia al gabinete del gobernador electo; si hacen falta x cantidad de millones de pesos, se puede acudir al representante local para que demande una auditoria a quien es sospechoso; si no se está de acuerdo con los manejos de alguna institución educativa se puede hacer una consulta estudiantil y buscar que se transparenten los procedimientos. En cualquiera de los casos se puede acudir a nuestros representantes populares, a los medios de comunicación, a organizaciones civiles y a otros grupos de apoyo.
Si se agotan estos canales y se hace el esfuerzo que involucra las acciones anteriores a sabiendas de que la causa es justa y existen documentos y argumentos sólidos y contundentes que apoyan el reclamo, entonces sí tendremos todo el derecho para manifestarnos públicamente: cerrando calles, apropiándonos de espacios públicos, buscando el apoyo de la sociedad civil para la presionar al gobierno. Si no se hace este esfuerzo y nuestra petición está vacía en argumentos morales y principios ciudadanos, entonces estaremos cometiendo un delito contra toda la población y tendremos que acatarnos a las consecuencias.
© Ignacio Pareja Amador, publicado en los periódicos y medios informativos:
Medio Informativo Imagen Poblana, Puebla, Pue. Sección Opinión. 21 de Diciembre 2010.
Gráfico de Martínez de la Torre. Martínez de la Torre, Veracruz. 21 de Diciembre de 2010.
El Imparcial. 3B. Opinión. Oaxaca, Oaxaca. 21 de Diciembre de 2010. (Manifestaciones Invernales)
Periódico Pueblo Guerrero, Chilpancingo Gro. 21 de Diciembre de 2010
Revista Peninsular. Mérida Yucatán, 24 de Diciembre de 2010.
Periódico Punto Medio, Sección Opinión. Mérida Yucatán, Campeche. 21 de Diciembre de 2010.
Diario El buscador. Florida, Uruguay. 24 de Diciembre de 2010.
Diario El informativo de Sabanalarga. Atlántico. Colombia. Columna de Opinión. 28 de Diciembre de 2010.
Diario El Informador. Santa Marta, Colombia. 22 de Diciembre de 2010.
Diario Los Andes. Puno, Perú. 22 de Diciembre de 2010.

martes, 14 de diciembre de 2010

El mundo no es reciclable

Algunos ya se adelantaron a dar el pronóstico de la Conferencia sobre Cambio Climático (COP 16): afirman que será un fracaso, dicen que no habrán consensos, que será una Cumbre más. Las voces parecen serias y orgullosas cuando emiten este juicio, no se dan cuenta de que esta previsión habla pésimo de todos; tanto de los que tienen voluntad –que no hemos logrado dar argumentos lo suficientemente convincentes- como de los que no la tienen, que se engañan a sí mismos al creer que el problema se resolverá por su propia cuenta, o en el mejor de los casos, juzgan que podrán resolver el apuro de manera unilateral.
Lo que no saben nuestros líderes mundiales o tratan de ignorar para mantener sus intereses económicos es que el mundo no es reciclable, razón por la cual no tendrá una vida útil para la humanidad después de las bastas transformaciones a las que lo hemos sometido.
Distintos estudios referentes al Cambio Climático nos revelan una cruda realidad: afirman que éste potencializa, aumenta y hace más agresivos a los fenómenos naturales como ciclones, tormentas, huracanes, etc. Cómo olvidar el huracán Catrina en EE.UU., los deslaves en Italia, el Huracán Paulina, Stan o Alex en México y Centroamérica, las terribles inundaciones en Pakistán o las sequias prolongadas en Etiopia.
En el país anfitrión de la COP 16 los desastres naturales han tenido altos costos económicos. De acuerdo con la Secretaria de Gobernación este 2010 la temporada de lluvias y ciclones afectaron a 18 Estados y tuvieron un costo económico de más de 45 mil 300 millones de pesos.
En el tenor de la Conferencia hay dos temas, ligados por una condición de congruencias, trabados en un dilema de argumentos aparentemente validos. Por un lado está el Protocolo de Kioto y la expansión para el periodo de su funcionamiento. Mientras que por otro lado está el reclamo que hacen las economías emergentes a los países industrializados en materia de “hacer verdes sus procesos productivos”, lo cual requiere de inversión e investigación que podría detener sus avances en materia de crecimiento económico a bajo costo.
¿Cómo conciliar estas posiciones, ambas validas pero perjudiciales para la colectividad mundial?
La respuesta a este cuestionamiento es tan sencilla como hacer valer reglamentos para una industrialización más amistosa para los países en desarrollo, así como promover una vida de consumo más racional para los desarrollados.
Hasta ahora han habido poco avances de la COP 16: se dice que podría haber pactos para el financiamiento y conservación de bosques. El Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) llegó a un acuerdo para el fomento de estrategias de educación para generar una consciencia apropiada acerca del Cambio Climático en los niños, jóvenes y la sociedad en su conjunto.
Si algo debemos tener en claro es que sólo ayudándonos mutuamente podremos salir victoriosos de este difícil reto, el cual golpea directamente nuestro principal objetivo como especie: la supervivencia.
La generación presente, nosotros, no tenemos la certeza de que podremos garantizar recursos naturales suficientes o un entorno digno a las generaciones futuras. Esta vez no serán las guerras entre los hombres lo que amenazará a nuestra especie, sino lo son nuestras actividades diarias, nuestros esquemas de producción, distribución y consumo, en pocas palabras, nuestros hábitos cotidianos. Los países que aún no alcanzamos el desarrollo tenemos la oportunidad de orientar nuestro crecimiento hacia nuevos rumbos, con costumbres distintas, más sanas, más verdes, quizá recordando la tradición de nuestros ancestros indígenas de respeto por la tierra y por el Medio Ambiente.
Seguramente este no es el tema del momento como el escándalo de WikiLeaks que al corto o mediano plazo se olvidará o en el mejor de los casos quedará como una base de comprobación a lo que todos ya sabíamos: las embajadas norteamericanas tienen y han tenido un papel de espionaje e injerencia en los gobiernos de todo el mundo. Éste, en cambio, es un tema que no puede quedar en el olvido, pues aplazarlo es sinónimo de perdida en las oportunidades para contrarrestar el mal que le hemos hecho al planeta; es igual a perder los alfiles y caballos en un juego de ajedrez, y todo porque no hemos logrado crear una conciencia global que dé respuesta correcta a los problemas que se avecinan.
© Ignacio Pareja Amador, publicado en los periódicos y medios informativos:
Medio Informativo Imagen Poblana, Puebla, Pue. Sección Opinión. 7 de Diciembre 2010.
Gráfico de Martínez de la Torre. Martínez de la Torre, Veracruz. 7 de Diciembre de 2010.
El Imparcial. 3B. Opinión. Oaxaca, Oaxaca. 7 de Diciembre de 2010.
Periódico Pueblo Guerrero, Chilpancingo Gro. 7 de Diciembre de 2010
Medio Informativo Sucesos Digital. 7 de Diciembre de 2010. Monterrey, Nuevo León.
Revista Peninsular. Mérida Yucatán, 3 de Diciembre de 2010.
Diario El buscador. Florida, Uruguay. 10 de Diciembre de 2010.
Diario El informativo de Sabanalarga. Atlántico. Colombia. Columna de Opinión. 12 de Diciembre de 2010.
Diario El Informador. Santa Marta, Colombia. 9 de Diciembre de 2010.
Diario Los Andes. Puno, Perú. 10 de Diciembre de 2010.
Blog: PEPEGRILLO, la guía verde. 11 de diciembre de 2010.

¿Qué esperamos de la COP 16?/ Los retos del cambio climático

El Cambio climático no es como piensan muchos un invento de los países industrializados para frenar el progreso económico de los países en desarrollo, por el contrario, es una situación que nos afecta a todos los Estados del mundo con mayor o menor intensidad, ya que es bien sabido que el planeta tierra es un sistema cerrado, donde a grandes rasgos sólo recibimos rayos de sol y expulsamos basura espacial.
Naciones Unidas define al fenómeno como “un cambio del clima atribuido, directa o indirectamente, a la actividad humana, que altera la composición de la atmosfera y que se suma a la variabilidad climática natural.” La buena noticia es que es un proceso natural, el problema es que se ha agravado en las últimas décadas.
En este tenor será importante observar el progreso de los diagnósticos y estrategias que acontecerán del 29 de Noviembre al 10 de diciembre en Cancún, donde se llevará a cabo la 16 edición de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la COP 16 o simplemente la Conferencia sobre Cambio Climático, que está formada por 194 países
¿Cuáles son los retos de México ante la COP 16? En primer lugar hay que tener en claro que esta Conferencia se percibe como un éxito en cuestión de cabildeo de nuestro cuerpo diplomático, ya que es una buena manera para cerrar este 2010, marcado por los festejos del bicentenario del inicio de la independencia y el centenario de la revolución, donde nuestro país se muestra como un actor importante que buscará los consensos necesarios para que la COP no vuelva a fracasar como en Copenhague en 2009.
México y de los demás países del mundo tendrán que superar una agenda donde se establezcan objetivos que sean ampliamente aceptados, así como estrategias específicas para que en 2050 haya un límite en los Gases de Efecto Invernadero (GEI); para que en 2020 pueda apreciarse un punto de inflexión que reduzca la cantidad de los mismos; para promover la reforestación; para examinar nuevas tecnologías de producción que eviten al carbón como su principal fuente de energía, así como la adopción de un marco jurídico que sea implementado por todos los Estados sin excepciones. En pocas palabras se buscará la creación de un Tratado que sustituya al Protocolo del Kyoto, con el fin de que los mayores contaminantes (EE.UU. y China) formen parte de esta responsabilidad global y tengan un foro para exponer sus intereses.
Algunos conocedores del tema sugieren que sólo existen dos caminos para resolver el problema del cambio climático:
O nos acostumbramos a los cambios y entramos en un proceso con metas a largo plazo o cambiamos el Modelo económico basado en el consumo hacia una economía más mesurada y racional.
La primera opción resolvería (o adaptaría) al problema al largo plazo, es quizá la más viable por cuestión de consensos, pero no la más efectiva. Ésta tiene que ver con invertir en economías verdes, reducir la producción de gases de efecto invernadero, regular empresas, aumentar apoyos a reservas naturales, incrementar impuestos y candados legislativos a quienes no cumplan los estándares de regulación ecológica, inyectar capital a energías alternativas, etc.
La segunda opción lo haría al mediano plazo e incluso ayudaría a la restauración de los recursos bióticos ya perdidos. Sin embargo es la más lejana e implica cambios que muchos no están dispuestos a efectuar. Por ejemplo, algunos países como EE.UU. ya han demostrado que no piensan adaptar su Modelo habitual de consumo a favor del equilibrio del Medio Ambiente, ya que justo en los tres días posteriores al “Día de Acción de Gracias” (25 de Noviembre) se prevé que 138 millones de consumidores se contagien de la fiebre de compras del llamado “viernes negro” aprovechando los grandes descuentos y olvidando que la producción de aquellos bienes representa uno de las principales emisores de gases de efecto invernadero.
Por otro lado, sabemos que existe nueva evidencia científica que comprueba que el calentamiento global ha potencializado los efectos de los distintos fenómenos naturales que se proyectan sobre nuestras ciudades.
Simplemente en México más de 30 millones de personas viven en zonas de riesgo, o sea que poco más de una cuarta parte de la población habita en zonas inestables, proclives a las catástrofes. Hay que tomar en cuenta que los desastres naturales, al ser situaciones urgentes, aplazan los recursos de proyectos de políticas públicas orientados a generar un bienestar social (como la construcción de carreteras, escuelas, hospitales) hacia la reconstrucción de infraestructura, lo cual estanca por supuesto el desarrollo.
En este sentido han surgido distintas propuestas para prevenir el calentamiento global, las cuales se enfocan en la conservación de zonas naturales protegidas, que hacen la labor de filtro para distintos gases de efecto invernadero como el CO2.
Varias de ellas se concentran en la revalorización de los recursos bióticos, de manera que contengan un valor intrínseco por el simple hecho de existir y hacer la labor de producir oxigeno y otros elementos. Otras propuestas se encaminan a la transferencia de capital hacia aquellos países que no exploten sus recursos naturales y que protejan la biosfera. Sin embargo, aún hoy en día, estás proposiciones están lejos de abandonar el papel para convertirse en realidad.
Quedamos pendientes de los avances y las propuestas de la Conferencia en Cancún, por el bien del mundo esperamos que haya consensos y que los compromisos se asuman, es la única opción viable para poder garantizar un planeta equilibrado a nuestros hijos y evitar dejar a la deriva la supervivencia de las generaciones futuras.
© Ignacio Pareja Amador, publicado en los periódicos y medios informativos:
Medio Informativo Imagen Poblana, Puebla, Pue. Sección Opinión. 30 de Noviembre 2010.
Gráfico de Martínez de la Torre. Martínez de la Torre, Veracruz. 30 de Noviembre de 2010.
El Imparcial. 3B. Opinión. Oaxaca, Oaxaca. 30 de Noviembre de 2010.
Periódico Pueblo Guerrero, Chilpancingo Gro. 1 de Diciembre de 2010
Periódico Punto Medio, Sección Opinión. Mérida Yucatán, Campeche. 1 de Diciembre de 2010.
Revista Peninsular. Mérida Yucatán, 3 de Diciembre de 2010.
La Jornada. Managua Nicaragua. Opinión. 30 de Noviembre de 2010.
Diario El buscador. Florida, Uruguay. 3 de Diciembre de 2010.
Diario El informativo de Sabanalarga. Atlántico. Colombia. Columna de Opinión. 30 de Noviembre de 2010.
Diario La Tarde. Columnas de Opinión. Cuenca, Ecuador. 2 de Diciembre de 2010.
Diario El Informador. Santa Marta, Colombia. 1 de Diciembre de 2010.
Diario Los Andes. Puno, Perú. 30 de Noviembre de 2010.
Blog: Movimiento ciudadano frente al cambio climático. Boletín No. 12.
http://www.moccic.org
Blog: Pepegrillo, la guía verde. 30 de Noviembre de 2010